comisión de investigación

Castells rechaza culpa alguna en la desaparición de las 'caixes'

Antoni Castells se dirige a los portavoces de la comisión parlamentaria, ayer.

Antoni Castells se dirige a los portavoces de la comisión parlamentaria, ayer.

P. Allendesalazar

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Antoni Castells, 'conseller' de Economia de la Generalitat entre el 2003 y el 2010 por el PSC, ha negado este jueves cualquier responsabilidad en la desaparición durante la crisis de nueve de las diez 'caixes' que había en la comunidad al comienzo de su mandato. El exalto cargo público, así, se ha escudado reiteradamente en los "escasos medios y competencias" en la materia de su departamento y ha descargado responsabilidades en el Banco de España.

"¿Qué posibilidades tenían las comunidades autónomas de conocer realmente el riesgo inmobiliario? ¿Y que medidas podrían haber adoptado de haber querido? Ninguna", ha argumentado antes de recordar que, en el pasado, los gobernadores de supervisor imponían límites al crédito de las entidades financieras cuando consideraban que estas estaban asumiendo riesgos excesivos. "No te metas donde no te debes meter", ha asegurado que advirtió el organismo supervisor en alguna ocasión a la Generalitat cuando esta intentó dar alguna indicación a sus entidades.

Ante la comisión de investigación de la crisis financiera en el Congreso, Castells no ha querido hacer sangre: "No digo que los demás lo han hecho muy mal y la Generalitat muy bien, todo el mundo hizo lo que pudo". Pero ha recordado que el Govern no tenía representantes en las cajas y ha asegurado que intentó reaccionar "inmediatamente" dentro de sus competencias para solucionar sus problemas. Por eso, ha sostenido, el 'president' Montilla reunió a los presidentes y directores generales de las 'caixes' e intentó crear un banco malo, que no salió adelante por la "falta de potencia" financiera de la Hacienda catalana y la "desconfianza" de las entidades entre sí.

Complicidad sin promiscuidad

Posteriormente, ha relatado, el Govern trató de preservar el modelo de cajas catalán alentado las fusiones, pero siempre respetando que los "responsables de tomar las decisiones sobre las fusiones adecuadas son los propios actores, no el Govern". El Banco de España, sin embargo, viene criticando desde hace años que algunos Ejecutivos autonómicos impusieran uniones entre las entidades de su comunidad, lo que alargó y agravó sus problemas. "Complicidad toda. ¿En qué país que funciona no hay complicidad entre la política y la economía? Pero promiscuidad ninguna", se ha defendido el exconseller.

De las diez 'caixes' que había al principio de la crisis, solo ha sobrevivido La Caixa como entidad independiente. Pero Castells se ha negado a comentar si la gestión de los problemas financieros fue acertada. Ha preferido extraer "lecciones" y ha defendido que España debería haber actuado antes y con más recursos públicos en las entidades financieras con problemas. De haber sido así, ha sostenido, Catalunya Caixa podría seguir hoy en día siendo independiente. También ha criticado las trabas que puso Europa a la recapitalización temprana de las cajas.

Asimismo, ha defendido la controvertida reforma de la ley de cajas catalanas que impulsó su Gobierno antes de la crisis y que permitió a los presidentes de las entidades de ahorro empezar a cobrar un sueldo. El objetivo de los cambios, ha argumentado, fue profesionalizar la presidencia y los órganos de gobiernos de las entidades, ya que el modelo de cajas de la comunidad daba un poder excesivo al director general sin que hubiera contrapesos.