China hunde al Ibex en su primera sesión del año

El 2015 no fue un buen año para el Ibex 35, con una caída del 7,15% que le dejó en su nivel más bajo desde el 2011. Y aunque los expertos auguran un buen 2016, el selectivo español tampoco ha iniciado con buen pie el nuevo ejercicio. El índice que reune a las empresas del país con mayor negociación bursátil, así, ha caído el 2,42%, hasta los 9.313,20 puntos, en su peor arranque anual desde 1997. La prima de riesgo, indicador del riesgo de impago de la deuda pública a ojos del mercado, se tensó algo más de un punto, hasta los 116,58 puntos básicos. 

La causa del fuerte retroceso, al igual que el pasado verano, ha sido China. El gigante asiático ha dado a conocer que su actividad manufacturera se sitúo en 48,2 puntos en diciembre, por debajo de los 48,6 de noviembre y los 49 que esperaba el mercado, lo que hizo revivir los temores a que la desaceleración de su economía se convierta en un frenazo brusco. Una cota inferior a 50 puntos indica una contracción de la actividad.

 Las dudas de los inversores sobre China han provocado una oleada de ventas que ha coincidido con la entrada en vigor de una nueva regulación que suspende la negociación bursátil cuando el índice CSI 300 (que reune a las 300 compañías más importantes de las dos principales bolsas del país, Shanghái y Shenzhen) cae por debajo de ciertos niveles. El objetivo es evitar la volatilidad, pero lo cierto es que después de quedar suspendida durante 15 minutos cuando el descenso era del 5%, las ventas se han acelerado y las bolsas han echado definitivamente el cierre algo más de una hora antes del horario oficial al caer un 7%.

EFECTO MUNDIAL

El nuevo desplome de la bolsa china ha arrastrado al resto de mercados de mercados asiáticos, con el japonés cayendo el 3%. Y con ello, al resto de grandes mercados bursátiles del mundo. El alemán ha retrocedido un 4,45%, por delante del italiano (3,22%), el francés (2,99%) y el británico (2,54%). Al cierre de las bolsas europeas, las estadounidenses cedían entre el 2,5% y el 3%.

Las bolsas chinas, con fuerte presencia de pequeños inversores particulares, son muy vulnerables a ataques de pánico. Los inversores están muy inquietos porque este viernes expira la prohibición impuesta por el Gobierno el pasado verano a los grandes accionistas (más de un 5% del capital de una empresa) a vender libremente sus acciones. Además, temen que la liberalización de las salidas a bolsa aumente este tipo de operaciones y reduzca las cotizaciones ante el incremento de la oferta.