La CNMC ve "circunstancias atípicas" en la subasta de la luz anulada

La CNMC ha confirmado las razones que llevaron a proponer la suspensión de la subasta salvando así la cara al Gobierno, que decidió su anulación y fijó unilateralmente el precio de la luz para el primer trimestre de este año. En el informe que ha hecho público el regulador pasadas las nueve de la noche, señala que concurrieron “circunstancias atípicas” que impidieron que se desarrollara en un entorno de suficiente presión competitiva. La CNMC continúa investigando las circunstancias en que se desarrolló la subasta y el comportamiento de los agentes que participaron en la misma, según reza el comunicado.

El informe toma en consideración dos elementos. En primer lugar, realiza un análisis del contexto general de los mercados desde el 2 al 19 de diciembre, y, en segundo lugar, analiza las condiciones en las que se desarrolla la propia subasta. La evolución de los mercados pone de manifiesto que desde el día 2 al 19 de diciembre los precios en el mercado mayorista spot registraron niveles que no se habían producido desde el año 2002 con un incremento entre el 60 y el 70% respecto a la semana anterior, cuyo precio se situaba en el entorno de los 50 €/MWh.

Las principales "circunstancias atípicas" registradas fueron en primer lugar, según la CNMC, un volumen de negociación antes de iniciarse la subasta muy inferior, del orden de un 11,5%, al de otras subastas con volumen subastado similar. En segundo lugar, se registraron retiradas de volumen agregado por ronda superiores en un 55% al promedio de las acontecidas en las subastas 22ª y 24ª. En particular, ésta es la mayor retirada de volumen en la primera ronda de la subasta desde la 11ª CESUR, situando la ratio de elegibilidad muy por debajo de los valores registrados hasta entonces y con un descenso mucho más acusado.

Según la CNMC, las variaciones de precios diarias y los diferenciales de precios en una misma sesión de negociación del contrato , que tiene un nivel de liquidez alto, reflejan la incertidumbre de los participantes en el mercado acerca de las referencias de precios y se consideran una anomalía en mercados eficientes.