Las finanzas públicas

La deuda de la mayor economía del planeta crece un 40% en 4 años

M. J. B.
BARCELONA

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Estados Unidos no ha tenido dificultades históricas para financiar su déficit. De hecho ha podido endeudarse cuanto ha querido ante la facilidad de acudir a los mercados externos sin que sus prestamistas hagan aspavientos ante cualquier nueva emisión de deuda deltío Sam. Y, además, la Reserva Federal siempre ha acudido a comprar títulos cuando ha hecho falta.

Los gastos militares más los desequilibrios comerciales con Europa y Asia han generado una creciente demanda de financiación externa por parte del país. La consecuencia de esa realidad es que el país ha aumentado su endeudamiento un 40% en menos de cuatro años. La previsión para cerrar el presente ejercicio es que la deuda represente el 101,7% del producto interior bruto (PIB).

Ese dato supone que la deuda estadounidense es de 14 billones de dólares (9,6 billones de euros), una cifra que es 14 veces superior al endeudamiento del país en 1980. Y seguirá creciendo, puesto que se ha previsto que el déficit federal sea de 1,6 billones de dólares este año. El endeudamiento medio de la Unión Europea (87,7%) es considerablemente inferior al norteamericano.

Se dice de la economía española que el problema no es su endeudamiento: el 68% en el 2011. La dificultad, se precisa, es que el endeudamiento privado es tan elevado como el público. Pero lo que deben las familas norteamericanas ha crecido a un ritmo semejante a la deuda pública, pues se acerca a los 14 billones de dólares.

La situación financiera de la primera economía mundial no es probable que se arregle mediante un acuerdo que permita el aumento del techo de endeudamiento. El verdadero problema es devolver lo que se debe. Por esa razón algunas agencias de calificación de riesgo alertan de que pueden degradar la calificación triple A de los bonos estadounidenses, pese a un acuerdo político.

Una economía renqueante no es la mejor medicina para la crisis de deuda. «Si te concentras en reducir el déficit público, conviene trasladar confianza al sector privado para que se mantenga la demanda, pero a juzgar por la evolución del PIB, no es eso lo que está ocurriendo», considera David Martínez, economista del Banc Sabadell.