Sara Pi y Érico Moreira: hacia el infinito

La cantante catalana y el productor brasileño lanzan al mercado 'Wake up', una fusión de jazz, soul, música popular brasileña y R&B que presentarán el 3 de noviembre en el Foyer del Liceu

Sara Pi y Érico Moreira

Sara Pi y Érico Moreira / periodico

IMMA MUÑOZ / Barcelona

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De casualidad en casualidad y como quien no quiere la cosa, la cantante Sara Pi (Barcelona, 1986) va camino de hacerse un hueco importante en la primera línea musical. El círculo virtuoso se empezó a trazar a finales de 2007, cuando Sara conoció al músico y productor brasileño Érico Moreira y este quedó tan fascinado con su voz que le propuso embarcarse juntos en un proyecto musical que daría como resultado un primer álbum, profesional en las ideas pero amateur en los recursos: 'Burning'.

El compás siguió girando cuando un fan llamó a un programa de radio para recomendarles, y de ahí surgió una entrevista que desembocó en el interés de varias compañías discográficas. Pero aún habría una tercera casualidad: una amiga de Sara se matriculó en un curso cuyo profesor era hijo de una mujer que había trabajado muchos años en Sony. Ella les sugirió que contactaran con la discográfica, al tiempo que llamaba a sus antiguos compañeros para que escucharan esa fusión de jazz, música popular brasileña, soul y R&B que creía que merecía una oportunidad. Decidieron dársela. El círculo se cerró cuando Sara y Érico ficharon por Octubre, uno de los sellos de la multinacional, para relanzar 'Burning' con la misma filosofía, pero, ahora sí, con un sonido mucho más profesional. Y con un título nuevo: 'Wake up'

De intérprete de 'covers' a artista

"Los dos somos muy perfeccionistas, Sara con la voz y yo con la producción, así que le hemos dado una vuelta a todas las canciones, hemos regrabado las voces y hemos incluido tres temas nuevos, que muestran cómo hemos evolucionado en este tiempo", explica Érico, que no es en absoluto un secundario en este proyecto, aunque lleve solo el nombre de Sara. "Yo quería hacer un disco para ella –proclama–, porque le veía una personalidad muy fuerte en todos los sentidos y deseaba que la explotara". Así que la convenció para dar el salto a una mayor profesionalización ("yo cantaba desde niña, pero andaba en mil historias profesionales, siempre en cosas que me distraían de lo que realmente quería hacer", justifica ella) y para que se atreviera a pasar de mera intérprete de 'covers' a artista.

"Fue un experimento. No sabía que fuera capaz de componer. Sabía que podía reproducir canciones, pero no crearlas. Y eso me encantó. De hecho, es lo que más me gusta ahora: buscar melodías, caminos diferentes. Es una sensación muy especial para mí, nada racional: es algo que fluye, una información que no sabes de dónde viene, y de la que tú eres un vehículo", explica ella. Un vehículo que le sirve para transmitir un mensaje de conciencia con optimismo. "Una conciencia que va más allá del momento político-social, aunque también esté presente, que habla de ser más perceptivos, de vivir el aquí y ahora, de ser positivos y ponernos las pilas en el mejor sentido. Y todo de forma muy sutil", define Sara. "Un poco como Caetano Veloso: tú escuchas canciones suyas de hace 20 años y ya estaba hablando del nuevo orden mundial", tercia Érico.

El influjo de Brasil

Brasil tenía que salir en la conversación. No solo porque allí nació Érico hace 32 años, sino porque con su música creció Sara y porque allí encontraron hace unos meses el aliento para seguir luchando por abrirse camino en el panorama musical español. "Es un país muy grande en el que se consume mucha música, y de todo tipo. Su conocimiento musical es tan extenso que abrazan cualquier cosa que sea interesante. Nos abrieron muchas puertas", dice Sara. Actuaron en varios festivales importantes y en programas de televisión. "Varios músicos, hijos de grandes cantantes, se enamoraron un poco de Sara, y estamos en contacto para hacer cosas con ellos", sonríe Érico. Normal: la dulzura que muestra como intérprete salta del compact disc.

Ahora le ha llegado la hora de la verdad en estas latitudes, menos acostumbradas a un eclecticismo musical que ella lleva en los genes: uno de sus abuelos era cantante de ópera; el otro, de jotas, y su padre, otro melómano irredento, toca el tres cubano. "Es una familia que escucha mucha música –dice Érico–. Mucho más que yo. Y mire que yo llevo muchos años como productor y mi padre es músico profesional... Él vive de la música cada día, tocando en los pueblos, en los bares". Un picapedrero del arte con una carrera de fondo al servicio de la música popular brasileña. Como la que Sara quiere emprender. El primer paso para lograrlo es ese 'Wake up' que salió al mercado a principios de octubre. El segundo, el concierto de presentación en el Foyer del Liceu de Barcelona, el 3 de noviembre. El tercero, el anuncio de que será la artista invitada en la gira española de Morcheeba. Lo que le espera después es tan misterioso e inabarcable como los decimales de su apellido. Y tan infinito. 

'WAKE UP'

"No es etiquetable" , responde Sara Pi cuando se le pide que defina su disco. Érico Moreira lo intenta: "Es una mezcla de muchas influencias: jazz, música brasileña, soul, funk, R&B...". "Eclecticismo con sentido", añade ella. Unas canciones que han defendido en locales de varios tamaños con formaciones de varios tamaños, también: de la gran banda a la intimidad de la canción a dos. En la prueba de fuego del Liceu, han optado por el quinteto: "Es la formación que mejor representa este disco y lo que hacemos".