El barrio del Farró diseña su primer equipamiento

La residencia y antiguo observatorio astronómico Vil·la Urània (Saragossa, 29), construida en 1868 y legada a la ciudad por el astrónomo Josep Comas Solà en 1956, ha pasado en solo un año de estar amenazada por una orden de derribo a ser pieza clave en los primeros borradores del largamente reivindicado centro cívico del barrio del Farró. Los vecinos y entidades de la zona se movilizaron en bloque para salvar la emblemática finca, con acceso también por la Via Augusta, y han decidido tanto el contenido como la configuración del esperado equipamiento, que ocupará también el solar contiguo.

El futuro centro cívico del Farró tendrá diferentes espacios polivalentes, una sala de lectura y estudio y otra dedicada a la ciencia que pueda honrar la memoria de Comas Solà y una cocina para impartir talleres. El nuevo equipamiento también podría acoger un casal para la gente mayor, un espacio joven, una sala compartida por las diferentes entidades y un huerto urbano.

DECISIONES POR CONSENSO/ El grupo de trabajo para diseñar el futuro espacio ha estado formado por las asociaciones de vecinos y entidades interesadas en el equipamiento, un representante de cada grupo municipal y el equipo de gobierno del distrito. «Han sido siete sesiones intensas, entre noviembre y enero. Y todo ha sido decidido por consenso, tras largos debates», explica Carles Gual, portavoz de la Associació de Veïns i Comissió de Festes del Farró, una de las cinco entidades participantes. La asociación convocó previamente una asamblea vecinal con la participación de medio centenar de vecinos para recoger propuestas. El también presidente de la Associació d'Amics d'un Farró Digne no esconde su satisfacción. «Hemos dado un paso muy importante, y ya es irreversible. Porque en estos tres meses se ha definido el enfoque del proyecto y unas condiciones. Como, por ejemplo, respetar la Vil·la Urània de origen para convertirla en punto de encuentro, pegada al nuevo edificio, y dotar al centro cívico de la máxima superficie verde posible», añade Carles Gual.

SIN PRECENDENTES/ Para el concejal del distrito de Sarrià-Sant Gervasi, Joan Puigdollers, la constitución de una mesa de trabajo con la participación de los vecinos y la toma de decisiones por consenso era fundamental tratándose del «primer equipamiento del Farró». Sin precedentes, según el concejal, este grupo de trabajo es un claro ejemplo de la «nueva manera de hacer política municipal».

Para mayor garantía de la ciudadanía, el colectivo ha acordado que uno de los representantes vecinales participe también como jurado del concurso del proyecto del futuro centro cívico. «Los vecinos han podido opinar desde el primer momento, pero tener un vecino en la siguiente fase nos da todavía más confianza. Será el encargado de confirmar que todo aquello acordado se respeta», asegura Gual.

«No podemos dar fechas de la construcción del equipamiento. Hablamos de un proyecto ambicioso, que seguramente implicará por alcance y complejidad alguna modificación urbanística. Ahora toca elaborar un buen proyecto y cuando esté aprobado licitaremos las obras», explica con mucha prudencia Puigdollers. El concejal del distrito avanza que las obras de construcción comenzarán durante el actual mandato.