uN vecinO llamadO... Tomás Guasch, periodista

Tomás Guasch: «Sant Andreu tiene vida propia y crece sin transformarse»

<b>El periodista deportivo Tomás Guasch </b>es un barcelonés con denominación de origen. Su D.O. Sant Andreu la certifican las raíces, la partida de nacimiento, los estudios en 'Los Padres' y sus cicatrices de infancia tras jugar en calles y plazas del barrio del que nunca emigró.

CARME ESCALES
BARCELONA

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Los tobillos de Tomás Guasch custodian una parte importante de las memorias del periodista. Los partidos de fútbol en la calle, con su pandilla, dejaron grabados en ellos algunas cicatrices.«Jugábamos con piedras. Tenía los tobillos triturados», recuerda Guasch.«Con la mitad de la mitad de lo que tenemos ahora, éramos más felices. Y no quiero decir con esto que cualquier tiempo pasado fue mejor, pero convivías mucho más con la gente que tenías al lado. Todas las puertas estaban abiertas», explica el colunmista y cronista del RCD Espanyol en el diarioMarca.

Las plazas de Sant Andreu --el barrio en el que nació, creció, se casó, fue padre y donde continúa viviendo--«eran y siguen siendo los puntos donde aquella vida más se hace sentir», cuenta mientras deja atrás dos de ellas, la de Orfila y la del Comerç para llegar hasta la de Les Palmeres, en la que Guasch compartió largas horas de juegos con los chavales del barrio.«A uno de ellos, su padre le había traído unos guantes de boxeo», rememora. Entre el ring del boxeo y las corridas de toros que también realizaban en aquella plaza de las Palmeras,«a veces también se hacía una nube de humo que no era precisamente de barbacoa»,ironiza.«Habían llegado los primeros porros al barrio», apunta el periodista que también recuerda de aquella época que«te metías una castaña en la calle con la bicicleta y volvías curado a casa».

Cinco generaciones

En Sant Andreu se respira cierta endogamia que, lejos de sectarizar a los oriundos del que fuera el pueblo de Sant Andreu del Palomar, crea una acogedora piña familiar.«Yo he llegado a conocer a cinco generaciones de una misma familia. Y, sin ir más lejos, nunca me he planteado irme a vivir fuera de Sant Andreu»,afirma. A lo sumo, Guasch y su familia compaginan sus días en su barrio de siempre con escapadas al Lluçanès.«Yo me siento muy barcelonés, pero, cuando me refugio, durante el fin de semana o en vacaciones, en el Lluçanès, es cuando me doy cuenta de que esto de la ciudad es una medio estafa de bienestar»,señala, sin dejar que su afirmación derribe su cariño a Sant Andreu.«Soy un gran amante del barrio y, en realidad Sant Andreu continúa manteniendo ese puntillo pueblerino. Es un barrio con vida propia que, a pesar de haber crecido y seguir creciendo, no se ha transformado»,declara el periodista de la COPE.

Uno de los capítulos de la historia más reciente de Sant Andreu que Guasch alaba enormemente es la recuperación de la Rambla. Al pasar junto a la vivienda de uno de sus máximos impulsores, el periodista se detiene, la señala y explica la proeza.«En esa casa vive Jaume Domènech, el vecino que lideró la reivindicación vecinal para lograr que el ayuntamiento deshiciera la vía rápida para vehículos que había construido sobre la antigua rambla de Sant Andreu y le devolviera al barrio su emblemática arteria y paseo neurálgico», narra Tomás Guasch, que, además, conoce bien a Domènech.«Yo le llevaba al colegio. Le eduqué muy bien, pero aún así me salió excesivamente rojo»,bromea el periodista deportivo.

La rambla del flirteo

La Rambla era y sigue siendo todavía el punto de encuentro de los santrandreuenses. En la adolescencia de Guasch, permitía a chicos y chicas intercambiar impresiones.«En el colegio éramos todo chicos. Nos pasábamos el día jugando a fútbol, vivíamos en la calle. Pero en la Rambla, te cruzabas las primeras miradas con las chicas»,recuerda el periodista, cuya mujer también es vecina de Sant Andreu.«Nuestros padres eran amigos y yo estuve en su bautizo»,cuenta Guasch.

Su ejemplo confirma lo que él piensa delsantandreuencde toda la vida.«Aquí tiene sus necesidades cubiertas. Eso sí, cuando quiere distraerse y salir de noche, le parece que salir fuera del barrio da más sensación de fiesta. Por eso imagino que han tenido que cerrar los cines Lauren. Eso es una lástima»,dice Guasch, a quien el exámen de reválida y el Sant Andreu, del que fue directivo su padre, lo llevaron a explorar fuera del caparazón de su barrio natal.«Fuimos a examinarnos a Sarrià y parecía que íbamos a Moscú. Yo, en el autocar del Sant Andreu, empecé a descubrir Catalunya», dice el periodista, que curiosamente vive a cuatro calles de su imitador en el programa Crackvòvia (TV-3), Javi Giménez.