Educación de calidad desde la República

Con casi 80 años de vida, la Escola Casas es uno de los centros educativos municipales que mejor conserva el devenir pedagógico de Barcelona desde la Segunda República. Muchos vecinos del Clot, especialmente mujeres, han tenido el privilegio de formarse en sus aulas.

La escuela fue exclusivamente femenina hasta el curso 1977-78, cuando se inauguró un nuevo pabellón para parvulario en el que también se aceptaron niños. Fue el primer paso para su transformación en una escuela mixta de enseñanza primaria. Esta circunstancia rompía una de las condiciones que la señora Camila Casas, dueña del edificio y del solar, impuso en 1921 al ayuntamiento de la ciudad para la cesión de su propiedad al municipio. Y es que los tiempos habían cambiado.

Torre del siglo XII

La construcción más antigua de la escuela es la torre de Sant Joan, ya documentada en el siglo XII, que fue propiedad de la orden de los caballeros hospitalarios de Sant Joan de Malta hasta que en el siglo XIX pasó a manos privadas como consecuencia de la desamortización de Mendizábal. Su primer propietario fue, en 1854, Ramon Casas i Jordà, que la dejó en herencia a su hija Camila.

Esta decidió, en 1921, ceder la propiedad para que se construyera una escuela de formación doméstica. Sus condiciones fueron la exclusividad para hijas de familias obreras, enseñanza en catalán y reserva del 25% de las plazas para las hijas de los trabajadores de la fábrica de hilados que poseía en Sant Martí. Pero a Miguel Primo de Rivera, capitán general de Barcelona en 1922 y golpista al año siguiente, no le gustó la idea y el proyecto se interrumpió.

La aceptación definitiva se formalizó en 1930, y el proyecto de la nueva escuela se encargó al arquitecto Josep Goday, que conservó la primitiva torre de Sant Joan, levantó un nuevo edificio e incluso diseñó el mobiliario escolar.

«Las clases empezaron en 1933. Por eso, en el curso 2008-09 organizamos diferentes actos para celebrar el 75º aniversario», comenta Núria Seguro, directora de la escuela. «Pero una antigua alumna nos indicó que fue inaugurada en 1932 por el president de la Generalitat Francesc Macià. Precisamente, fue la niña que aparece a su lado en una fotografía del acto fechada el 18 de noviembre de 1932», añade.

Los años de dictadura supusieron un notable retroceso docente, aunque Maria Gràcia Pont, discípula de Rosa Sensat y directora de la escuela desde su fundación hasta 1960, intentó mantener vivo el espíritu del centro. Con la llegada de la democracia se recuperó uno de sus rasgos característicos: la innovación pedagógica. «La escuela ha sido pionera en la introducción de la informática en las aulas, en la utilización de la lectoescritura como método de aprendizaje y en la enseñanza de lenguas extranjeras», destaca Núria Seguro.

Con dos de sus edificios catalogados, la escuela Casas conserva entre sus paredes numerosos vestigios de un pasado que convive con un presente educativo vanguardista.