Hoteles

Homenaje a la cultura bereber y al ‘savoir-faire’ contemporáneo

La Mamounia, uno de los hoteles más lujosos del mundo, ha festejado su centenario con una celebración de cuatro días, en la que el arte, la cultura y la gastronomía han sido protagonistas

Plano general de La Mamounia

Plano general de La Mamounia / La Mamounia

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La Mamounia, el hotel más emblemático de Marrakech ha cumplido este mes de octubre 100 años. A lo largo de este siglo, esta joya de la hospitalidad y el lujo ha acogido a grandes personalidades como Winston Churchill, Alfred Hitchcock, Nelson Mandela y Charlie Chaplin. Y es que su arquitectura marroquí, caracterizada por los clásicos mosaicos de zelliges tornasolados; los jardines de ensueño que envuelven el edificio; y su estratégica posición en la ciudad –a escasos metros de la plaza de Jemaa el-Fna– han convertido a este hotel en un símbolo de la cultura marroquí y lo han bautizado como La Gran Dama de Marruecos. 

Por todo ello, la conmemoración de este centenario se ha convertido en una fiesta llena de música, gastronomía y arte, que ha durado cuatro días y en la que han asistido personalidades de todo el mundo. La celebración del aniversario empezó el pasado 4 de octubre y no terminó hasta el 8 del mismo mes. Alrededor de 1.000 personas fueron invitadas a la inauguración de esta fiesta. Bailarines y músicos marroquíes recibieron a los asistentes, quienes también tuvieron la oportunidad de visitar una exposición dedicada a la historia del hotel y en la que se ilustraron los principales acontecimientos culturales y sociales de los que ha sido escenario desde 1923. 

Remodelación interior

Sin lugar a dudas, uno de los hechos más destacados en esta conmemoración ha sido la renovación de los espacios interiores del edificio. Un trabajo llevado a cabo por los reconocidos arquitectos Patrick Jouin y Sanjit Manku. La joya de la corona ha sido la gran e impresionante lámpara escultórica que preside el nuevo vestíbulo del hotel. La Lámpara del Centenario, tal y como ha sido bautizada, simula la figura de dos collares entrelazados que representan la unión de las culturas locales e internacionales: por un lado, encarna la feminidad bereber y, por otro lado, hace un homenaje al savoir-faire contemporáneo. 

La Lámpara del Centenario

La Lámpara del Centenario / La Mamounia

Además, los arquitectos han restaurado otros espacios como la recepción y las alcobas del lobby, el Salón de Honor, y el Salón y Bar Majorelle. A lo largo de tres meses y, con la ayuda de 300 artesanos locales, el dúo arquitectónico ha logrado otorgar un nuevo aura a estos escenarios. Una remodelación que honra a la cultura marroquí y que transportan a los visitantes a un universo de misterio y exotismo. 

Cena entre jardines

Una espectacular mesa imperial de 120 metros reunió en los jardines del recinto a 350 comensales. El 6 de octubre se celebró una cena de lujo en la que se invitó a la clientela más exclusiva de La Mamounia y al equipo del hotel. El menú, a cargo del reconocido y estrellado chef Jean-Georges Vongerichten, precedió unsurtimiento de postres elaborados por el maestro pastelero Pierre Hermé. Una degustación mágica que, además, maridó el compositor francés Sofiane Pamart con una actuación magistral al piano. Tal y como explicó la estrella de la pastelería francesa, Pierre Hermé, “tengo un apego muy especial a La Mamounia. Este palacio legendario se ha reinventado a lo largo de los años desarrollando su encanto y autenticidad. Es un honor para mí poder celebrar este aniversario con dulzura”.  

El hotel cumple 100 años de historia

El hotel cumple 100 años de historia / La Mamounia

La gran velada

La guinda del pastel llegó la última noche con una velada de alfombra roja. Más de 2.000 invitados, provenientes de todo el mundo y representantes de los sectores más influyentes del país, presenciaron una noche que quedará grabada en la historia de La Mamounia. 

La gala brilló por su oferta gastronómica y por las estelares actuaciones. En el escenario pasaron figuras como el coreógrafo Sadeck, acompañado de sus 60 bailarines; el artista marroquí Oum, quien interpretó el himno nacional junto al pianista Sofiane Pamart; y el gran invitado de la noche fue la estrella internacional Mika, que deslumbró al público durante una hora. 

Una ceremonia por todo lo alto que no solo fue un homenaje a Marruecos, sino que, además, sirvió para recoger donaciones solidarias para la reconstrucción de Marrakech y de las zonas más afectadas por el terremoto que sacudió la zona del Alto Atlas el pasado mes de septiembre.