En Girona

Turismo rural con caballos en los Aiguamolls de l'Empordà

El alojamiento de la Yeguada Senillosa completa una experiencia única el parque natural

Uno de los alojamientos de la

Uno de los alojamientos de la

P. C.

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El litoral del Empordà y sus pueblos medievales suelen ser los grandes reclamos turísticos y de escapadas a una de la comarcas más visitadas de Catalunya. Pero lo que todavía sigue siendo un territorio desconocido para muchos es la zona de los Aiguamolls de l’Empordà, llena de tesoros naturales que son en sí mismo un destino, y tan escondidos que hay que buscarlos expresamente. Suponen una excusa perfecta para disfrutar del turismo rural en un entorno fuera de lo común.

Embarcaderos en los humedales Aiguamolls de l'Empordà.

Embarcadero en los humedales. / YS

En ese marco, la Yeguada Senillosa (Parc dels Aiguamolls, Castelló d’Empúries) aparece ante los ojos del visitante que explora la zona como un oasis inesperado entre verdes llanos y manchas de agua que desdibujan el territorio. La singular experiencia de turismo en plena naturaleza y  la espectacularidad de los humedales se conjuga en este caso concreto con la emoción de convivir con una yeguada que en los últimos años está despuntando como vivero de caballos campeones en disciplinas como la doma clásica.

El motor del proyecto fue hace ya varias décadas Arcadio Senillosa, quien poseía un cámping cercano pero tuvo el sueño de potenciar las vacaciones activas en plena naturaleza, y de traer algunos caballos al recinto para los turistas, dando rienda suelta a su afición. Más tarde encontró una finca disponible (hoy con 50 hectáreas), donde pudo iniciar la cría que con el tiempo le convirtió en un referente del sector. El alojamiento turístico fue abriéndose posteriormente y en distintas fases, convirtiéndose ahora en un destino en sí mismo.

Algunos ejemplares de la Yeguada Senillosa con sus crías.

Algunos ejemplares de la Yeguada Senillosa con sus crías. / YS

La faceta hostelera se apoya actualmente en siete alojamientos que se ofrecen en alquiler por días (semanas, en verano) que se integran armónicamente entre lagunas pobladas de patos, ocas y otras muchas aves, y establos donde viven felizmente más de un centenar de animales, entre sementales, yeguas y crías.

La experiencia o la escapada se complementan con una generosa y tentadora oferta gastronómica a escasos minutos en coche de este paraíso semi virgen. Tanto el Alt como el Baix Empordà cuentan con numerosos restaurantes, aunque en la yeguada es posible disfrutar también de comida que elabora (previo encargo) la encargada que recibe a los huéspedes, o de cocinar por cuenta propia en los alojamientos o en las barbacoas de cada uno de los espacios.

Riqueza natural

Los Aiguamolls se sitúan en plena llanura empordanesa, entre las desembocaduras de los ríos Fluvià y Muga. La zona está nutrida de cursos fluviales y antiguas desembocaduras, sembrada de sistemas de canalización y riego. Con esa riqueza, en 1983 el parque de los Aiguamolls de l’Empordà fue declarado paraje natural de interés nacional y reservas zoológicas. Así que todo el entorno ofrece múltiples planes y excursiones.

El complejo de la Yeguada Senillosa en los Aiguamolls de l'Empordà.

El complejo de la Yeguada Senillosa en los Aiguamolls de l'Empordà. / J.T.

De puertas adentro, este conjunto de alojamientos con encanto permite desconectar del mundo e integrarse en las continuas sorpresas y la energía que da la proximidad de la yeguada. Cada viajero, en función de si acude en familia, con amigos o pareja, puede elegir un tipo de acomodación a su medida.

Así, la Casa Ermita, de planta baja, tiene cuatro dormitorios con baño individual, amplio salón-comedor con gran chimenea y cocina, y una impagable ventana con vistas directas a la cuadra de potros. Y terraza, con barbacoa.

Lago comerdor

Comedor de la Casa del Lago en el turismo rural Yeguada Senillosa. / YS

El Refugio Campanario, que debe el nombre a la madera que le da calidez, es un espacio para los más inquietos, a 12 metros de altura y que corona la Casa Torre, desde una escalera de caracol. Ofrece una estancia con cocina, sofá, un baño con ducha y cuatro colchones en la buhardilla.También un pequeño balcón con vistas y barbacoa. En cambio, la Casa Torre, que tiene unos 30 años y tuvo inicialmente uso residencial, ofrece tres plantas y un mirador con vistas.

La Casa Guadarnes (que estuvo a punto de albergar un museo de coches de caballo) está apartada de la vivienda principal y cuenta con capacidad para ocho personas, en cuatro habitaciones.También tiene amplio salón con chimenea, dos lavabos con ducha y un exterior amplio y también amueblado.

La casa principal del turismo rural.

La casa principal del turismo rural. / YS

Senillosa cuenta que la Casa Masover A era uno de los espacios donde residían los caballistas y encargados de las cuadras. Luego se habilitó como vivienda con salón-cocina, dos sofás cama, un dormitorio doble con una cama individual y baño, y dos dormitorios más. Pero destaca su mesa exterior con bancos bajo porche con barbacoa y vistas a las cuadras de los potros de destete. La Casa Masovers B dispone de amplia zona común, tres dormitorios y dos baños.

 La más reciente fue la Casa Lago, de 2018, fruto de la demanda turística. Está separada del resto, y destaca por su aire sereno y rural. Tiene dos dormitorios y dos baños, pero se puede conectar con otro espacio para ganar habitaciones en caso de grupos. La coronan un jardín privado y sus plácidas vistas lago.

Uno de los salones de los alojamientos.

Uno de los salones de los alojamientos. / YS

Quienes se alojan pueden disfrutar de paseos en bote por el lago, sin coste, y de momentos tan emocionantes como el regreso de las yeguas a los establos al atardecer, cuando pasan ante el lago y en la distancia se intuye su galope. También se pueden visitar los sementales en las cuadras, y ver a potros, de modo que es un plan idóneo para familias y amantes de la naturaleza y el turismo de proximidad.

El enclave es idóneo para cualquier época del año, ya que el paisaje cambia al ritmo de las estaciones y siempre garantiza la desconexión con el ruido urbano, y una experiencia integral mucho más allá de un alojamiento rural.

Pasión por los caballos desde 1977

La Yeguada Senillosa se fundó hace 46 años, y aunque primero se especializó en la selección para el Enganche de competición, posteriormente lo hizo en la Doma Clásica. Han criado a un millar de caballos en sus instalaciones de los Aiguamolls, mejorando la selección y generando decenas de campeones. El año pasado, uno de sus ejemplares, que destacan por su carácter noble, fue campeón del Mundo de Funcionalidad.