Europeos de atletismo

Dani Arce no acierta con los obstáculos y acaba quinto en la final de 3.000

El burgalés, líder continental de la especialidad, sucumbió a la táctica de los franceses, que hicieron doblete

Los catalanes Adel Mechaal (1.500) y Jael Bestué (200) pasan a final.

Dani Arce, en la final de 3.000 metros obstáculos del Europeo.

Dani Arce, en la final de 3.000 metros obstáculos del Europeo. / RFEA/MIGUÉLEZ TEAM

Gerardo Prieto

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El burgalés Daniel Arce, líder continental del año en 3.000 obstáculos y favorito al título, sucumbió a la táctica de los corredores franceses, Alexis Miellet y Dejilali Bedrani, primero y segundo en la final de anoche, lanzando al tercer francés en pista, Osma Zoghlami, por delante y obligando al español a iniciar una persecución en cabeza si quería aspirar al triunfo. Tirando del pelotón hasta la última vuelta, el bueno de Dani pagó el esfuerzo en la recta final y acabó en puesto de finalista, quinto. 

Arce perdió la oportunidad más clara en su ya larga vida atlética. Llegaba a Roma dominando el ranking continental, con 32 años y muchos kilómetros. Su estado de forma se lo permitía. El 30 de abril corrió en Doha en 8.16 y el 19 de mayo en Marrakech en 8.16, dos registros de relumbrón. Con la marca mínima para estar en París asegurada, la actuación de anoche en Roma solo podrá servirle de acicate para resarcirse en los Juegos franceses.

La buena noticia en la sesión de tarde vino de mano de la velocista catalana Jael Bestué. La barcelonesa, de padre guineano, salió de la curva en primera posición y solo cedió un puesto en la meta de su serie semifinal de 200, metiéndose en la final de este martes a las 22.53, sin tener que acudir a la clasificación por tiempos.

Sobrado Ingebrigtsen

Únicamente Adel Mechaal sobrevivió en la sesión matinal del lunes a la criba de las semifinales de 1.500. Los otros dos españoles en liza, el salmantino Mario García Romo y el granadino Ignacio Fontes, no acertaron a maniobrar en una carrera táctica, perra en la jerga mediofondista, y quedaron fuera de la final. El atleta de Palamós tomará la salida junto al campeonísimo noruego Jacob Ingebrigtsen el próximo miércoles. 

Ingebrigtsen, que se colgó el oro en 5.000 el sábado pasado, dominó su serie de 1.500 a placer y buscará un doblete que se da por adjudicado. La ambición del pálido noruego por los títulos parece no tener fondo. No se deja ganar ni en semifinales. Corre a cola de pelotón y a toque de campana devora al grupo como el perro de Pavlov, pasando de la última o penúltima posición hasta la primera, siempre o casi siempre antes de llegar a meta. A veces apura hasta el cuadro final, pero en otras le sobra pólvora y disfruta de la última recta con rictus de superioridad. 

Jacob es el benjamín de una familia de tres hermanos corredores y un inefable padre entrenador. Vigente campeón olímpico de 1.500, en Tokio 2020, tuvo que parar durante el invierno pasado por una tendinitis aquilea y proyectó dudas sobre su rendimiento en los Juegos de la capital francesa. Su más que probable título en Roma en la final de 1.500 de mañana despejará todas las incógnitas antes de la cita olímpica.