Entender más

'Sisplau', el hincha más querido y feliz en Montilivi

Effan Kingsford, que nació en Ghana y sufrió un vía crucis antes de llegar a Europa en patera, anima desde hace años con su bombo y su bandera todos los encuentros del Girona

Effah Kingsford, más conocido como ‘Sisplau’, aficionado del CF Girona y originario de Ghana, en el estadio de Montilivi.

Effah Kingsford, más conocido como ‘Sisplau’, aficionado del CF Girona y originario de Ghana, en el estadio de Montilivi. / Jordi Cotrina

Arnau Segura

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

"Es increíble. Es fantástico", dice sobre la temporada de su querido Girona. Incluso sus zapatos son rojos y blancos. Habla sentado en el trono de Míchel Sánchez, en el banquillo local de Montilivi. Su nombre es Effah Kingsford (1982). Pero en Girona le conoce todo el mundo como 'Sisplau'. Desde ese día de 2009 o 2010 en el que pidió por favor a la gente que le ayudara a alentar a los jugadores. Es una de las caras más conocidas de las gradas de Montilivi, sino la que más. Él grita Girona y la gente responde eh. Y su bombo no para nunca de sonar. Reconoce entre risas que es como una parte más de su cuerpo. El presente es feliz y hermoso. El camino no siempre lo ha sido.

El camino no siempre lo ha sido. Comenzó en la ciudad de Nkoranza (Ghana). De lunes a viernes, colegio y fútbol en la calle. Si había pelota, jugaban con pelota. Y si no había pelota, jugaban con naranjas. "Tenían que ser verdes", matiza. Y los sábados y los domingos ayudaba a sus padres, campesinos. Plantaban y recogían yam, maíz y mango. Era el mayor de siete hermanos, un niño y seis niñas, y recuerda con pena el día que tuvo que dejar la escuela para ponerse a trabajar en el campo. Recuerda con aún más pena su último día en Nkoranza. "Hablé con mi madre y le dije que quería salir a buscar una vida, un futuro. Ella lloró mucho, pero le dije que estuviera tranquila, que no me moriría, que me salvaría", rememora. Se subió a una furgoneta llena de desconocidos. Quería ir a Europa. Dice que debía tener 17 años porque cumplió los 18 durante "el viaje". Así llama al via crucis vivido, tan común.

Effah Kingsford, más conocido como ‘Sisplau’, aficionado del CF Girona y originario de Ghana, en el campo de Montilivi.

Effah Kingsford, más conocido como ‘Sisplau’, aficionado del CF Girona y originario de Ghana, en el campo de Montilivi. / Jordi Cotrina

Comenzó por Burkina Faso. Siguió por Níger y Líbia. Y por Argelia, Mali, Mauritania, Senegal y Marruecos, con varios pasos atrás. Habla con crudeza. Se esfuma la sonrisa que le acompaña siempre. "Lo mejor es cruzar las fronteras de noche. Nunca de día. Siempre de noche", dice. Estuvo encarcelado en Libia: "Estábamos muy enfadados porque los policías siempre nos decían que nos dejarían salir al día siguiente, pero nunca cumplían. Hasta que un día nos soltaron como si fuéramos perros". La policía les pegó, pero alguien les aconsejó que dijeran que se habían peleado entre ellos: "Si dices que te ha pegado la policía son más problemas". Durante el viaje les dispararon alguna vez. Y estuvo días y semanas sin comer ni beber. Cuando vio el mar bebió agua del mar, sediento. "Hubo gente que no quiso hacerlo. Yo pensaba: '¿Por qué? ¿Hemos bebido nuestra propia orina y no beberemos agua del mar?'", añade. También intentaron robarles. Escondió lo poco que tenía en su ano.

Llegar a Europa

Inhala. "No se acababa nunca. Pero cuando salí de casa le dije a mi madre que no pararía hasta llegar a Europa. No quería volver a Ghana. En Ghana ya sabía qué había y qué tenía", escupe. En Tánger construyeron su propia patera con martillos y clavos. Después la pintaron y por la noche iniciaron el viaje: "Para entrar en la pantera tienes que quitarte los pantalones y los zapatos. Porque pueden coger agua y caería dentro de la patera y podría hundirse. Entramos en calzoncillos y dentro nos volvimos a vestir". "Pensé: 'Dios, ya estamos en el mar. Ahora estoy en tus manos'. Ahí pensaba que solo tenía dos opciones. Llegar o morir. Vivir o morir. Y me decía que tenía que vivir sí o sí para conocer Europa", subraya. Todos rezaban. Admite que fueron las peores 18 horas de su vida. Tenía un cubo para ir sacando agua del bote, mientras a su alrededor decenas de personas vomitaban del mareo y del pánico: "Antes de salir un patrón me había dicho que bebiera tres veces agua del mar con la mano para no marearme".

Cuando vieron tierra pidió calma a la gente. "'Esto ya es Europa, pero si ahora no vigilamos podemos morir'. Ahí piensas que ya has llegado, pero si uno se levanta, el barco vuelca y se cae todo el mundo. Hay que ir poco a poco", cuenta. Dice que fue el último en salir y que cuando pisó Europa notó "una felicidad increíble": "Fue más que ir a la Champions". Le dieron una tarjeta para llamar. No había olvidado el número de casa. Sus padres ya le habían dado por muerto porque hacía más de un año que no sabían de él.

 De Fuerteventura voló a Madrid y después llegó a Girona, en verano de 2005: el Girona acababa de bajar a Tercera. El día que fue a apuntarse al paro, víctima de la crisis, le dieron una entrada para ir a Montilivi. El día 21 de noviembre de 2009 vio desde el gol sur cómo el Girona, ya en Segunda, ganaba al Cádiz (4-0). "Fuimos con un amigo, Antoni, y yo le preguntaba cómo podía ser que la gente estuviera tan callada, tan dormida. En el fútbol no tenemos que esperar a que nuestro equipo marque para gritar. El fútbol no es esto. El fútbol es una fiesta. Aquí venimos para olvidar los problemas y para pasarlo bien". Al final del partido alguien del club le pidió que repitiera. Y ahí sigue.

Effah Kingsford, más conocido como ‘Sisplau’, aficionado del CF Girona y originario de Ghana, en el estadio de Montilivi.

Effah Kingsford, más conocido como ‘Sisplau’, aficionado del CF Girona y originario de Ghana, en el estadio de Montilivi. / Jordi Cotrina

"El Girona me hace feliz. El Girona hace feliz a toda la ciudad. Ahora toda Europa y todo el mundo sabrán qué es Girona", dice. El Girona ha inscrito su nombre con letras de oro en la historia del fútbol español, dinamitando récords propios y ajenos: es el club que ha necesitado menos cursos en Primera para ir a la Liga de Campeones (4), entre tantos otros honores. Sisplau sueña con un título, como Míchel. Presume de hijos, cuatro, y presume de que conocen el himno del Girona. Reivindica que él ya se imaginaba que el Girona no sufriría siempre y que poco a poco las cosas irían a mejor. Parece que también hable de él y de su propio camino.

¿Que qué gran club europeo le gustaría que visitara Montilivi la próxima temporada? "Todos. Podemos ir pasando rondas y así vienen todos. Y que la final sea aquí", añade. Y sube el bombo a la moto, una vieja scooter, abre gas y se pierde calle abajo. La bandera de Ghana que le acompaña siempre ondea. Hijo de Nkoranza, sonríe en Girona.

Suscríbete para seguir leyendo