LA PROTESTA DEL TÉCNICO

Jonatan Giráldez protesta tras el triunfo de la Champions: "Habrá gente que subirá al carro"

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Jonatan Giráldez, enardecido, con el trofeo de campeón de la Champions.

Jonatan Giráldez, enardecido, con el trofeo de campeón de la Champions. / Luis Tejido / Efe

Joan Domènech

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Jonatan Giráldez se va del Barça con el hito histórico de ser el entrenador que logra el pleno histórico de los cuatro títulos conquistados, el guía de la temporada perfecta. La Champions puso el deseado broche también a su etapa en el banquillo azulgrana. Con un botín de 10 trofeos en 12 competiciones sentía la enorme satisfacción de un logro "imposible de mejorar".

Al sentimiento de felicidad y plenitud inenarrable con palabras, sí acertó a expresar el fastidio contenido durante media temporada: desde que trascendiera en público y luego reconociera él, que había llegado a un acuerdo con el Washington Spirit, equipo de la primera división estadounidense de fútbol. El club es propiedad de Michele Lang, que a su vez está asociada a la propiedad del Olympique de Lyon.

"Hubo muchas críticas desde que comuniqué que me iría, comentarios como que si trabajaba en dos lugares y el rendimiento del equipo bajaría..."

Jonatan Giráldez

— Entrenador del Barça

Dolor acumulado

Giráldez acumuló una dosis de dolor que vertió en público sobre el césped de San Mamés, ya con la copa paseando de mano en mano. "Hubo muchas críticas desde que comuniqué que me iría, comentarios como que si trabajaba en dos lugares y el rendimiento del equipo bajaría...", recordó el técnico gallego, que blandió el trofeo, el cuarto de la campaña, para protestar y reivindicar su labor y su integridad. "Hemos seguido haciendo lo mismo desde el primer día y tomando las decisiones que creíamos mejores para el equipo", añadió.

Pero lo ha visto, leído y escuchado lo tenía muy interiorizado, aunque dijo que no le había molestado ni tenía ninguna espina clavada. Aunque lo pareció. "Habra gente que se subirá al carro ahora, pero sé cómo funciona esto. Hay mucha mala intención por parte de mucha gente", dijo, sin aclarar de qué hablaba ni por qué motivo ni identificar a los causantes de su fastidio.

La satisfacción de Giráldez se completaba con el primer triunfo sobre el Olympique de Lyon. Recordaba el entrenador que nunca lo había vencido, ni siquiera en un amistoso de pretemporada. Lograrlo en el momento decisivo de la tercera final de Champions que disputaban, y después de dos derrotas precedentes, reforzó su orgullo y felicidad.

"Hemos sido mucho mejores que nuestro rival, hemos tenido más ocasiones, hemos defendido mejor, hemos tenido más posesión... Lo que más me gusta es cómo hemos jugado. Ha sido una victoria merecida y habla muy bien del trabajo que se ha hecho", concluyó.