Atletismo

Entrevista al legendario atleta Edwin Moses: "No necesité entrenadores, yo era más inteligente que ellos"

El doble campeón olímpico estadounidense, que presenta su filme autobiográfico, dominó los 400 metros valla durante una década en la que ganó 122 carreras consecutivas

Edwin Moses, leyenda del atletismo, especialista en los 400 metros vallas, presenta su libro ‘Moses 13 steps’.

JORDI COTRINA

Jordi Grífol

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Las vallas no podían con Edwin Moses (Dayton, Estados Unidos, 1955). Tampoco sus rivales, aunque asegura que nunca corrió contra ellos. Moses estuvo 9 años, 9 meses y 9 días ganando en los 400 metros vallas: 122 carreras consecutivas sin que nadie le pudiera derrotar. Ganó dos oros olímpicos (Montreal 76 y Los Ángeles 84) - no pudo participar en Moscú 80 por el boicot americano -, un bronce en Seúl 88 y dos campeonatos del mundo. Su récord (47,02 s) estuvo vigente hasta los Juegos de Barcelona 92, donde Kevin Young se lo arrebató.

"Primero tengo que hacer la entrevista", les dice Moses a unos congresistas que le piden fotos. El actual presidente de la Agencia Antidopaje de los Estados Unidos y de la Academia Laureus se sienta en un sofá y atiende a EL PERIÓDICO, justo después de presentar su película autobiográfica 'Moses 13 Steps' en el 86ª Congreso de la Asociación Internacional de la Prensa Deportiva (AIPS) celebrado en Santa Susanna. Cuenta que el filme, que saldrá en breve, mostrará también "otras partes de su vida más allá de la pista".

No todos los corredores pueden ser vallistas.

No todos los corredores quieren ser vallistas (ríe). No es fácil, porque te puedes caer y te puedes hacer daño. He visto gente romperse la cara y los dientes... Eso no pasa en el más alto nivel, pero la gente se lesiona todo el tiempo, los brazos, las muñecas... Yo nunca me lesioné, tal vez me hice algún corte.

¿Cómo se inició usted en ello?

Tuve la oportunidad cuando era muy joven y nadie quería probar las vallas. Levanté la mano y lo probé.

Nadie esperaba que ganara el oro en Montreal 76. Y lo hizo con récord mundial.

Estaba completamente seguro que lo iba a hacer, al 100%. Antes de la carrera predije que iba a ganarla e iba a romper el récord mundial. No sabría explicarlo, simplemente sabía de lo que era capaz.

Ganó 122 carreras consecutivas durante 9 años, 9 meses y 9 días. ¿Se sentía invencible?

Claro. Tienes que pensar de esa manera si eres deportista. También los que no ganan salen a la pista y quieren ganar.

Se enfrentó a buenos rivales como Harald Schmid, Danny Harris, André Phillips... ¿Cuando los veía en la pista sabía que los iba a superar?

No me importaban. Ni siquiera pensaba en eso. No estaba corriendo contra ellos, estaba corriendo contra las vallas.

"No era de coches grandes, relojes ni ropa de lujo. Nunca necesité un Maserati o un Ferrari, algunos deportistas quizás sí"

Schmid le ganó en Berlín en 1977, fue la última derrota antes de la gran racha. Ese día dio 14 pasos antes de llegar a la décima valla.

Eso fue un error, fui lento en esa carrera. Nunca jamás me volvió a ocurrir. Siempre hice los 13 pasos entre valla y valla.

¿Tuvo algún miedo durante ese periodo ganador?

No. ¿De qué podía tener miedo? Lo peor que me podía pasar era perder una carrera, y nunca pensé en la derrota.

Edwin Moses, durante la entrevista con EL PERIÓDICO

Edwin Moses, durante la entrevista con EL PERIÓDICO / Jordi Cotrina

Fue una de las primeras grandes estrellas del atletismo. ¿Cómo manejó el éxito, el dinero...?

Tenía un equipo de asesores a mi alrededor, y sabía lo que estaba haciendo. Para mí no era un tema de ego, coches grandes ni relojes ni ropa de lujo. Nunca necesité un Maserati o un Ferrari, algunos deportistas quizás sí. Algunos, si vienen de entornos más desfavorecidos, le compran una casa a su madre... yo nunca tuve ese tipo de problemas.

Actualmente, hay deportistas que paran para cuidar de su salud mental. Eso antes no ocurría.

Es generacional. Antes no existía el concepto de salud mental ni había psicólogos deportivos ni nada de eso. Entonces, los deportistas simplemente abordaban los problemas, del tipo que fueran, y seguían adelante.

"Era un avanzado a mi tiempo. Cuarenta años más tarde me doy cuenta de que estaba haciendo cosas que hoy en día todavía hay deportistas que están descubriendo"

¿Qué necesita un atleta para ser exitoso?

Afortunadamente para mí, era científico, y tenía mucho conocimiento de laboratorios, objetividad, investigación, manejo de datos y demás. Eso me dio una ventaja respecto a la mayoría de atletas, que nunca pensaron en la ciencia.

Leí que tuvo un compañero de habitación que era bailarín de ballet y que eso le ayudó.

Sí, aprendí mucho de él. Lo que él hacía, saltar en el aire, es muy similar a saltar vallas. Me ayudó a mejorar en aspectos como la dinámica, potencia, estiramientos, flexibilidad y creatividad.

Era un avanzado a su tiempo.

Lo era. En ese momento sentía que estaba haciendo lo que era necesario. 40 años más tarde, me doy cuenta que estaba haciendo cosas que hoy en día todavía hay deportistas que están descubriendo.

Ahora hay atletas que disputan muchas competiciones al año. ¿Lo tienen más complicado para permanecer en lo alto durante mucho tiempo?

No lo sé, no pienso en lo que hacen los atletas hoy en día. Yo no tenía a todo un equipo detrás de mí, tuve que entrenarme y hacerlo todo por mi cuenta. Ahora tienen entrenadores, psicólogos... unas cinco o seis personas detrás. Parece que debería ser más fácil que por lo que tuve que pasar yo.

¿Nunca necesitó un entrenador?

No. Aprendí haciendo. Era más inteligente que los entrenadores.

El presidente de World Athletics, Sebastian Coe, tiene planeado hacer una serie de cambios para hacer más atractivo el atletismo. ¿Hacia dónde se dirige el atletismo?

Las ideas de las que hablan ahora ya las planteaba yo hace 30 o 40 años. Sobre el profesionalismo y que los atletas cobren en los Juegos Olímpicos, yo mismo propuse eso cuando estaba en la Comisión de Atletas. Así que tuvieron que pasar todos estos años para que haya un intento de hacer que el atletismo sea más profesional. Pero creo que hay mucha presión en World Athletics porque los atletas quieren más, quieren un trozo más grande del reparto, así que tiene que haber algun tipo de respuesta.

"Ni siquiera yo pude ganar siempre. La persona que ganaba continuamente tampoco pudo ganar siempre"

Las últimas décadas han estado marcadas por una gran cantidad de casos de dopaje en el atletismo. ¿Cuál es su visión sobre ello?

Todavía estoy presidiendo la Agencia Antidopaje de los Estados Unidos, así que no quiero hablar mucho de eso. Es demasiado controvertido.

Volvamos a su carrera deportiva, pues. Su racha acabó en 1987, cuando quedó segundo en Madrid por detrás de Danny Harris. Cuenta que ese día estaba enfermo.

No tenía que haber corrido ese día. Sufrí una intoxicación alimentaria en Bolonia y llegué a Madrid tres o cuatro días antes de la carrera. No tenía que haber corrido pero lo hice, y corrí bien, el problema fue que golpeé la última valla con el talón. Esa última valla, eso fue todo. Si no la hubiera golpeado, hubiera ganado esa carrera.

¿Cómo se sintió después?

Estaba cansado. Siempre perdía hasta que gané, y luego estuve ganando por un largo periodo de tiempo. Pero antes del oro de Montreal 76 siempre solía perder. Terminar segundo una carrera no es nada malo. Simplemente, te vas de la pista y te preparas para la siguiente. Ese año tenía unas cuantas grandes carreras, y las gané todas [fue campeón del mundo en Roma], con lo que no me importó demasiado esa carrera en particular. Le importó más a los periodistas y los aficionados que a mí.

Ser segundo o conseguir un bronce como el de Seúl 88 no es perder.

No. Es parte del juego. Ni siquiera yo pude ganar siempre. La persona que ganaba continuamente tampoco pudo ganar siempre.