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Las apuestas ilegales retan al mundo del deporte

La NBA veta de por vida a Jontay Porter por hacer trampas

“Es como una droga”, explica Aaron Cortés, tenista español sancionado 15 años

Hacienda lanza un aviso a los que apuestan 'online'

Sandro Tonali.

Sandro Tonali. / EFE

Roger Pascual

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Las apuestas siempre han estado presentes en el deporte. Y con ellas, la sombra de la duda sobre los que se mueven en un terreno de juego. El ‘boom’ de las apuestas ‘online’ ha sofisticado e internacionalizado el mercado. Desde Barcelona se puede apostar por el resultado de un partido de críquet en Bangladés o en una carrera de caballos en Londres. La bolsa de dinero crece y con ella la tentación de adulterar el deporte. Ante esto, las ligas y federaciones intentan aplicar mano dura para evitar que los jugadores caigan en la tentación del dinero fácil. Como experimentaron el mes pasado Jontay Porter, sancionado de por vida por la NBA, o Aaron Cortés, tenista alicantino inhabilitado 15 años.

La NBA anunció el 17 de abril que la severidad de la sanción al jugador de los Raptors, de 24 años, era para preservar “la integridad” de la competición. Los jugadores de la NBA tienen prohibido apostar tanto en la NBA, en la WNBA y en la G-League. De las 1.000 apuestas de Porter, 13 fueron en la NBA, aunque en partidos en los que no jugaba. Pero ese era el menor de los problemas. Las alarmas saltaron al detectarse una actividad inusual de apuestas contra el rendimiento individual de Porter en dos partidos de la NBA. En ambos duelos se marchó sin anotar a los pocos minutos de juego, alegando dolor en el ojo ante los Clippes y en una enfermedad ante los Kings. Un conocido suyo, al que habría dado el soplo, se jugó 80.000 dólares a que el ala-pívot no lograría más de 7 puntos. Habría ganado 1,1 millones de dólares si la casa de apuestas no hubiera detectado y denunciado las anomalías que han llevado a la exclusión de Porter.

Los cimientos de la NBA ya temblaron cuando el FBI empezó a investigar a Tim Donaghy, árbitro desde 1994 hasta 2007, por haber adulterado encuentros de la mejor liga del mundo. Pese a que alegó haber sido victima de la extorsión de un clan mafioso que le obligó a emponzoñar la competición, en 2009 fue condenado a 15 meses de prisión por haber amañado, al menos, 40 partidos entre 2006 y 2007. 

Sombra en el Calcio

El fútbol también se ha visto sacudido con fuerza por esta lacra. Sandro Tonali, internacional italiano por el que el Newcastle pagó el pasado verano 55 millones de libras, fue inhabilitado en octubre durante 10 meses por apostar en partidos de fútbol, incluyendo algunos donde él mismo jugaba con el Milan. El agente de Tonali alegó que su cliente tiene un problema de “adicción a las apuestas” y parte del acuerdo con las autoridades incluyó ocho meses de rehabilitación.

Una semana antes de la sanción de Tonali también le cayeron siete meses de inhabilitación a Nicolò Fagioli, jugador de la Juventus. En Italia, los futbolistas tienen prohibido apostar en cualquier competición organizada por la FIFA, la UEFA o la Federación Italiana. Hacerlo puede comportar una sanción de hasta tres años. Duras sanciones motivadas por el escándalo del ‘caso Totonero’, la quiniela negra, que salpicó a varios equipos en 1980. Milan y Lazio fueron descendidos a la Serie B y entre los sancionados figuraba el mítico Paolo Rossi, que estuvo dos años inhabilitado antes de conducir a Italia a la gloria en el Mundial España en 1982. 

Escándalos en la Premier

Tonali no es el único jugador de la Premier inglesa que ha sido reprendido por juego sucio. Joey Barton fue castigado en 2017 con 18 meses de suspensión tras reconocer haber apostado en 1.260 partidos. Tras argüir, como Tonali, que era adicto al juego, el centrocampista del Burnley se defendió diciendo que “el 50% de los jugadores en Inglaterra apuestan porque es algo culturalmente arraigado”.

Ivan Toney atravesaba el mejor momento de su carrera cuando, en mayo de 2023, todo se fue por la borda. Hacia solo dos meses que había debutado con la selección inglesa y solo Haaland y Kane habían marcado más goles que él en la Premier cuando fue condenado a ocho meses sin competir. El delantero del Brentford admitió haber apostado 262 veces entre 2017 y 2021, incluyendo apuestas contra su propio equipo (aunque él no jugara).

Balonmano, críquet, tenis

Más allá del fútbol y del básquet, los amaños de partidos han alcanzado prácticamente a todos los deportes. Tenis de mesa, hockey sobre hielo, ciclismo... todos se han visto salpicados por la mano negra de las apuestas ilegales. 

Ser el símbolo de la selección de balonmano francesa no le bastó a Nikola Karabatic para librarse del castigo. La justicia francesa condenó en 2017 al exbarcelonista a dos meses de cárcel y una multa de 10.000 euros por el amaño del Montpellier-Cesson. El mejor jugador de la historia del balonmano y su hermano militaban en el campeón Montpellier y decidieron apostar contra su equipo en un encuentro que se pagaba 45 a 1. A través de familiares, entre ellos la mujer de Karabatic, varios miembros del equipo se jugaron 1.500 euros con los que se embolsaron 300.000

En Pakistán, donde el críquet es casi una religión, hubo una tremenda conmoción después de descubrir cómo había perdido su selección ante Inglaterra en 2010. Un periodista inglés se hizo pasar por un apostante que pagó casi 200.000 euros a un intermediario que predijo los tres errores que cometería Pakistán y en qué minutos exactos. El capitán Salman Butt, Mohammad Asif y Mohammad Aamer pasaron por prisión después de que se demostrara que llegaron a cobrar más de un millón de euros por sus errores. 

La ATP no dudó en sancionar de por vida al tenista serbio David Savic y al austriaco Daniel Koellerer. Tampoco volverá a competir el español Aaron Cortés. A sus 29 años, tras haber llegado a estar en el 955 de la ATP, fue sancionado el 9 de abril por alterar 35 partidos entre 2026 y 2018. Aunque estaba ya retirado, la sanción de 15 años le impide no solo jugar sino ejercer como entrenador. “Lo peor que hice fue meterme en esto, dejarme influenciar por esta gente para ganar un dinero que al final no te está ayudando tampoco”, explicaba el alicantino a Infobae. “Al final, esto es como una droga”.

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