¿Por qué hemos de creerles? Laporta y Xavi se quedan después de mentirnos a todos

Gracias. Se lo anuncié. Les he ido contando, paso a paso, lo que iba a ocurrir. Miren, uno tiene ya 72 años y me eduqué, crecí y aprendí de papá, uno de cuyos consejos siempre fue: “Emilio, que nunca te tomen por tonto”. Creo que Ferran Reverter, el de Media Markt, cuyo dedo nos señaló el camino, pensaba lo mismo.

Era muy fácil acertar, demasiado. Pese a lo mucho que nos han engañado y mentido, pese a lo mucho que nos han manipulado y engatusado, pese a lo zalameros que han sido con determinada prensa, que ya ha escrito que esta decisión (¿decisión?) es lo mejor para el Barça, ustedes y yo sabíamos que esto iba a terminar así.

Y les diré por qué. Porque todos son la misma cosa. Todos: Joan Laporta, Rafa Yuste, Alejandro Echevarría, Deco, Enric Masip, Xavi Hernández, Òscar Hernández…todos son familia. Por eso se reunieron y lo decidieron todo, que es nada, en el ático del presidente. Son tan familiares, les importa tan poco el club, el Barça, su reputación, su imagen, que lo resuelven con un whisky en casa de Laporta. Así son ellos. Familias.

Fin del vodevil, o no

¿Quieren saber algo más? Lo que se decidió ayer en ese ático no fue que Xavi cumplirá su contrato. No. O no solo eso. Lo que se confirmó ayer es el asalto del cuñadísimo a la presidencia del Barça. Echevarría, que es quien sugirió lo que había que hacer. “No se hable más: se queda”. Él, un hombre sin cargo alguno en el club, de quien jamás se ha explicado ni su presencia, ni su trabajo, fue quien acabó con este vodevil. O no. Faltan seis jornadas.

Hace mucho tiempo, demasiado, que el Barça vive instalado en el ridículo. Hace mucho tiempo que el Barça y sus dirigentes son un permanente meme. Tanto, que el clásico del domingo acabó con la mayor humillación que club, presidente y técnico alguno pueden sufrir: con 77.891 gargantas cantando, en plan cachondeo, claro, “Xavi, quédate”. Y han terminado ganando. Y, luego, por si no hubiesen provocado suficientes risas, va el presidente y ante una cámara (más bien pareció un móvil) y después de pagar durante años al segundo de los árbitros, va y vomita sobre los colegiados y la competición. En serio, tápate un poquito.

Pero ¿por qué se van a sentir ridículos, si creen que lo están haciendo de maravilla? Y, ahí, vuelvo a papá: “Emilio, todo el mundo debería tener un video de su vida y pasárselo de vez en cuando para ver quién era, qué dijeron y cómo se han comportado”. Da igual, papá, hay gente que ha tirado el video de su vida al mar y, como no leen, tampoco tienen recuerdos.

“Tenemos la necesidad de explicar las decisiones que estamos tomando y la hoja de ruta para que los aficionados sepan por dónde vamos”, dijo Laporta el 29 de mayo de 2021. Dijo más: “Conmigo de presidente no hay temporadas de transición. Antes, si se perdía, no pasaba nada, pero conmigo perder tendrá consecuencia”. Más memes, más burlas, más mentiras, como aquel “si me votáis a mí, Leo Messi seguirá, los otros dos no saben cómo hacerlo”.

¿Por qué hemos de creerles si se pasan el día mintiéndonos? Pero no solo Laporta, no. Xavi también nos ha mentido. Y mucho. El técnico fue tan atrevido, tan osado, que ni siquiera ha dado la cara para decir que se ha arrepentido de todo lo dicho. Peor, mucho peor, se atrevió a llamar mentirosos a dos periodistas, a los que amenazó con demandas, que jamás presentó.

“Conmigo de presidente no hay temporadas de transición. Antes, si se perdía, no pasaba nada, pero conmigo perder tendrá consecuencia”

Joan Laporta

— Presidente del FCBarcelona

“Lo que no voy a tolerar es la mentira. ¡Es el momento de decir basta a las mentiras!”, dijo el pasado 29 de marzo. ¿Y, ahora, qué hacemos los demás? ¿Nos querellamos con Xavi porque nos ha mentido? Lo mejor será dejar de creer en ellos dos, en el presidente y en el entrenador. No son de fiar. Son, repito, de la misma familia y ambos han decidido agarrarse al cargo, al sillón, porque se pasan la vida tapándose el uno al otro. Xavi es feliz con un presidente que dice ser su colega y el técnico no molesta al presidente y traga con todo. ¡A saber qué dicen de nosotros cuando se abrazan en el campo Tito Vilanova y se cuentan chascarrillos al oído!

“Lo que no voy a tolerar es la mentira. ¡Es el momento decir basta a las mentiras!”

Xavi Hernández

— Entrenador del FCBarcelona

Jordi Basté contó anoche que la junta se cerró con el mandato de aceptar la dimisión en diferido de Xavi y acabar su ciclo el próximo 30 de junio. Y, pocas horas después, en el ático del presidente, Laporta claudicó y aceptó que el entrenador de Terrassa siguiese un año más y cumpliese su contrato.

Yo me creo a Basté ¡vaya que sí! Y, como me lo creo, espero (no deseo, porque todo este vodevil empieza a divertirme, aunque tenga ganas de llorar en nombre del Barça, a quien nadie tiene en cuenta) que hoy mismo, es decir, ¡ya!, siete, ocho, nueve o diez directivos presenten su dimisión. Los habitantes del ático de la Diagonal no les hicieron caso y se burlaron de su decisión.

Cuando me fui a dormir, cuando apague la luz de mi mesita de noche, aún resonaban en mi cabeza aquellas palabras contra mis compañeros: “¡Basta de mentiras!” Aún me acuerdo de aquella otra frase: “Hoy, que anuncio que me voy, me mataréis menos. Si siguiese un año más, me reventáis”.

Se han reventado ellos solos. Y están reventando el club. Como dijo un día el humorista Vicenç Martí, en Versió RAC1, nada más ganar las elecciones Laporta, "deberíamos cambiar el eslogan de 'Estimen el Barça' por el de 'Estimbem el Barça'". Y en ello están las familias.

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