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Jordi Fernández, flamante entrenador de los Nets: “Es un honor representar el baloncesto español, catalán y de Badalona”

El gran hito de Jordi Fernández

Jordi Fernández, este miércoles en su presentación con los Nets.

Jordi Fernández, este miércoles en su presentación con los Nets. / EFE

Idoya Noain

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Dice Jordi Fernández que Badalona es “probablemente una de las mejores ciudades para el baloncesto en Europa y en todo el mundo”. Ahí, en ese lugar donde “los niños y toda la gente puede experimentar el baloncesto en la calle”, es donde él se enamoró del deporte cuando era solo un chaval. Ahora, a los 41 años, es su más brillante embajador.

Fernández, después de 15 años en Estados Unidos, ha sido fichado como entrenador jefe de los Brooklyn Nets. Nunca antes un español había llegado a tal altura en la NBA, la mejor liga del mundo, donde antes que él solo dos serbios habían representado a Europa al frente de un banquillo. Y este miércoles, en el centro de entrenamiento de su nuevo equipo en Industry City, Fernández no ocultaba su orgullo: “Es un honor representar al baloncesto español, catalán y de Badalona”, decía.

Hablaba en la rueda de prensa que la franquicia había organizado para presentarle ante más de dos decenas de periodistas. Y tanto en esa comparecencia como un corrillo posterior con corresponsales el técnico repasaba un camino que ha realizado “paso a paso” y con el que espera poder mostrar a los jóvenes entrenadores que siempre “hay una oportunidad, un camino para cada uno. No tiene que ser de una manera específica”.

Un nuevo capítulo

Fernández delineaba también los objetivos y las metas para este nuevo reto, “el principio de un nuevo capítulo”. “Ganar es extremadamente importante pero lo es también la forma en que queremos hacerlo”, decía sobre su nuevo equipo, lleno de jóvenes y talentosas promesas pero que este año ha acabado la temporada regular undécimo de la costa este, fuera de los play off y con solo 32 victorias y 50 derrotas.

“Queremos un éxito sostenido, de largo plazo”, decía Fernández, que ha mostrado como una de las prioridades retener a Nic Claxton.

El primer objetivo será “intentar hacer una organización mejor para todo el mundo”. Fernández quiere conocer y entrar en contacto con todos, de gerentes y directores a trabajadores de todos los departamentos. Y es algo vital para alguien para quien “construir relaciones es extremadamente importante”; alguien que está convencido de que la NBA “es negocio, pero también es comunidad”; alguien que sabe que “el éxito individual siempre llega por un éxito colectivo”.

Ha dejado claro que para él son más que palabras y frases hechas. En su primera aparición pública como entrenador de los Nets ha asegurado que no estaría donde está ahora “sin Sacramento, sin Canadá”. Hacía referencia al equipo donde ha pasado como entrenador asistente las dos últimas temporadas (después de seis años con los Nuggets) y a la selección que dirige, a la que llevó al bronce en el Mundial del año pasado y con la que este verano irá a los Juegos Olímpicos de París, "un sueño hecho realidad".

Su filosofía también ha hecho que en un  momento especial no olvidara a su familia (su mujer y sus dos hijos pequeños estaban en primera fila) y a sus “padres baloncestísticos”. Uno es el estadounidense Mike Brown, el hombre que lo fichó en 2009 para el desarrollo de jugadores de los Cleveland Cavaliers y que también se lo llevó como asistente a Sacramento. El otro, es el europeo: Sergio Scariolo, a quien asistió en la selección en el Eurobasket de 2017.