¿Y si Xavi está preparando a su hermano Òscar, que lo gana todo, como su sustituto?

Como dice y repite Xavi Hernández, llevamos toda la temporada recordándole que “el partido de mañana sí es decisivo” y él, que sabe que “no hay otro club en el mundo donde debas soportar la presión que soportas en el Barça y eso lo sé yo mejor que nadie” (lo sabe tan bien, que parece que se ha hartado de soportarla), siempre replica a los periodistas que “cada semana me comentáis lo mismo y yo os repito que en el Barça no hay un partido fácil, porque deben ganarse todos”.

Y, mira por donde, en esto sí tiene razón Xavi. En otras cosas, no sé yo, pero que el Barça debe ganar todos los partidos y que, tal vez, quedar segundos en LaLiga es un fracaso, es evidente, transparente, cristalino. Pero también es cierto que después de tanto zarandeo, altos y bajos (primeros 13 partidos y últimos 13: 10 victorias y 3 empates en cada periodo; 19 intermedios, desastre total, con 10 victorias, 2 empates y ¡7 derrotas!), se llega a la semana decisiva.

¡Que viene el 'coco'!

El martes aparecerá el altivo, soberbio, rico y mediático Luis Enrique y su PSG (o el de Catar, perdón), trayendo de la mano al que, dicen, es el mejor jugador del mundo, Kylian Mbappé. Pues esos, ‘Lucho’, Catar Investment Authority y el niño preferido del Real Madrid van a tener que demostrar, eso, su autoridad, pues, hace pocos días, fueron derrotados ¡y bien derrotados! por este Barça en construcción, que, eso sí, su entrenador sigue sin considerar favorito.

Y luego, el domingo que viene (21.00 horas), visita al majestuoso y cubierto Santiago Bernabéu donde igual le espera un Real Madrid eliminado de la Champions y con ganas de poner broche de oro a la conquista de LaLiga. Porque, insisto, no nos engañemos (o que no traten de engañarnos), para Real Madrid y Barça, para Manchester City y Manchester United, para Liverpool y Arsenal, para Bayern de Munich, para el PSG, para Inter, para Milan, los únicos títulos que cuentan, los cetros con los que se salva la temporada y se evita el fracaso (los expertos dicen que la palabra fracaso es excesiva en el deporte, ya, sí, pues que no tengan presupuestos de 1.000 millones de euros) son LaLiga de cada uno, que el MCity no tiene clara, que el MUnited la tiene imposible durante años, que el Bayern ya la ha perdido…y la Champions, aunque más de uno, incluido el Barça, se conformaría con llegar a la final.

Así que sí, que nos hemos pasado la temporada preguntando a Xavi que el sábado se juega el puesto y él diciéndonos que se lo juega cada día. Hasta que se harta y anuncia que se va. Y Joan Laporta le acepta el pulso y, ahora, no tiene remedio, ni solución, ni dinero, ni entrenador.

Y Deco insiste que no tienen ‘plan B’. Y debemos creerle. Y el presidente cree que convencerá a Xavi de que siga. Y Xavi, mientras, insiste en que no hay vuelta a atrás, pero alguno de sus amigos periodistas, que los tiene, cuentan que, antes de cerrar la puerta, ha preguntado (a Deco, no a Masip) qué fichajes tienen pensados para la próxima temporada, pues los otros ya tienen a Mbappé.

Yo, la verdad, lo que no entiendo es por qué tantas dudas. Lo que deberían hacer Laporta, Deco, Masip, Alejandro Echevarria, el tesorero Ferran Olivé, que dicen que también manda mucho, y, cómo no, Manana Giorgadze, la ‘presidenta’ a la sombra (perdón, perdón, me olvidaba de Rafa Yuste), es pedirle a Òscar Hernández, sí, sí, al hermano de Xavi, que, a partir del 30 de junio, tome las riendas de la plantilla culé.

¿Cómo? ¿Por qué?, porque Òscar Hernández es el único entrenador del Barça que ha ganado los seis partidos que ha dirigido en el banquillo ante Valencia, dos contra el Cádiz, Villarreal, Mallorca y Las Palmas. Mejor aún: 7 de 7, pues también ganó al Inter de Miami. ¡Telita! Yo me lo plantearía. ¿No es la gobernanza del FCBarcelona del nuevo siglo un asunto familiar, según Joan Laporta?, pues corramos el escalafón y sustituyamos a Xavi Hernández por su hermano Óscar. Así de fácil. Y un problema menos.

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