Liverpool y Arsenal pierden en casa y ceden el liderato al Manchester City

Semana negra para el Liverpool. A la grave derrota con el Atalanta en la Europa League (0-3) que le privará, salvo milagro, de acceder a la semifinal de la competición, se sucedió otra de igual calibre, aunque reversible. Los rojos cayeron en Anfield, por segunda vez consecutiva, tres días después, ante el Crystal Palace (0-1). La primera repercusión es la pérdida del liderato, que el sábado había pasado provisionalmente a manos del Manchester City, que goleó al Luton Town (5-1).

Semana gris para el Arsenal. No sucumbió en la Champions frente al Bayern (2-2), pero lo tendrá crudo para vencer en Múnich. Jugaba después del Liverpool y disponía de otra oportunidad de situarse en cabeza. Pero también pinchó frente a un adversario peor, el Aston Villa de Unai Emery, que brilló ante su exquipo. El 0-2 hundió al Emirates y certificó el vueclo que ha operado la Premier.

Calendario similar

El City, que comenzó la jornada tercero, se encarama al liderato y lo tiene todo de cara para revalidar el título. Dispone el vigente campeón de dos puntos de ventaja sobre el Liverpool y el Arsenal a seis jornadas del final. Los tres equipos se enfrentan a un calendario similar y terminarán el torneo jugando en casa. El calendario es el siguiente:

El City, que jugará el próximo fin de semana la semifinal de Copa con el Chelsea, visitará al Brighton, Nottingham, Fulham y Tottenham y recibirá al Wolverhampton y al West Ham para concluir. El Liverpool tendrá cuatro salidas: Fulham, el derbi con el Everton, West Ham y Aston Villa y dos citas en Anfield, con el Tottenham y el Wolverhampton. El Arsenal afrontará dos derbis londinenses: tiene al Chelsea, Bournemouth y Everton en el Emirates y jugará fuera ante el Wolverhampton, el Tottenham y el Manchester United.

Desesperado Liverpool

A diferencia del duelo frente al Atalanta, el Liverpool no mereció la derrota. Su desesperado y continuado ataque del segundo tiempo siempre topó con una intervención de Dean Henderson, una pierna de un defensa o la propia impericia de sus atacantes, incapaces de romper el cero en 21 remates a portería.

El Crystal Palace hurgó en la inseguridad inicial del Liverpool y la acentuó a partir de que Eberechi Eze adelantara a los londinenses en el minuto 14. El gol espoleó al Liverpool, que inició una oleada de ataques que se recrudecería durante la segunda mitad, a medida de Jürgen Klopp iba introduciendo piezas de artillería. Inofensivas, al fin y al cabo. El Crystal Palace pudo ampliar la diferencia en un par de ocasiones antes de consagrarse a defender el botín tras el descanso.

Alisson evitó el 0-2 con una excepcional mano a bocajarro frente a Jean-Philippe Mateta, tres minutos después de que Nathaniel Clyne hubiera desviado bajo los palos un tiro de Diogo J con la portería desguarnecida y uno antes de que Curtis Jones, en un contraataque, mandara fuera su oportunidad en un mano a mano con Henderson. En el 91, la pierna de Tyrick Mitchell rechazó sobre la línea el último intento de Mo Salah.

Un Arsenal obtuso

Muchas menos ocasiones dispuso el Arsenal, que cuajó un buen primer tiempo. Las ocasiones llegaron muy forzadas, siempre a través de sus jugadores exteriores. Saka y Gabriel Jesus dispararon al lateral de la red y Havertz disfrutó de una escapada hacia Dibu Martínez, una pieza clave en el Villa, que lanzó fuera.

El descanso operó un cambio en el guion del partido. El once de Birmingham fue adueñándose del campo y sembró la inquietud en la hinchada gunner. El avance fue progresivo. Yuri Tielemans soltó un trallazo que dio en el larguero y el poste (m. 60), y el castigo se consumó en el tramo final, con una aparición de Leon Bailey (m. 84) en el segundo palo a un centro pasado que nadie remató ni desvió y una llegada de Ollie Watkins tres minutos después.

"En la segunda mitad fuimos un poco imprecisos con el balón y no pudimos hacer lo que hicimos en la primera. Perdimos y hay que felicitar al Villa por el triunfo", reconoció Mikel Arteta, lamentando las ocasiones desperdiciadas y que ya no volvió a crear el Arsenal. No fue el único sino de fastidio del técnico vasco. "En cualquier otra liga del mundo, si ganaras tantos partidos seguidos como nosotros, tendrías seis u ocho puntos de ventaja, pero no es el caso en la Premier", explicó, emplazando a sus hombres a "reaccionar". "Para ganar títulos hay que superar estas situaciones", sentenció.