LA INDUSTRIA DEL DEPORTE

El hólding del City, ¿podrá ser rentable?

Guardiola conversa con Haaland en un partido del Manchester City.

Guardiola conversa con Haaland en un partido del Manchester City. / EFE

Marc Menchén

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El Manchester City ha logrado ganar dinero en las tres últimas temporadas. El club de la Premier League ha capitalizado a nivel comercial y de taquilla sus éxitos deportivos, pero sobre todo ha empezado a sacar partido al mercado de traspasos. Y una cosa no menos importante: ha conseguido aligerar su estructura a través del hólding que lo controla a él y a otra docena de clubes en todo el mundo, incluido el Girona FC. ¿Un negocio rentable? Todavía no, y no parece que vaya a serlo hasta dentro de bastantes años. De momento, la inversión asumida por Abu Dhabi y los fondos Silver Lake y China Media Capital ya supera los 1.000 millones de euros en la última década.

En términos de facturación no hay debate. Este modelo convierte a City Football Group en la organización futbolística que más factura en todo el mundo, con casi 1.200 millones de euros en 2022-2023. En términos de rentabilidad, todo apunta a que hará falta más paciencia. El grupo recortó un 19% sus números rojos, pero aun así se dejó unos 131 millones de euros, y eso que el campeón de Premier y Champions League aportó 92 millones en beneficios y el Girona también aportó beneficios.

Dicho de otro modo, la entidad dirigida por Ferran Soriano aún debe dar la vuelta a la cuenta de resultados de prácticamente todos los equipos adquiridos, pues la última temporada acumularon unos números rojos de más de 200 millones. Y ahí es donde surge la duda, más que la incertidumbre. ¿Esos equipos pueden ser autosostenibles por sí solos dentro de la liga en la que están? ¿Su única vía para la rentabilidad es el movimiento de futbolistas aprovechando la estructura metodológica y de scouting del City?

Patrocinadores para todo el grupo

La duda surge especialmente para los equipos en Italia (Palermo FC) y Francia (ESTAC Troyes), dos países con graves problemas económicos en el conjunto del ecosistema futbolístico, en los que operar a pérdida es casi norma para poder competir ante la falta de ingresos relevantes. A excepción de Girona y New York, todos los clubes comprados se mueven en una horquilla de ingresos de entre el millón y los 20 millones de euros por temporada, evidenciando también la importancia de formar parte de este tipo de hóldings para acceder a unos recursos que de otro modo sería imposible.

Otro reto es que la teoría de la agregación de activos funcione. A nivel de eficiencia en costes de estructura está probado que funciona, con personas dando servicio a más de un club. Sin embargo, la plataforma global comercial aún no parece que sea tal en cuanto a captación de patrocinadores para todo el grupo, más allá de Puma.

Los bonus de ganar cualquier competición

Los clubes han competido históricamente por el incentivo deportivo de levantar un título o ascender de categoría dentro de la pirámide competitiva. Y desde hace años también lo hacen con los cada vez mayores incentivos económicos que existen, con fórmulas complejas para entenderlos, pero que pueden suponer un buen salto en lo económico. Y estas semanas lo hemos visto claramente. En la final de Copa del Rey no sólo había en juego el título, sino que Athletic Club y RCD Mallorca sabían que el bonus del trofeo era un billete a Europa League para 2024-2025 que garantizaba al menos 15 millones extra de ingresos por pagos de Uefa -más lo que pudieran apretar a patrocinadores-. FC Barcelona y Atlético de Madrid no sólo pelean por pasar a semifinales de Champions League, sino que en juego también está la plaza de uno de los dos al nuevo Mundial de Clubes. Ya no sólo se juegan los 10 millones de pasar de ronda, sino el bote de 50 millones prometido por FIFA a los participantes. En este caso, ganar ya no es una obligación, sino una necesidad.