LA CONTRACRÓNICA

La contracrónica del Cádiz-Barça: João Félix pone la creatividad

El Barça de los suplentes gana como el de los titulares

Joao Felix ejecuta la chilena que ha significado el primer gol del Barça en Cádiz.

Joao Felix ejecuta la chilena que ha significado el primer gol del Barça en Cádiz. / EP

Albert Guasch

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El Manchester City reservó a Foden, Rodri y Bernardo Silva, entre otros. El Atlético protegió a cinco titulares. El Madrid dosificó a Vinicius, Rodrygo y Kroos, como mínimo. ¿Y el Barça? Salvo Ter Stegen y Cubarsí, que es joven y no se cansa, ninguno de los alineados ayer en Cádiz se presume titular el martes ante el PSG. Sacudida a fondo. Teniendo a tiro las semifinales de Champions, ¿a quién le importaba una Liga que está cuesta arriba? Importaba porque el próximo fin de semana toca visitar el Bernabéu y tampoco era plan de convertir un clásico a la altura de un amistoso en Las Vegas. Pero la prioridad estaba clara. Aun así, el equipo B se bastó para extender la dinámica positiva con una acción acrobática de João Félix. El ánimo alto, pues, de cara a la Champions.  

LA CHILENA DEL PORTUGUÉS. El Barça del Nuevo Mirandilla fue en esencia rocoso y si hubo algunas gotitas de imaginación salieron licuadas de las botas de João Félix. Se vio en el gol, una formidable chilena, o en un disparo que se estrelló en el poste. «Hace dos años hice también una chilena aquí, me da suerte este campo. Vi el balón ahí arriba, lo intenté y me salió el gol», dijo tras el partido. Para celebrar el gol se fue a abrazar a Raphinha, el héroe de París. Lleva el portugués 10 tantos en este curso, 7 en Liga, y 6 asistencias en 37 partidos. A lo tonto, va armando unos números apañados. No está mal para un tipo que ingresó gratis (cedido) sobre la bocina y entre una desconfianza ambiental bastante generalizada. Ingresó un poco a cambio de Dembélé, que se fue por 50 millones y ha marcado solo dos goles con los parisinos. Como comparación, reconforta. 

ELOGIOS DE XAVI. El entrenador azulgrana regaló los oídos a João Félix. «Es un jugador de mucho talento. Está a gusto y sigue estando muy feliz. El gol es un golazo, se lo genera él solito. Entiende muy bien el juego y le dejamos un poco de libertad para que explote su calidad. Lo ha hecho de maravilla».

Vitor Roque, en el Nuevo Mirandilla.

Vitor Roque, en el Nuevo Mirandilla. / EFE

TITULARIDAD DE VITOR ROQUE. Xavi, ausente del campo por sanción, dio la segunda titularidad a Vitor Roque. La anterior también fue en una víspera de Champions (ante el Nápoles). En la previa desveló que a través de un vídeo le están enseñanando a posicionarse, a conocer el sistema, clases tácticas. «Hay aspectos que debe aprender y en eso estamos», dijo. El costoso brasileño de 18 años sustituyó al sancionado Lewandowski y la verdad es que no hizo nada resaltable. Salió al césped como un chucho hiperactivo al que liberan de la correa. Corrió de un lado a otro, dejándose los pulmones, presionando como el meritorio que es. Pero con el balón en los pies, poca cosa. Da la sensación que hasta el próximo curso no se verá el talento que se le presupone. El resumen de su actuación: 62 minutos en pista, 15 toques al balón, un tiro (fuera) y dos balones perdidos. Mucho margen de mejora.

UN BARÇA PARA CORRER. Vitor Roque corrió mucho, ciertamente. También lo hicieron los demás. Fermín, Sergi Roberto, Oriol Romeu, Ferran Torres... Fue un Barça dinámico, pensado para presionar, pero limitado de imaginación. Si acaso, hasta que entraron Pedri y Lamine Yamal. João Félix, al margen, como se ha dicho.

UNA DEFENSA DE HIERRO. El Barça sumó ayer la sexta victoria consecutiva y son ya 13 partidos sin perder. Ya da igual quién juegue (aunque si lo hace Cubarsí el ratio mejora): el equipo, cargado de vitaminas, se ha encontrado a sí mismo y sobre todo se ha cohesionado. Para localizar el último gol recibido por el Barça en la Liga hay que remontarse a Vigo y al 17 de febrero, cuando Aspas hizo diana. A partir de ahí, portería sellada ante el Getafe, el Athletic, el Mallorca, el Atlético, el Las Palmas y anoche el Cádiz. Son 583 minutos sin encajar un gol en la Liga. Un dato de mucho mérito.