Aguirre, 'mister' del Mallorca, utiliza el 'polígrafo' con sus jugadores

El veterano técnico mexicano, de 65 años, somete, cada día, antes del entrenamiento, a una encuesta breve a sus jugadores a través de la cual sabe en qué estado anímico se encuentran, cómo durmieron, qué les inquieta y qué nivel de estrés tienen. "Están todos estupendos para recibir al Real Madrid, sí", señala

El técnico mexicano Javier Aguirre, hoy, en la conferencia de prensa previa a la visita del Real Madrid a Mallorca.

El técnico mexicano Javier Aguirre, hoy, en la conferencia de prensa previa a la visita del Real Madrid a Mallorca. / EMILIO PÉREZ DE ROZAS

Emilio Pérez de Rozas

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No hay nada, absolutamente nada, que enseñarle, que descubrirle, al mexicano Javier Aguirre, 65 años, 13 banquillos distintos, incluidas las selecciones de México y Japón y cerca, muy cerquita, de los 900 partidos dirigidos. No hay nada que contarle, solo debes sentarte a escucharlo atentamente y recibir sus explicaciones con el mismo cariño que él las vierte con su soltura habitual y sinceridad, aunque muchos creen (no seré yo, desde luego) que al Vascole sobra labia. A mí, me parece encantador, conquistador, puede que algo zalamero, sí, pero real y auténtico.

Este viernes, sin ir más lejos, en la conferencia de prensa posterior a su dolorosísima derrota (“listos, ¡ya pasó!, fuimos grandes, competimos, llevamos más de 20.000 fans y les hicimos disfrutar, ahora viene el Real Madrid y es el mejor antídoto para superarnos, para salir adelante”), Aguirre explicó que tuvo que hacer muy poquito, muy poquito, para levantar el ánimo de sus jugadores. ¿Por qué?, sencillo, porque todos saben que hicieron más allá de lo posible, casi logran lo imposible y por eso se levantaron rápido.

Maravillosa final

“Los futbolistas saben que la Copa no estaba en nuestros planes, no era nuestro techo, no era nuestro objetivo, ¡qué va!”, comentó Aguirre en la previa del Real Madrid. “Fue un regalo inmenso, tremendo, para nosotros y para los nuestros. Nos comportamos como profesionales, le pusimos pasión, coraje e ilusión y por poco la conquistamos. Pero lo nuestro es salvarnos de nuevo, sumar los puntos necesarios cuanto antes y nos quedan ocho finales, la primera este sábado ante el Real Madrid, que viene, también, de una semana dura, pero va a pelear los tres puntos. ¡Vaya que sí!”

"La final de Copa no entraba en nuestros planes, no formaba parte de nuestros objetivos. Hicimos felices a nuestros aficionados. Lo nuestro es salvarnos y para ello nos quedan ocho finales. La primera, este sábado, contra el Real Madrid"

Javier Aguirre

— Entrenador del RCDMallorca

Aguirre explicó, con toda la solvencia, determinación y seguridad, que sus muchachos, todos, todos (ni siquiera tiene lesionados), están estupendos y listos para plantar cara al Real Madrid. El Vasco, a preguntas de EL PERIÓDICO, explicó por qué y cómo sabe, a ciencia cierta, que sus chicos están de 10, de 100, de 1.000 tras superar la derrota copera. Él mismo les hace un test cada día antes de saltar al campo de entrenamiento y es así como sabe su estado físico, de ánimo, personal, profesional y deportivo.

“Mire, se lo explicaré porque usted me lo pregunta, no creo que esté desvelando ningún secreto”, me respondió amabilísimamente Javier Aguirre. “Cuando los chicos llegan al vestuario, en la ciudad deportiva de Son Bibiloni, lo primero que deben hacer es rellenar, de su puño y letra e, incluso, puntuarse, respondiendo a una serie de preguntas, que, al final, dan una suma indicativa de cómo está”.

No es, aunque podamos llamarlo así, para que ustedes lo entiendan, un auténtico polígrafo, una máquina de la verdad, un detector de mentiras, no, no, es un cuestionario simple y sencillo. “No es nada del otro mundo, en serio, es, simplemente, para saber cómo se encuentran personalmente, qué nivel de fatiga tienen, qué nivel de estrés, cuál es su estado de ánimo, qué tal durmieron, si les costó más o menos conciliar el sueño... Ellos van contestando y puntúan cada cuestión del 1 al 5 y, al final, claro, sale una suma”.

Aficionados del Mallorca siguen la tanda de penaltis en la plaza de la Reina de la capital balear

Aficionados del Mallorca siguen la tanda de penaltis en la plaza de la Reina de la capital balear / MIQUEL A. BORRÀS / EFE

Y es esa suma la que sirve para detectar cómo están los chicos, especialmente de estado de ánimo, si están o no más o menos preocupados, inquietos. “A veces, de esa suma sale alguna cosa que nos llama la atención, cero alarmas, algo por lo que nos gusta preocuparnos y preguntarles”, sigue contándome el Vasco. “Y, sí, claro, cuando detecto algo especial, raro, significativo tanto por la puntuación de cada cuestión como por la suma total, voy a verlo antes de saltar al césped y le preguntó qué pasó, indago con tacto, pregunto si puedo ayudar, si podemos ayudar, pues somos una familia, sí. Es rascar un poco, no más. Por qué estás enojado, por qué no eres feliz hoy, por qué dormiste menos de lo habitual, por qué estás enojado, qué ocurrió”.

Y, claro, a veces, se detectan situaciones muy especiales. “En efecto, hubo una muy curiosa y, desde luego, no hace falta dar nombres, claro. Uno de nuestros chicos, que siempre solía dar una puntuación estupenda, ese día el total de la puntuación no me gustó, pero nada, nada. Y fui a por él y ¿sabe qué ocurrió? Pues que se acababa de morir su perro, ¡su perro!, y él lo estaba pasando fatal. Un día fue el fallecimiento de su perro y otro, sí, el de un familiar o un problema doméstico. Somos humanos, así es la vida”.

"Y, a través de las respuestas de este pequeño cuestionario, es como sabes que a uno de nuestros chicos se le murió el abuelo o su perro y por eso está triste. Y es ahí cuando tú les das un abrazo gratificador"

Y Aguirre, cual padrazo, levanta la voz cariñosamente, muy, muy expresivamente, como es él, y suelta: “¡Fíjate qué hermoso, qué bonito! Es fútbol y somos guerreros, nos pintaríamos la cara con colores de guerra, nos matamos por nuestro club, por nuestro equipo, por nuestros seguidores, por enfrentarnos al árbitro si hace falta y ese muchacho, ese día, estaba desolado. Normal ¿no? ¡Claro que sí! Se había muerto su perro. Y es cuando le das un abrazo que le sienta de maravilla y le dices: ‘Venga, muchacho, tira ‘palante’, te vamos a ayudar entre todos’. Somos humanos y tenemos problemas, claro”.

No es, ya ven, un polígrafo para sonsacar secreto alguno, no es una máquina de la verdad, insisto, ni siquiera un detector de mentiras, es una manera de preocuparte por los tuyos antes de salir al campo a trabajar intensamente. “Sé que todos los vestuarios afirman ser una familia. Lo sé, lo he oído millones de veces”, señala Aguirre. “No digo que no sea cierto, digo que aquí, en el Mallorca, eso sí es cierto, auténtico, verdadero. Lo somos por cómo nos comportamos, nos tratamos y compartimos el día a día. Lo somos porque nos ayudamos, porque vivimos por conseguir el mismo objetivo, salvar al Mallorca. Es por ello que sé que los chicos han superado la dura derrota de Sevilla. Pero, repito, ellos saben que han sido muy grandes, inmensos y que, ahora, les toca sumar los puntos necesarios, suficientes, para conquistar, esta vez sí, el objetivo real de toda la temporada: salvarnos”.

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