Kilómetro Lanzado

Marta Visa, la mujer que esquía a 214 km/h: "Cualquier error puede hacerte trizas"

En 2022 Marta sufrió un terrible accidente en una competición cuando perdió el control de sus esquís a 160 km/h e impactó violentamente contra la red. Dos años después ha batido su propio récord

Marta Visa en el campeonato del mundo en Vars, Francia.

Marta Visa en el campeonato del mundo en Vars, Francia. / RFEDI

Begoña González

Begoña González

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Hace un par de semanas, la esquiadora catalana Marta Visa (Bellver de Cerdanya, 1981) descendió la pista Chabrieére de Vars (Francia) a 214 km/h. Batió su propio récord y se clasificó quinta en la Copa del Mundo de Esquí Kilómetro Lanzado. "Sientes como cuando sacas la mano por la ventanilla del coche, que el viento te echa para atrás, pero en todo el cuerpo", explica la campeona de España.

Hace cinco años, Marta descubrió esta disciplina por casualidad, como quien dice. "Yo formaba parte del equipo nacional de baches y Robert Puente (coordinador de la RFEDI) y Ricardo Adarraga (el esquiador español más rápido) me contactaron", explica Marta. "Yo no sabía absolutamente nada de esta disciplina, pero me pidieron ayuda porque faltaban mujeres que la practicaran y querían homologar la pista de Formigal para poder acoger un campeonato de España", rememora. Desde entonces no ha dejado de superar sus propios récords.

"Les tuve que pedir que me explicaran absolutamente todo. Hicimos una lista de lo que necesitaba, y me explicaron cómo empezar. Me encantó", asegura. "Cuesta mucho conseguir que haya base, a día de hoy, sigo siendo la única, aunque puntualmente hay alguna otra chica. Cuando se anima alguna que es más joven, al ser un deporte de riesgo, muchas veces los padres ven la competición y se echan atrás", explica.

Marta Visa en Vars, Francia, durante el campeonato del Mundo.

Marta Visa en Vars, Francia, durante el campeonato del Mundo. / RFEDI

Trajes de látex, alerones y casco aerodinámico

A diferencia de otras disciplinas de esquí, en Kilómetro Lanzado, los esquiadores visten trajes de látex aerodinámicos, llevan alerones, un casco que parece alienígena y descienden con esquís de 2,5m y casi 15 kilos de peso para poder coger la máxima velocidad. "En la ropa de descenso tradicional pasa el aire y eso hace perder velocidad. Nuestro traje de látex es completamente aerodinámico, pero si tocas nieve, coge una velocidad que es imposible de parar, y es muy peligroso en caso de caída porque causa quemaduras de segundo y tercer grado", explica Marta.

Los alerones los diseña cada equipo y posteriormente se ponen a prueba en el túnel del viento para comprobar su eficacia o hacer modificaciones. "Los míos son en forma de ala de avión. Si no lleváramos alerones, el aire, al pasar por detrás de la pantorrilla haría turbulencias y a esas velocidades cualquier pequeño movimiento puede desestabilizarte", asegura.

Marta Visa tras batir su récord de 214km/h

Marta Visa tras batir su récord de 214km/h / RFEDI

Accidente en 2022

Sabe bien de lo que habla. En 2022 Marta sufrió un terrible accidente en una competición cuando perdió el control de sus esquís a 160 km/h e impactó violentamente contra la red. Se seccionó la arteria braquial del brazo, se arrancó el pectoral y se rompió el omoplato. "Prácticamente hasta este año no había recuperado la confianza. Aquel día cometí un error de novata. Me confié, quise frenar antes de tiempo y perdí el control", explica.

"En este deporte, la confianza en ti misma es esencial. Una vez te dan luz verde para tirarte por la pista, no hay escapatoria, no puedes abandonar a media bajada y cualquier error puede hacerte trizas. Una vez saltas tienes que llegar hasta el final", asegura la esquiadora. Aun así, afirma que las competiciones son seguras. "Los jueces valoran tu postura corporal y si ven que muestras miedo, que vas algo levantado o no se te ve bien controlado, no te permiten tirarte en la siguiente manga, porque cada vez saltamos de más arriba y la velocidad y el esfuerzo es mayor", asegura. "La adrenalina que generas en cada salto desgasta demasiado y la seguridad de los comeptidores siempre es lo primero", concluye.