GIRONA-BETIS (3-2)

La crónica del Girona-Betis: Stuani provoca el delirio bajo el diluvio en Montilivi

Stuani firma el 3-2, que le da el triunfo al Girona sobre el Betis en Montilivi.

Stuani firma el 3-2, que le da el triunfo al Girona sobre el Betis en Montilivi. / Pau Barrenat / Afp

Marcos López

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Llovió como si no existiera un mañana en Montilivi. Llovían también los goles de Dovbyk, lastrados luego por los groseros errores de David López que permitían a Willian José reivindicarse con otro par de tantos. La tarde tenía cierto aire fantasmal bajo esa cortina de lluvia que dejó empapados a todos en un partido hermoso, lleno de delicadezas tácticas y, al mismo tiempo, repleto de fallos infantiles. Cuando todo se agotaba, con ese empate que dejaba insatisfecho a ambos, apareció el ángel uruguayo.

Porque en Montilivi los partidos no se acaban hasta que no lo decide Stuani, quien firmó el gol del triunfo después de un excelente centro servido por Miguel, que necesitó contar con la ayuda inestimable de Dovbyk. Con dos ‘nueves’ ganó el Girona un encuentro que le acerca todavía más a la Champions. Y se desató el delirio.

Los jugadores del Betis protestan la entrada de Portu sobre Ruí Silva en el choque contra el Girona en Montilivi.

Los jugadores del Betis protestan la entrada de Portu sobre Ruí Silva en el choque contra el Girona en Montilivi. / Siu Wu / Efe

El partido tenía ritmo, velocidad, intensidad y, al mismo tiempo, por contradictorio que parezca, hasta pausa. Girona y Betis hacen del culto al balón un asunto capital de su filosofía futbolística, sin importar que llueva o haga sol. Y llovió mucho sobre Montilivi en una tarde que no tenía nada de primaveral. Una imponente cortina de agua presidió el inicio del partido, dominada la grada por miles de paraguas con un incómodo viento que hacía todo aún más desagradable.

Un Girona valiente

Pero Míchel logró que su equipo recuperara los rasgos de su identidad, presionando al Betis, quitándole la pelota, dominando el partido, sobre todo en los primeros 20 minutos. Luego, se recuperó el conjunto andaluz. Era un encuentro donde no eran, al inicio, necesarias las porterías.

¿Para qué? Había mucho fútbol entre líneas, con pocas salidas por el exterior, acusando el Girona la ausencia del sancionado Savinho, que se lo miraba todo desde el palco. Yan Couto percutía poco por la banda derecha y solo el ímpetu de Portu por la izquierda desestabilizaba el entramado defensivo diseñado por Pellegrini. Fue un centro suyo, del extremo murciano, cabeceado por Dovbyk el que provocó el penalti del 1-0, al ser desviada la trayectoria del balón por una imprudente mano de Chadi Riad. Penalti y gol del delantero ucraniano, que llevaba dos meses y 10 días (desde 21 de enero), sin festejar ni un solo tanto. Y premio a la eficacia del Girona: primer remate a puerta, primer gol.

Dovbyk es felicitado por sus compañeros tras marcar el penalti que era el 1-0 del Girona al Betis en Montilivi.

Dovbyk es felicitado por sus compañeros tras marcar el penalti que era el 1-0 del Girona al Betis en Montilivi. / Pau Barrenat / Afp

El Betis no quiso quedarse atrás y cuando agonizaba el tiempo añadido (Gil Manzano dio cuatro minutos en la primera mitad) se topó con un regalo inesperado.

De error en error

Un pase de David López que no debía tener peligro alguno se transformó en una asistencia a Willian José, quien, raudo y ágil en la toma de decisiones, anotó el empate, mientras el central del Girona se arrodillaba atormentado, echándose las manos a la cabeza, consciente de la magnitud de tan tremendo fallo.

Unido, además, al momento en el que lo cometió. Le dio la pelota al delantero del Betis, éste firmó el 1-1 y Gil Manzano ordenó el descanso. Una secuencia cruel para David López, mientras los andaluces festejaban ese botín que le habían regalado: primer tiro a puerta y gol.

Dovbyk y Stuani tras el gol del uruguayo en el tiempo añadido que le dio el triunfo al Girona sobre el Betis en Montilivi.

Dovbyk y Stuani tras el gol del uruguayo en el tiempo añadido que le dio el triunfo al Girona sobre el Betis en Montilivi. / David Borrat / Efe

Esa jugada impactó en el arranque de la segunda mitad porque ambos equipos, acusando el desgaste de esos 49 minutos iniciales, por lo que el partido entró en un territorio más calmado. Mandó Pellegrini elevar la presión a sus jugadores, estimulados por el fallo de David López, mientras Míchel exigía personalidad a sus futbolistas.

La lluvia, y con más fuerza, no dejó de caer sobre el césped de Montilivi, que resistió de maravilla esos litros y litros de agua que venían del cielo. No desmoralizó al público, que acudió en masa (eran 12.574 espectadores) para no abandonar al Girona en su camino hacia la Champions, encontrando el premio en el tiempo añadido.

La delicadeza de Dovbyk

Antes y justo cuando el Betis se creía dominador del duelo apareció el sello de Míchel en el 2-1. Un gol que resume, en realidad, toda su idea. Atrevimiento y valentía para sortear la presión andaluza con la conducción de Iván Martín, paso previo a la creatividad de Tsygankov, quien detectó al indesmayable Portu y este, al primer toque, para Dobvyk, quien con otro prodigioso giro de su tobillo izquierdo, como ya había hecho en el penalti, ponía el gigantesco lazón de celofán a una gigantesca jugada.

Gigantesca porque tuvo de todo. Pausa, calma, aceleración y, al final, delicadeza en el remate del ‘nueve’ ucraniano para sellar su decimosexto gol en la Liga, cifras monumentales. Al segundo tanto de Dovbyk llegó, como sucedió en la primera mitad, el segundo error de David López para que Willian José equilibrara el pulso de goleadores (2-2) en una infinita y lluviosa tarde donde iban cayendo jugadores lesionados.

El propio central del Girona se tuvo que retirar al igual que Chimy Ávila. Todo ocurría antes de que Stuani, el delantero a quien Girona debe una estatua, apareciera en el último suspiro del último suspiro para firmar un triunfo de Champions.

La ficha del Girona-Betis (3-2)

Girona: Gazzaniga, Eric García, David López (Stuani, m. 82), Blind, Yan Couto, Miguel, David López, Aleix García, Iván Martín (Juanpe, m. 90+5), Tsygankov (Yangel Herrera, m. 82), Dovbyk (Valery, m. 90+5) y Portu (Pablo Torre, m. 82).

Entrenador: Míchel.

Betis: Rui Silva, Ruibal, Pezzella, Chadi Riad (Sokratis, m. 46), Abner (Miranda, m. 77), Guido Rodríguez, Isco, Pablo Fornals, Fekir (William Carvalho, m. 62), Ayoze Pérez (Chimy Ávila, m. 62, Rodri, m. 83) y Willian José.

Entrenador: Manuel Pellegrini.

Goles: 1-0, Dovbyk, de penalti (m. 36): 1-1, Willian José (m. 45+4); 2-1, Dovbyk (m. 65); 2-2, Willian José (m. 76); 3-2, Stuani (m. 90+2)

Árbitro: Gil Manzano, extremeño.

Tarjetas amarillas: Isco (m. 31); Iván Martín (m. 41); Chadi Riad (m. 45+1); Chimy Ávila (m. 83); Pablo Torre (m. 88); Fornals (m. 90+4); Yangel Herrera (m. 90+6).

Estadio: Montilivi.

Asistencia: 12.574 espectadores.