Fútbol

Nagelsmann revela cómo vivió el suicidio de su padre: "Él quería morir, su decisión era clara"

El seleccionador alemán explica en una entrevista en el diario Der Spiegel cómo le afectó el suicidio de su padre, que trabajaba en el Servicio Federal de Inteligencia alemán

Julian Nagelsmann, seleccionador alemán.

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Julian Nagelsmann (Landsberg am Lech, 1987), actual seleccionador alemán, tuvo siempre a su alrededor el aura de tipo afortunado. Joven prodigio de los banquillos tras su irrupción en el Hoffenheim, primero, y en el Leipzig, después, el entrenador también descubrió la dureza de su profesión durante su etapa en el totémico Bayern, donde permaneció dos temporadas. Pero Nagelsmann, al que siempre le distinguió la peculiaridad de sus decisiones tácticas, tantas veces arriesgadas e incomprensibles para muchos, arrastra también un pesar vital que él mismo ha tratado de exponer en una entrevista concedida al diario Spiegel. En ésta explica cómo vivió con sólo 20 años el suicidio de su padre, miembro del Servicio Federal de Inteligencia alemán.

Se encontraba por aquel entonces Julian Nagelsmann completando un curso de entrenador en el municipio bávaro de Oberhaching cuando uno de los responsables le pidió salir fuera de las instalaciones, donde fue informado por su suegro del suicidio de su padre. "Fue difícil. Mi padre no dejó ninguna nota de suicidio. No hubo explicación alguna", declaró el técnico en la entrevista.

Y continuó: "La forma en que se quitó la vida dejó claro que su decisión era absolutamente clara para él. Para nosotros, para la familia, fue una absoluta mierda, pero aquello me ayudó a saber que mi padre quería realmente morir. Aquello no se trataba de un grito de auxilio, y creo que tengo que respetar aquella decisión que tomó".

Estructura familiar

Echando la vista atrás, Nagelsmann no recuerda episodios familiares complicados que desembocaran en el suicidio paterno, pero sí la tremenda presión que sufría su padre trabajando en la Inteligencia alemana: "Mi padre era una persona muy divertida. Contaba chistes y siempre estaba riendo. Tocaba la guitarra. Cantaba. Le gustaba estar con amigos. La estructura familiar siempre fue buena, y había pocas discusiones entre nosotros. De ahí que esa no pudiera ser la causa, lo que hizo aún más difícil para mí entenderlo. Lo que creo es que fue una combinación por su carga de trabajo y su estado de ánimo general. Se notaba que estaba bajo presión laboral porque no se le permitía hablar de su trabajo. Eso le presionaba mucho, sabiendo además que tenía que tomar decisiones sabiendo que todo el plan podía salir mal. Lo peor de la vida es no tomar decisiones", rememora Nagelsmann.

El seleccionador alemán, además, mantiene cuánto ha aprendido de su padre: "Como entrenador, no pienso demasiado en lo que la gente piensa de mí o en las decisiones que tomo. El valor lo heredé de mi él".