LA SUPER BOWL

Brock Purdy o la importancia de 'Don Irrelevante'

El quarterback de San Francisco 49ers fue el jugador número 262 en ser elegido en el draft: el último de los últimos.

Brock Purdy, el quarterback de San Francisco 49ers, el pasado lunes.

Brock Purdy, el quarterback de San Francisco 49ers, el pasado lunes. / Caroline Brehman

Joan Domènech

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No solo fue el último quarterback escogido. Ni tampoco la última elección de los San Francisco 49ers. Fue el último de la séptima y última ronda del draft de 2022. El último de los últimos. El último de los 262 aspirantes para entrar en la NFL. El sobrante, el resto, la ganga. Ese muchacho que entra en la máxima división del fútbol americano con el sobrenombre de 'Mister Irrelevant', en la frontera entre la indiferencia y el desprecio. Hoy es el quarterback titular de los 49ers.

Brock Purdy, nacido en Queen Creek, suburbio residencial al sudeste de Phoenix, representa el cuento de hadas reversionado del protagonista humilde e insignificante que sale catapultado de la nada hacia el casi todo; el adverbio desaparecerá si bate a Patrick Mahomes, el quarterback y líder de los Kansas City Chiefs, su némesis: el ídolo de masas, primera ronda del draft (10º), dos veces campeón de la Super Bowl, 45 millones de dólares anuales de ficha.

Brock Purdy y Patrick Mahomes, en su encuentro en la 'Super Bowl LVIII Opening Night' el pasado lunes.

Brock Purdy y Patrick Mahomes, en su encuentro en la 'Super Bowl LVIII Opening Night' el pasado lunes. / Caroline Brehmann / AFP

Purdy supo aprovechar las lesiones de Garoppolo y Lance que le auparon a la titularidad.

El camino se allana

La eclosión de Purdy, en apenas dos años, insinúa una historia de superación personal, activada, por supuesto, por un gran rendimiento, y que va acompañada de las dichosas circunstancias que desvían la trayectoria de cada cual. Las que orientaron la carrera del organizador ofensivo fueron las lesiones de los dos quarterbacks que le antecedían. Don Irrelevante era el tercero de la demarcación que ocupaban Jimmy Garoppolo y Trey Lance al empezar la campaña. Los roles estaban repartidos. Lance iba a ser el titular y Garoppolo el segundo, el orden inverso de la anterior campaña (2021).

Jimmy Garoppolo, el quarterback titular de los 49ers cuando llegó Purdy.

Jimmy Garoppolo, el quarterback titular de los 49ers cuando llegó Purdy. / John Mabanglo

Lance se rompió el tobillo (se lo partieron) en un placaje en la segunda semana y se despidió de la temporada; en la decimotercera cayó Garoppolo, que también tuvo que dejar la competición. El peso del equipo recaía, a partir de entonces, en Brock Purdy, que ya lucía el 13 en la camiseta. La primera que le dieron tenía el 262 con el apelativo que corresponde al último de los últimos.

La camiseta reservada para Purdy en 2022 por el número 262 del draft.

La camiseta reservada para Purdy en 2022 por el número 262 del draft. / EP

Los 15 jugadores mejor pagados son quarterbacks, con fichas que oscilan entre los 55 y los 35 millones de dólares anuales; él no cobró ni un millón.

San Francisco, cinco veces campeón (1981, 1984, 1988, 1989 y 1994), finalista en 2020, quedaba en las manos de Purdy, cuya retribución económica le situaba el 56 de la plantilla. En una liga en el que los quarterbacks son los mejor pagados (las 15 primeras fichas son suyas, con ingresos entre los 55 y los 35 millones de dólares), Purdy es el 67 entre sus homólogos de la NFL. Ni un millón (870.000 dólares de salario base) se embolsa Purdy (3,7 millones en cuatro años), que comparte piso con dos compañeros de la plantilla californiana. Es la ficha más baja de la Super Bowl, la 1.406 entre todos los jugadores que han competido en las 32 franquicias.

Operarios pintan las líneas del terreno de juego del Allegiant Stadium de Las Vegas.

Operarios pintan las líneas del terreno de juego del Allegiant Stadium de Las Vegas. / Ethan Miller

Purdy, que comparte piso con dos compañeros, es el 67º quarterback en salario y ocupa el lugar 1.406 en ingresos entre todos los jugadores de las 32 franquicias.

Lesionado y operado

El novato de 22 años saltó al campo y remató el triunfo sobre los Miami Dolphins (33-17) y añadió seis victorias más en la liga regular y otras dos en los playoff hasta la final de la conferencia. Frente a Philadelphia Eagles fue él quien se lesionó en el ligamento colateral del codo.

Dejó el campo, sustituido por el veterano Josh Johnson, que había sido fichado tras la baja de Garoppolo y el jugador que ha pasado por más equipos de la NFL de la historia: 14. Johnson sufrió una conmoción cerebral y Purdy tuvo que regresar al campo sin poder dar pases largos con el maltrecho el brazo derecho y sin evitar la derrota (7-31). Fue operado en marzo.

El año pasado ganó todos los partidos hasta que se lesionó y en su segunda campaña, ya como titular, ha conducido a los 49ers a la Super Bowl.

La final de la revancha

El impacto del ya relevante quarterback propició que la franquicia convirtiera a Purdy en el número uno para 2023. Ahora es él quien tiene suplentes: Sam Darnold y Brandon Allen. El domingo será el primer quarterback titular nacido en Arizona. Sus lanzamientos y sus carreras han conducido a los californianos más lejos.

Después de concluir como líderes en la división del Oeste (12-5), sumaron el título de la Conferencia Nacional tras batir a Green Bay Packers y Detroit Lions, para medirse este domingo a los Kansas City Chiefs, frente a quienes perdieron la final de 2020. Una dolorosa derrota por cuanto San Francisco vencía por 20-7 a siete minutos del final del partido. Mahomes le dio la vuelta (20-31).

Brock Purdy, en la conferencia de prensa del lunes.

Brock Purdy, en la conferencia de prensa del lunes. / Caroline Brehmann / AFP

El desdén

Llegados a la cita de la revancha, cabe encontrar explicaciones a la proyección de Purdy, que aún no puede quitarse la sospecha de ser un mero ejecutor del juego ofensivo, no un verdadero organizador, ni mucho menos un líder. Todavía se le mira con desdén desde fuera. Dentro de la franquicia, siempre disfrutó de la máxima consideración, aseguraba Jed York, el director ejecutivo de San Francisco 49ers.

"Kyle [Shanahan, el entrenador jefe de los 49ers] me llamó y me dijo: 'tenemos que hablar'. Normalmente cuando escuchas esa frase no es algo bueno. 'Nuestro tercer quarterback es el mejor y acabará siendo el primero', me explicó", recordaba York de su primera visita al campus, recién llegado Purdy.

Purdy y Mahomes, en los actos promocionales de la 'Super Bowl LVIII Opening Night'.

Purdy y Mahomes, en los actos promocionales de la 'Super Bowl LVIII Opening Night'. / Caroline Brehmann / AFP

El bueno era el tercero

"Lo recuerda, precisamente, porque no era lo que esperaba oír", corroboró esta semana Shanahan, que ya vio muy pronto que Purdy "era bueno". Y lo vio porque "con un par de repeticiones era capaz de ejecutar cada jugada". Orgulloso defensor del director de juego que le ha conducido a la segunda final, el técnico valoró sus condiciones frente a las reticencias que aún genera.

"El trabajo de un quarterback es gestionar el juego y ejecutar el sistema. No entiendo cómo puede ser eso negativo", replicó Kyle Shanahan, el entrenador jefe de los 49ers. "El sistema es lo que trabajas toda la semana. Pero ninguno es perfecto. A veces, te faltarán respuestas y tendrás que hacer jugadas. Por tanto, si eres un mariscal de campo consistente, serás un gestor del juego, manejarás el sistema y harás jugadas".