Temiendo el 0 de 4, Xavi ha decidido morir matando

Andá pallá Bobo by Emilio Pérez de Rozas

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Emilio Pérez de Rozas

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No es fácil conseguir lo que ha conseguido Xavi Hernández especialmente esta temporada. Y no es fácil porque el mundo del fútbol ha tenido y tiene entrenadores realmente fabulosos, ingeniosos, listos, pillos, con gran verbo e, incluso, con mucha ironía y mala leche, como para convertirse en los auténticos protagonistas del partido.

Pero Xavi ha logrado lo que no ha logrado nadie con anterioridad: que sus conferencias de prensa sean mucho más importantes, ya no digo atractivas, que el partido que se acaba de jugar o, peor aún, que el encuentro que se disputará al día siguiente. Xavi consigue ser más protagonista antes y después de los partidos, que durante los 90 minutos (y pico) de juego.

Un muerto muy vivo

Él suele decir que pasa de todo. Que le importan un pimiento los memes que llenan las redes sociales después de cada conferencia de prensa suya. Estupendo. Hace bien. De la misma manera que no para de decir que los periodistas le mataremos por decir lo que dice. Bueno, deportivamente ya está muerto, él solito se ha matado y despedido. Es evidente que lo que dice no es para dispararle, pero sí para reírse, para convertirse en el hazmerreír del fútbol español. Pero eso, a él y al Barça, les da igual.

Robert Lewandowski celebra su gol

Robert Lewandowski celebra su gol / VALENTÍ ENRICH

Es evidente, cómo no, que tendrá sus seguidores, especialmente dentro del club. Edu Polo, por ejemplo, su asesor de contenidos y declaraciones; Joan Laporta, por descontado; Alejandro Echevarría, su gran valedor y protector; Rafa Yuste, el vicepresidente deportivo que no cesa de decirle que es un genio; Deco, que ve los toros desde la barrera y, probablemente, toda su familia. Y su ‘staff’, claro, que comparte lo de la Liga amañada, adulterada y todo lo demás.

Es evidente que todos ellos piensan en salvar su nombre, el cargo, su trayectoria, su nómina y justificar, sin duda, el temible 0 títulos de 4 que lleva camino de cosechar el Barça 2023-24. Por si alguien no lo ha pensado, ayer los azulgranas jugaron contra un equipo que tiene 1.000 millones de euros menos de presupuesto y es el 12º de LaLiga, lo digo por si alguien cree que los culés derrotaron al Manchester City.

Y anoche, que era un día ¿verdad? apacible, donde Xavi hubiese podido, eso, hablar de fútbol, decir que esos niños (Cubarsí, Fort, Vitor Roque, Fermín y Yamal) son, no solo el presente y futuro del Barça, sino auténticos prodigios futbolísticos, o ponerse una medalla, con razón, con mucha razón, con ese nuevo ‘Busquets’ que ha descubierto en la figura de Christensen, ahora que no tiene a Gavi y desconfía de Romeu, va y vuelve al discurso de cada día, de cada previa, de cada postpartido: lo ve un ciego, esta Liga no la ganaremos, está peligrosamente preparada para que se la lleve el Real Madrid.

Negreira, sí, Negreira

No, peor, mucho peor, conocedor de que él es el auténtico portavoz del Barça, sabedor de que su presidente está encantado con su estrategia, Xavi coge y enarbola la bandera del nos roban y, de la misma manera que Laporta ideó el ‘madridismo sociológico’ para justificar el desastre actual, el entrenador de Terrassa lanza que “estamos pagando lo del ‘caso Negreira’”.

Todo empezó con el sol, siguió con la altura del césped, las medidas del terreno de juego, las defensas rivales, la poca tensión de los suyos, las pérdidas de tiempo de los adversarios, las oportunidades perdidas, los goles encajados en los primeros minutos, las lesiones…..y, al final, recién perdida la Supercopa y la Copa del Rey, oído el discurso del presidente contra todo y contra todos, Xavi, como si quien hubiese pagado más de 7 millones de euros al segundo de los árbitros hubiera sido el Granada o la Real Sociedad, va y dice que están pagando lo del ‘caso Negreira’.

El entrenador del Girona, Míchel, durante el partido de LaLiga EA Sports entre el Girona y la Real Sociedad que se ha disputado este sábado en el estadio de Montilivi.

El entrenador del Girona, Míchel, durante el partido de LaLiga EA Sports entre el Girona y la Real Sociedad que se ha disputado este sábado en el estadio de Montilivi. / EFE/David Borrat

De verdad, ¿qué parte de la historia del ‘caso Negreira’ no ha entendido Xavi, ni Laporta? Puede que ellos crean que no deben pedir perdón a la ‘gent blaugrana’ , avergonzada de semejante comportamiento del 'més que un club', por la chapuza protagonizada por el Barça, puede, pero convertir esos pagos en algo que no va con ellos, siendo el entrenador y el presidente de la entidad que pagó, es ofensivo para la inteligencia y el fútbol español. Como ofensivo es, repito, que Laporta no fuese capaz o no quisiese desvelar, el pasado viernes, en RAC1, quien había firmado el primer contrato con Negreira.

Michel, que sí hubiese podido quejarse anoche del arbitraje de Gil Manzano por anular un gol perfectamente legal de Yangel Herrera en el Girona-Real Sociedad (si utilizasen el VAR en todos los goles, buscando el inicios de la acción hasta encontrar una falta o un fuera de juego, todos los tantos podrían ser anulados, por supuesto), afrontó, con su señorío de siempre, la actuación del colegiado. Se quejó, con razón, de que el VAR interviniese hasta encontrar falta en el gol anulado y lamentó haber sido expulsado “pues no podré estar en el banquillo del Santiago Bernabéu, que es un lugar precioso”. Y punto.

El Girona no ha pagado nunca al vicepresidente de los árbitros durante 18 años, así que no tiene nada que temer.

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