BARRACA Y TANGANA

¡Eureka!

Dos días antes de que el Villarreal visitara al Barcelona, estaba en la redacción y recibí una misteriosa llamada

Barraça y tangana de Enrique Ballester.

Barraça y tangana de Enrique Ballester. / El Periódico

Enrique Ballester

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A veces nos ocurren cosas a las que no damos importancia, en su momento, pero después cobran todo el sentido del mundo. Te paras a pensarlo y hasta dan un poco de miedo. En ese instante revelador atas los cabos de la historia, quizá unos días después y tumbado en la cama, y abres los ojos, levantas un brazo y gritas ¡eureka!

No gritas eureka porque no eres un personaje de un tebeo de los años ochenta, pero bueno, es la idea. Nos entendemos.

A veces nos pasan cosas así. Dos días antes de que el Villarreal visitara al Barcelona, estaba en la redacción y recibí una llamada. Un señor desconocido al que llamaremos Señor Desconocido preguntó por alguien de la sección de Deportes. Dudé medio segundo si decir la verdad o mentir, pero asumí la responsabilidad con gallardía y contesté «depende». El Señor Desconocido dio por válida mi respuesta y procedió a contarme lo que me tenía que contar. Era un asunto de urgencia vital. Nos pidió por favor que hiciésemos saber al entrenador del Villarreal, Marcelino García Toral, que debía salir en Montjuic a atacar. Que tenía que ser valiente. Que solo así podría ganar al Barcelona.

Lo repitió todo varias veces y yo dije sí a todo también, varias veces. Señor Desconocido subrayó que era muy importante que a Marcelino le llegara este mensaje, y yo apunté la posibilidad de que algún compañero se lo contara en la rueda de prensa del día siguiente. Sea como fuere, tras colgar, comenté la misteriosa llamada en la sección de Deportes, más que nada por tener testigos en caso de que asomara algún problema en el horizonte.

"Tenemos que ser valientes"

El caso es que pasé la tarde pensando quién podría ser el enigmático Señor Desconocido. La voz parecía de un señor adulto tirando a mayor. Mi atención sobre el tema creció cuando leí el titular de la rueda de prensa de Marcelino. Un escalofrío recorrió mis entrañas. ¿Qué dijo Marcelino antes de viajar a Barcelona? Esto dijo: «tenemos que ser valientes contra el Barcelona». El entrenador del Villarreal replicó casi al cien por cien el mensaje del Señor Desconocido.

Como soy una persona muy ocupada, medio olvidé todo esto durante unas horas, hasta que terminó el partido del Villarreal en Barcelona. Lo hizo con una goleada histórica: ¡3-5! Nadie puede negar que el equipo de Marcelino fue valiente, que atacó cuando y cuanto pudo, que satisfizo la demanda de Señor Desconocido. El Villarreal, que venía de una situación en la que todo lo que le podía salir mal le salía mal, ganó al aceptar algo que en teoría le perjudicaba: un intercambio de golpes con el Barcelona.

Imaginé entonces a Señor Desconocido fumándose un puro sentado en una mecedora. Señor Desconocido sabía algo que los demás desconocíamos. ¡Eureka! ¿Quién podría ser el Señor Desconocido? Se aceptan apuestas. A veces hay que pensar quién se beneficia de lo que pasa para hallar la respuesta.

La goleada del Villarreal aceleró la crisis del Barcelona. Xavi Hernández anunció después, de una manera bastante extraña, que dejará de ser entrenador a final de temporada. Le conté toda la historia a mi amigo Javier y sugirió algún sospechoso. ¿Es el Señor Desconocido el hermano de Xavi, que ya se ha cansado de este trabajo? ¿Es el entrenador del filial, Rafa Márquez? ¿Es el mismísimo presidente del Madrid conspirando en la sombra?

Prefiero no saberlo. Mi vida podría correr peligro si me entero. Ahora, en el periódico, sufro por si vuelve a sonar el teléfono.

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