EL ANÁLISIS

La contracrónica del Barça-Osasuna: el cambio es Vitor Roque

"Hemos reaccionado y hemos evolucionado en el juego, el equipo ha estado bastante bien", destacó Xavi

João Cancelo, que dio la asistencia a Vitor Roque, festeja el 1-0 del Barça a Osasuna en Montjuïc.

João Cancelo, que dio la asistencia a Vitor Roque, festeja el 1-0 del Barça a Osasuna en Montjuïc. / Jordi Cotrina

Joan Domènech

Joan Domènech

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Era un partido para reaccionar, decía, esperaba, pretendía Xavi, y fue un partido de continuidad, uno más, en el que nada había cambiado. Y nada podía cambiar con un simple anuncio de futuro que no ejerce ninguna influencia en el presente. Los mismos jugadores, el mismo entrenador, el mismo estadio, un rival reciente... El Barça ganó porque lo habitual es que gane. Tan habitual como que cobre otro lesionado.

"Hemos reaccionado y hemos evolucionado en el juego, el equipo ha estado bastante bien", destacó Xavi, feliz por la respuesta de los jugadores y de la hinchada, sin ocultar que acabó sufriendo: "Nos ha faltado calma con el 1-0 y contra diez". Nada diferente. Nada distinto.  

Xavi da instrucciones a Lamine Yamal durante el Barça-Osasuna en Montjuïc.

Xavi da instrucciones a Lamine Yamal durante el Barça-Osasuna en Montjuïc. / Jordi Cotrina

Iñaki Peña aguantó el tercer cero de la portería en 16 partidos; dos de ellos contra Osasuna, el otro fue el Atlético.

El cero de Iñaki Peña

La deseada ruptura de Xavi la provocó Vítor Roque, el futbolista menos utilizado de la plantilla, el único que no había marcado. Ese fue el único cambio, junto con el cero de la portería de Iñaki Peña, el tercero en 16 partidos. Dos de ellos contra Osasuna; el otro fue el Atlético.

Un minuto medió entre la aparición de 'Tigrinho' en el césped para sustituir a Fermín, el sustituto a su vez de Ferran, y el gol que marcó el brasileño al acudir al remate al primer palo. "El gol le irá muy bien para liberarse", destacó Xavi del joven delantero (18 años) tras las ocasiones desperdiciadas en anteriores apariciones.

Vitor Roque celebra su gol, el 1-0 del Barça a Osasuna en Montjuïc tras cabecear un centro de Cancelo.

Vitor Roque celebra su gol, el 1-0 del Barça a Osasuna en Montjuïc tras cabecear un centro de Cancelo. / Jordi Cotrina

Persistía la atonía, sólo interrumpida por el sonar de los tambores y el eco de la alegría del gol, después de que hubieran brotado unos pitos.

Con diez y atacando

Vitor Roque evitó que el ambiente se enrareciera y la (mala) reacción la protagonizara la hinchada, ya que persistía la atonía, sólo interrumpida por el sonar de los tambores y el eco de la alegría del gol, después de que hubieran brotado unos pitos.

Marcó Vitor Roque y dejó a Osasuna con diez, lo que en otros tiempos hubiera significado la sentencia definitiva. Ahora generó que el once osasunista oliera la sangre y tuviera los dos últimos ataques para empatar.

Así de frágil está el Barça. Desde todos los puntos de vista. La acumulación de contratiempos ha excitado la sensibilidad hasta límites insólitos en Montjuïc. En las lágrimas de Ferran tapándose la cara con la camiseta se veía el dolor acumulado por el barcelonismo en el amargo mes de enero que acabó.

Ferran Torres abandona abatido Montjuïc tras sufrir una lesión muscular ante Osasuna.

Ferran Torres abandona abatido Montjuïc tras sufrir una lesión muscular ante Osasuna. / Jordi Cotrina

Ferran representa la desolación

Era tan solo el minuto 4 y el delantero se tumbó en el suelo, señal inequívocamente moderna de una lesión muscular sin una fricción con un rival mediante. La representación de la desolación del que sufre un nuevo golpe, de quien se siente maldito, de la frustración por no poder echar una mano cuando han sido todos invocados a participar en la reacción que ratificará la certeza del mal: el estrés. La imagen en la que todos los culés se veían identificados. Está el Barça para echarse a llorar. "Pero estamos unidos", subrayó Xavi.

“Un partido para reaccionar” era el titular, el lema, la consigna, la esperanza. El sueño. Bastó con ganar. El objetivo se cumplió, convino Xavi.

Torro comete un penalti sobre Vitor Roque que el árbitro no pitó.

Torro comete un penalti sobre Vitor Roque que el árbitro no pitó. / Jordi Cotrina

La tercera peor entrada de la temporada (37.888 espectadores), detrás del Almería (34.471) y el Atlético (34.568).

"Decisión bien tomada"

"La decisión está bien tomada", se ratificaba el entrenador. Deco la catalogó de "decisión personal", mientras se enfrasca en buscarle un sucesor. "Ya pensaremos en eso", despejó el director técnico, sin ningún nombre en cartera.

Confiaba Xavi que la conjura levantaría al equipo del sopor, de la atonía que viene expresando, apenas rota por acciones fugaces, cada vez menos relevantes. Un córner, un desmarque, un mal remate basta para despertar el aplauso. Acciones que capitalizaron Lamine Yamal y Fermín, el sustituto del quebrado Ferran, y los primeros que llamaban a los ánimos a una hinchada silenciosa.

Araujo y Lewandowski acuden al remate al área de Osasuna.

Araujo y Lewandowski acuden al remate al área de Osasuna. / Jordi Cotrina

¿Indiferencia? ¿Rendición? ¿Desinterés? ¿Apatía? Habrá que esperar el análisis del ilustre analista -hay cientos- que emita el diagnóstico. La tercera peor entrada de la temporada (37.888 espectadores), detrás del Almería (34.471) y el Atlético (34.568).