Cisma blanquiazul

Crisis abierta en un Espanyol a la deriva: Ramis salva la cabeza

El relevo de Luis García solo ha ganado 3 de los 10 partidos que ha dirigido a los pericos. El club tantea posibles sustitutos para el técnico, que tendrá una última bala el domingo ante el Levante.

El Espanyol se derrumba ante el Eldense y pone a Ramis en el alambre

Ramis, en un partido del Espanyol en el RCDE Stadium.

Ramis, en un partido del Espanyol en el RCDE Stadium. / RCDE

Raúl Paniagua

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Nueva crisis en el Espanyol. En cinco meses y medio de competición, el club perico colecciona decepciones en un proyecto en Segunda que solo concibe el ascenso como objetivo final. Difícilmente se alcanzará si el equipo sigue a la deriva. Luis García duró 14 jornadas, en las que sumó las mismas victorias (7) que el global de empates (3) y derrotas (4). Luis Miguel Ramis ha conseguido lo que parecía complicado: hacerlo peor que el asturiano.

El tarraconense solo lleva 3 triunfos en sus 10 choques en el banquillo perico, un balance penoso en un conjunto que por plantilla y presupuesto debería imponer su jerarquía. La reciente debacle en Elda (2-3) le dejó contra las cuerdas, pero todo apunta a que salvará la cabeza, al menos hasta el duelo del domingo ante el Levante. Sería su última bala. Si el Espanyol no gana será fulminado.

Nulo avance

El 5 noviembre se produjo la primera convulsión en el curso perico, con el despido de Luis García horas después de empatar en casa con el Eibar. El tropiezo ocurrió el viernes y el domingo se precipitaron los acontecimientos. El exjugador perico no era un técnico del agrado del director deportivo Fran Garagarza, que apostó por Ramis como recambio. Su mayor experiencia en Segunda y un estilo de juego más aguerrido casaban mejor con la filosofía del ejecutivo, pero la realidad ha sido muy distinta. Tres meses después, el Espanyol está como estaba. O peor. El avance ha sido nulo.

Si Luis García fue el 10º entrenador despedido en la era Chen, iniciada en enero de 2016, Ramis está haciendo méritos para ser el undécimo. La última derrota en casa del Eldense (3-2) resultó inadmisible para los hinchas, que pidieron en las redes el despido del técnico.

Una victoria en 7 partidos

La tensión también reina en la cúpula. El consejero delegado Mao Ye y Garagarza debatieron la situación tras el fiasco y ya se tantean posibles recambios para Ramis, que por ahora se mantiene en el cargo. El presidente quiere apurar hasta el máximo para evitar otro gasto y faltan alternativas sólidas. El técnico dirigió este lunes la sesión en Sant Adrià, donde se produjo una reunión a cuatro bandas con todos los protagonistas de la crisis: el CEO, el director deportivo, el técnico y la plantilla.

El equipo solo ha conseguido una victoria en las siete últimas jornadas: 7 puntos de 21 posibles. No ha mejorado en ataque ni en defensa, por no hablar de sus nefastas cifras como visitante. Ni un solo triunfo ha logrado Ramis fuera de casa. Los cinco desplazamientos del Espanyol en su etapa se han saldado con tres empates y dos derrotas, la última en Elda, lugar que se consideraba propicio para romper la mala racha. 

Sin fichajes

El cisma llega en la semana del cierre del mercado de invierno, en el que por ahora no se ha producido ni un solo movimiento en las filas pericas. Sin inversión también es más complicado alcanzar los objetivos. La errática política deportiva de la entidad ha llevado al Espanyol a Segunda en dos ocasiones en los últimos tres años. En sus cinco anteriores descensos logró siempre subir a la primera, pero el objetivo se ha complicado en este curso. 

Es obvio que aún queda tiempo para reaccionar y aspirar al ascenso directo, que está a solo tres puntos. La tremenda igualdad de la categoría ha permitido a los blanquiazules no distanciarse nunca en exceso de esa frontera. Si el equipo fuera capaz de enlazar una racha positiva como la vivida con Vicente Moreno entre marzo y abril en la anterior campaña en Segunda, el panorama cambiaría por completo. 

Vestuario en contra

No parece fácil eso en estos momentos, especialmente con una defensa frágil que ni Luis García ni Ramis han sabido fortalecer. El entrenador, además, criticó abiertamente a sus jugadores tras el fiasco de Elda, cosa que agita aún más la situación.

"No vimos a un Espanyol con ganas de ascender. Nos vamos con vergüenza", apuntó el preparador, dolido por tirar por la borda un 1-2. "No estamos dispuestos a abrirnos una ceja para defender. Yo tengo que hacerles entender eso. Que esto muchas veces se defiende con sangre", agregó. Esas palabras no gustaron nada a un vestuario que también es muy culpable de la crisis que azota al Espanyol.