Anda p'allá, bobo

¿Por qué criticamos tan fácilmente a Rahm, Ter Stegen y Márquez?

Andá pallá Bobo by Emilio Pérez de Rozas

Andá pallá Bobo by Emilio Pérez de Rozas

Emilio Pérez de Rozas

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Hablemos de deportistas, aunque podríamos hablar de cualquier otra profesión, desde políticos a actores, pasando por músicos, magnates, pintores y hasta escultores. Podemos escribir sobre ellos e, incluso, criticarlos, haciendo juicios de valor que, tal vez, no todo el mundo comparta. Es cierto que cuando reflexionas, valoras y enjuicias lo que hacen los demás, por más personajes públicos que sean, no siempre tienes razón.

En los últimos días, en las últimas horas, he notado, no en las redes sociales donde, por fortuna, bueno, por decisión personal, jamás me ha interesado entrar (“no sabes lo que te pierdes”, “un profesional como tú no puede prescindir de ellas”, “la vida está en las redes”….me dicen todos, incluido uno de mis hijos, el otro, no), ciertas críticas y comentarios sobre tres grandes deportistas (seguro que me dejo un montón de casuísticas parecidas, pero me centro en estos tres) que me hacen pensar que, a menudo, no somos justos con nuestras críticas o expresiones. No sé, igual el equivocado soy yo, por descontado.

El cheque de Rahm

Por ejemplo, me escribe un amigo del alma, Juanjo, que vive en Sidney y es, ya se lo digo yo, uno de los mejores cámaras de TV del circuito tenístico profesional. Me cuenta, indignado, bueno, molesto, que Txema Olazábal jamás hubiese firmado por el circuito saudí de golf, es decir por la LIV Golf, la llamada Superliga de golf (¡ésa Superliga sí que funciona!).

“Mira, Emilio, cuando, en 1994, Txema ganó su primera ‘chaqueta verde’ en el Masters de Augusta, a la semana siguiente recibió un talón en blanco ¡en blanco!, en el que podía poner la cifra que se le ocurriese, con los ceros que quisiera detrás, para jugar 18 hoyos con un jeque árabe y Olazábal lo rechazó al instante, ‘porque yo no estoy en venta’, dijo”. Tal vez por eso y muchas otras cosas más, Olazábal fue premio Príncesa de Asturias del Deporte.

Jon Rahm

Jon Rahm / Warren Little / AFP

Me llama otro compañero de profesión, no tan amigo pero de los grandes (a mi entender) y me dice que lo que el Barça y su portero alemán Marc-André Ter Stegen han hecho “a nivel informativo, Emilio, sobre su operación me parece una auténtica vergüenza, porque no tiene sentido tanto hermetismo y secretismo, a mi juicio, innecesario”. Ter Stegen acaba de operarse, al parecer, en la Sports Clinic Bordeaux Marignac, de problemas lumbares, por la doctora Amélie Léglise.

La semana se completa con una charla desenfadada con uno de los especialistas que más saben de motos de la escena mundial, italiano, sí, que muestra su perplejidad porque Marc Márquez haya rechazado decenas de millones de euros, que tenía asegurados por su contrato con Honda y otros muchos patrocinadores personales, para abrazarse a una Ducati ‘satélite’. “Casi gratis. Bueno, gratis no, pero casi, casi. ¡Menuda locura!”.

Jamás, ni a usted ni a mí, ni a (casi) nadie, nos pondrán delante un talón de 550 millones de euros. Está claro lo que haríamos ¿no?

Lo primero que le digo a todo el mundo es lo que me decía mi padre en multitud de ocasiones cuando mostraba mi perplejidad, de muy joven, ante determinadas actitudes de la gente. “Mira, Emilio, es muy fácil opinar, criticar, señalar, cuando tú ¡jamás! te has encontrado en la situación de decidir esto o aquello. Quisiera saber qué decidirías tú si te encontrases en esa tesitura”.

Eres tú quien decide

Y así mismo se lo conté a mis interlocutores. He de reconocer que las tres charlas fueron tremendamente gratificantes, amenas, constructivas. A Juanjo le dije que ni a él ni a mí nos han puesto nunca delante un talón de 550 millones de euros como el que le ha puesto a Jon Rahm. “Ni de 550 millones, ni de 400, ni de 300, ni de 200, ni de 100, ni de 25.000 euros, Juanjo”. Es tu vida, la de los tuyos, perdón, la de las 35 generaciones siguientes. ¿De verdad podemos criticar una decisión así? Diré más: si es porque se trata de dinero árabe, entonces critiquemos al mundo entero, no maltratemos solo al gran vasco de Barrika.

Me parece bien, muy bien, lo que hizo Olazábal, le dije a Juanjo, y también lo de Rahm ¡que caray! Y añadiré o recordaré que, en junio pasado, la PGA Tour, el European Tour y la milmillonaria LIV Golf llegaron a un acuerdo para unificar el golf, pese a que no a todos los golfistas profesionales de la PGA les gustó el pacto. Otro dato más: el talón que le ofrecen a Rahm es 10 veces lo que ha ganado el vasco durante sus siete años de profesional.

Ter Stegen

Ter Stegen / Pau BARRENA / AFP

Respecto al hermetismo que ha rodeado la operación del gran Ter Stegen, por cierto, una persona maravillosa y un profesional íntegro, pensé: ¿Le contamos nuestras operaciones al vecino? Estamos hablando de un tema privado, se trate o no de un deportista y/o personaje público. ¿Por qué debe contar Ter Stegen quién le opera, dónde se opera y de qué se opera? Lo sabe el Barça, lo sabe su cuadro médico y eso es más que suficiente, digo yo, no sé. Podría retransmitir la operación en directo por Youtubé, sí, claro que sí. Estaría en su derecho, pero no lo ha hecho. Y punto.

Y respecto a la decisión del que en Italia es conocido como ‘il canibbale’, Marc Márquez Alentá, solo decir que, supongo, no sé, esas críticas deberían ser a la inversa ¿no?: ole tus que te arriesgas a perderlo todo (no solo el dinero) por ponerte a prueba. Primero, sobre todo, digamos que de ‘gratis total’, nada de nada, como debe ser. Es cierto que el riesgo que asume MM93 es grande, tan grande como la confianza que tiene el ocho veces campeón del mundo en salir airoso del reto que asume al ponerse a prueba para saber, de una vez por todas, tras cuatro años de dolor, operaciones y rehabilitaciones si sigue siendo, o no, el campeonísimo del 2019.

¡Ah! y me olvidaba, papá cerraba su reflexión recordándome algo que le decía su padre: "A quien juzgue mi camino, le presto mis zapatos".

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