Girona 2 Valencia 1

Stuani alarga el increíble sueño del Girona en una heroica remontada

El delantero uruguayo, con dos intervenciones decisivas entre los minutos 82 y 88, proporciona el triunfo del equipo de Míchel frente a un Valencia que se hundió en el ocaso.

Stuani celebra uno de sus dos goles en el triunfo frente al Valencia.

Stuani celebra uno de sus dos goles en el triunfo frente al Valencia. / Lluís Gené / Afp

Marc Brugués

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El cielo se estaba poniendo oscuro. No estaba jugando mal el Girona, pero entre el fútbol tacaño del Valencia y la poca clarividencia en ataque de los de Míchel, parecía que saldría cruz. Pero no. Tampoco. Este equipo tiene tanta fe y tanta confianza que ni en los peores escenarios se rinde. Tanto es así que después del gol del Valencia de Hugo Duro, tras una pifia de David López, el equipo insistió hasta el final. En seis minutos locos (m. 82 i m. 86) entre Couto y Stuani desatascaron el partido. Dos acciones calcadas por la derecha del brasileño acabaron con dos tantos del uruguayo, el segundo con la colaboración de Mosquera, que desataron la euforia en Montilivi. 

Finalmente Dovbyk se recuperó a tiempo y formó parte de un once titular que tuvo en David López la otra novedad. El retorno del jugador de Sant Cugat hizo que el equipo formara con tres defensas en la salida del balón, con Eric Garcia en el lado derecho y con Miguel Gutiérrez jugando bien lejos del lateral.

Prometedores fueron los primeros minutos de partido del Girona. El Valencia dejó ya desde el saque de centro -un pelotazo sin sentido hacia el área gerundense- que renunciaba a la pelota y que venía con la intención de robar y salir rápidamente al contragolpe.

Una primera llegada de Dovbyk y una larguísima posesión hacían frotarse las manos a los aficionados rojiblancos. "Nos lo pasaremos bien", podía escucharse.

No sería tan fácil. La lesión de Yangel Herrera a los diez minutos del inicio empañó el buen comienzo de partido. Míchel se decantó por Pablo Torre para sustituir al venezolano. La interrupción no le fue nada bien al Girona, al que le costó volver coger el ritmo y llegar con peligro. Cuando lo hacía, además, caía a menudo en la trampa del fuera de juego de un Valencia que estuvo a punto de dar un susto a los locales. Fue a través de una transición que Fran Pérez no pudo coronar con gol por poco.

El Girona estaba avisado. Pese a la propuesta rácana del Valencia, éste tenía armas para hacer daño. Y, si podía, lo intentaba.

Con poca fluidez por las bandas, hasta que Tsygankov no comenzó a carburar no volvió el peligro para el Girona. Dovbyk encontraría el camino del gol en una acción que sería invalidada correctamente por fuera de juego. El delantero ucraniano tuvo otra, muy clara, que Mamardashvili resolvió muy bien.

Despiste de David López

En la reanudación, las cosas parecían que volvían a encararse. Savinho se había situado en la banda derecha y hacía lo que quería con Yarek. Y de sus pies nacieron dos buenas ocasiones de Aleix Garcia. El de Ulldecona, aun así, se encontró con la respuesta espectacular de un Mamardashvili inmenso. Sobre todo la segunda, que arrancó los suspiros de Montilivi. Eran los mejores minutos del partido del Girona. Pero un despiste de David López acabó con el 0-1 de Hugo Duro.

El gol dejó tocado al Girona. Sin embargo, con la entrada de Stuani y Couto en el campo, la situación cambió. Dos acciones calcadas por la derecha del brasileño acabaron con dos goles del uruguayo. El segundo, eso sí, después de que colaborara Mosquera. Stuani, de hecho, concedió al futbolista rival la autoría del tanto a la conclusión del encuentro.

Montilivi, en cualquier caso, vivió otro momento de euforia. Y pudo celebrar una victoria que todavía habría podido ser más amplia si el VAR no hubiera negado un tercer tanto a Savinho.

El equipo de Míchel insiste en no moverse de la cabeza de la tabla, aunque tenga que tirar de heroica. Argumentos le sobran para continuar con su sueño.