Fútbol

La guerra moral que divide al antifascista Sankt Pauli: entre el apoyo a Israel y la rebelión internacional propalestina

La escalada de violencia en la guerra entre Israel y Hamás ha generado discordia entre la posición del histórico club antifascista, posicionado a favor de los israelís, y las peñas internacionales

Grada del Sankt Pauli en el Millerntor-Stadion de Hamburgo.

Grada del Sankt Pauli en el Millerntor-Stadion de Hamburgo. / Thorsten Wagner

Jordi Grífol

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El Sankt Pauli nunca ha ganado nada importante. Navega perdido en la segunda división alemana y hace más de diez años que no pisa la Bundesliga. Aun así, tiene millones de seguidores por el mundo. La bandera pirata y la calavera blanca se convirtieron en el refugio de aquellos que creían que otro fútbol era posible. Un fútbol rebelde y antifascista. El St. Pauli era la única opción. Ya no lo es. Al menos no para algunas peñas internacionales, que se están disolviendo contrariadas por el posicionamiento del club respecto a la guerra entre Israel y Hamás y la causa palestina.

Xavi es de Terrassa. Le separan más de 1700 kilómetros del barrio rojo de Sankt Pauli, pero es uno de los 80 socios que forman parte del fanclub de Catalunya del equipo alemán. Esta es una de las muchas peñas internacionales repartidas por el mundo. Xavi, que ha militado en varias organizaciones de izquierda, se enamoró del St. Pauli "por su carácter rebelde, por ser los repudiados". A orillas del río Elba, este barrio de Hamburgo fue creciendo a los márgenes de la sociedad. Un barrio obrero, contestatario y contracultural. Millerntor, el hogar del St Pauli, se convirtió en el altavoz del barrio, y ha acabado siendo un referente de fútbol rebelde a nivel internacional. En sus estatutos se reconocen como abiertamente antifascistas, antirracistas y antisexistas.

La guerra en Oriente Medio ha levantado ampollas en el club, sobre todo por cómo de diferente es la visión del conflicto desde Alemania y desde las peñas internacionales, que sienten que el club, de acuerdo con sus valores, tendría que ser más crítico con el estado israelí y más solidario con los palestinos. Carles Viñas, doctor en Historia y autor del libro St. Pauli: otro fútbol es posible, explica a EL PERIÓDICO: "Dentro del club, las gradas y las peñas de Alemania la posición es monolítica y en favor al estado de Israel, mientras que en las peñas internacionales, la posición es distinta".

A raíz del ataque sorpresa de Hamás a Israel el 7 de octubre, el St. Pauli emitió un comunicado condenando los ataques "extremadamente inquietantes" de la organización terrorista, además de expresar sus condolencias al Hapoel de Tel Aviv, equipo israelí de izquierdas con el que están hermanados y que sufrió víctimas en los ataques.

Días después, con la contraofensiva israelí, 14 peñas del St. Pauli como la de Catalunya, Glasgow o Buenos Aires emitieron un comunicado conjunto donde expresaban su apoyo "al derecho del pueblo palestino a la autodefensa y autodeterminación", además de condenar el régimen de Hamás.

Cruce de comunicados

Uno de los puntos del comunicado de las peñas internacionales abordaba la relación histórica entre Alemania e Israel. Esto, en Hamburgo, sentó mal. La coordinadora de peñas del St. Pauli lanzó un comunicado en respuesta a las peñas internacionales, asegurando que "algunos fanclubs han cruzado la línea". "Minimizar y legitimar los ataques terroristas de Hamás no es una opinión y es completamente inaceptable", decía.

"Nos molestó que se dijera que legitimábamos a Hamás cuando en el mismo comunicado condenábamos sus acciones. Entendemos la posición del club, y pese a que nosotros defendemos la libertad de Palestina, reclamamos que, al menos, haya solidaridad con todas las víctimas. También nos molestó que nos han tenido muy poco en cuenta", explica Xavi desde el fanclub de Catalunya.

Algunas peñas de Hamburgo exigieron que expulsaran a todas las peñas internacionales que firmaron el comunicado. Con la escalada de tensión, el fanclub de Catalunya decidió parar las actividades. Según explican, desde el club se quisieron poner en contacto con ellos y se habló de una reunión a final de temporada con las peñas.

Estos intentos de mediación se fueron a pique el 31 de octubre, cuando en un partido de Copa contra el Schalke aparecieron unas pancartas en la grada en respuesta a las peñas internacionales y a la de Glasgow - la más crítica - en concreto. "De Gaza a Glasgow: Lucha contra el antisemitismo. Palestina libre de Hamás". "La decepción de las peñas es con la grada más que con el club. Para ellos no posicionarse con Israel o ser crítico ya es antisemitismo", explica Viñas. "Para ser un club supuestamente anticapitalista y antiimperialista ha faltado empatía y nos hemos sentido un fanclub de segunda", aseguran desde la peña catalana.

Partir hacia otros puertos

Los fanclubs de Bilbao y Atenas ya han anunciado su disolución. La peña catalana tiene una asamblea extraordinaria el día 16 de diciembre, donde se pondrá sobre la mesa la posible disolución. "No esperamos ningún movimiento real del club", explican desde el fanclub catalán. Desde el St. Pauli, en respuesta a este diario, expresaron que prefieren "no tomar partido en debates polarizados y simplistas en las redes sociales", y que respetan que los fans y sus organizaciones "mantengan sus propios debates entre ellos mismos".

Xavi está decepcionado. El club con el que se identificó y vinculó ya no le representa. Nunca se le olvidará cuando el club les invitó a jugar un partido en Millerntor con todos los fanclubs. Se cambió en el vestuario del St. Pauli, se enfundó la camiseta marrón y saltó al césped. Fue un 'Boy in Brown' por un día. "Es impensable en cualquier otro club", expresa. Ahora, quizás toca guardar la bufanda. "Toca partir en nuestro propio barco pirata hacia otros puertos futbolísticos, políticos y culturales", expresaban desde Atenas. Siempre, eso sí, con el espíritu rebelde por bandera.