Xavi, que el Barça es el club más exigente no lo inventó la prensa

El 8 de noviembre del 2021, el día de la presentación de Xavi Hernández como nuevo entrenador del Barça, el técnico de Terrassa ya dijo, en diversas ocasiones (he repasado los textos y la cita aparece hasta cinco veces) que “el Barça es el club más exigente del mundo, aquí solo vale ganar, no vale empatar ni perder”.

Esa cantinela ha acompañado a Xavi a lo largo de los 100 partidos que lleva dirigidos desde la banqueta culé. Y le ha acompañado tanto en declaraciones antes de los encuentros como después. Y, claro, ayer, antes de visitar Granada, Xavi volvió al tema y lo hizo como si los periodistas tuviésemos la culpa de esa etiqueta.

¿El más exigente?, no sé

No, señor Hernández, si el Barça es el club más exigente del mundo (me gustaría saber qué opina de eso los entrenadores del Manchester City, MUnited, Arsenal, Bayern de Munich, Boca Juniors, River Plate…) no es debido a su crítica, a su prensa, a los periodistas que informan del día a día de la entidad culé.

Lo digo, porque cada vez que usted suelta ese argumento da a entender que la culpa es de la prensa que critica sus actuaciones, pero, solo por recordarle un detalle, fue usted y el club el que puso en venta a De Jong, fueron ustedes quienes infravaloraron, no los medios de comunicación, la crítica, los socios y/o seguidores. Nosotros solo contamos lo que ocurre y las cosas de las que nos enteramos.

Pero fueron ustedes, todos los grandes, todos los que hicieron inmenso al Barça desde hace más de 100 años, los que le pusieron la etiqueta y, lo siento, la exigencia, de no solo ganar sino jugar lindo, de maravilla, precioso, con ese estilo que, por cierto, ahora acaba de criticar el mismísimo Ernesto Valverde (“nosotros, con Johan Cruyff, poníamos de 9 a Alexando y le lanzábamos centros”), con toda la razón del mundo.

Son ustedes, los de la casa, los que han convertido al Barça en algo que no puede fallar, infalible. Es más, ya lo he comentado más de una vez, usted mismo está sufriendo en sus carnes todo ese discurso hermoso, triunfalista y de ADN indestructible, porque usted ha ganado muchísimos (63) de los 100 partidos que ha dirigido, muchos, y hasta un flamante y portentoso título de Liga, pero a usted se le critica porque ha abandonado el 4-3-3 y, además, no siempre juega bonito.

Pero eso sucede, señor Hernández, no porque el Barça sea el club más exigente del mundo (ya hay quien me comenta que usted es muy peliculero cuando se expresa en estos términos y yo comparto esa idea) sino porque ustedes se han aferrado a esa etiqueta como si fuese, no, perdón, que lo es: el Santo Grial.

Repito, cuando diga, que lo dirá muchas más veces, que el Barça es el club más exigente del mundo, mire al palco, que es el que le exige títulos y ‘jogo bonito’ (bueno, eso cada vez menos), pero no utilice esa coletilla para lanzarla contra la platea, pues los periodistas, los comentaristas, los tertulianos y hasta los aficionados no tienen la culpa de que ustedes, los hacedores del ‘milagro Barça’, inventasen que solo se puede ganar de una manera: jugando maravillosamente bien al fútbol.

Así que, aguante esa cruz, pero no la coloque sobre nuestros hombros.

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