Ni Rubiales, ni Vilda: fue Paco Bru el que apostó por el fútbol femenino en 1914

El primer equipo de fútbol femenino de España, cuyas herederas acaban de ganar la Copa del Mundo con Jorge Vilda de entrenador, estuvo dirigido por Paco Bru, el primero en descubrir la sideral proyección de este deporte entre las mujeres y un personaje mítico que hoy se asombraría de contemplar el triste protagonismo de Luis Rubiales, actual presidente de la Federación Española de Fútbol, que el mismo día que se cubre de gloria por el éxito mundial de nuestras mujeres futbolistas cae por un abismal precipicio por la grosería de su beso no consentido a Jenny Hermoso. Y por sus machistas y macarras reacciones posteriores que han provocado el mayúsculo escándalo de estos días. 

"Cádiz, 22 de noviembre de 1931. El transatlántico ‘Buenos Aires’ atraca en el puerto procedente de Nueva York. A bordo viajan una quincena de jóvenes de aspecto cansado vestidos con gabardinas y sombreros de fieltro. Aunque lo parezca no son esbirros de Al Capone sino futbolistas de un equipo que ya no existe", es el comienzo de uno de los episodios del podcast 'Brazalete Negro'.

"El Racing de Madrid ayudó a sembrar la pasión por el fútbol en la capital de España, mantuvo una agria rivalidad con el Real Madrid, construyó el campo de Vallecas y, amenazado de bancarrota, lo apostó todo a una gira por las Américas: sería la más accidentada del fútbol mundial", prosigue. El líder de aquel equipo pionero era Paco Bru, el hombre que lo fue todo en el fútbol de principios del siglo XX . También dirigió al primer equipo de fútbol femenino de España.

Las Spanish Girl’s Club

Golpes de estado en Perú, revoluciones en Cuba, altercados en los estadios de México y tiroteos con gángsters en Estados Unidos se suceden con vértigo en un capítulo grabado por 'Brazalete Negro' para describir 'La gira suicida del Racing', que desvela la disparatada vida de Bru, futbolista, periodista, entrenador, árbitro, directivo y el primer 'míster' ya en 1914 de un equipo de fútbol femenino, las Spanish Girl’s Club, un once contratado por la Federación Femenina contra la Tuberculosis de Barcelona. Unas "marimachos", según las crónicas de los periodistas deportivos de la época.

Bru solo tuvo 45 días, según las noticias de la época, para preparar a estas chicas para el primer encuentro, que se disputó en el campo del RCD Español.

Bru exigió a las chicas que jugasen en pantalones cortos —nada de ropitas remilgadas—, y que se duchasen juntas. Un equipo que no se ducha después del partido no era un equipo, para este enamorado de un deporte que los ingleses habían exportado a España. 

Los días previos al partido femenino se pensó que apenas iría gente. Pero hubo una buena entrada. Los beneficios iban destinados a la Federación Femenina, en su lucha contra la tuberculosis, y aquello atrajo a muchas mujeres en un endiablado debate sobre si el fútbol era o no cosa de chicas.

Aunque nacido en Madrid en 1885, Bru fue una de las figuras más importantes del fútbol en Cataluña de antes de la guerra civil española.

En 1902 con 16 años, se inició en el Internacional, equipo barcelonés donde también jugaba su hermano Federico. Con este club ganó la Copa Torino en 1904. Posteriormente defendió la camiseta de los dos grandes de la ciudad condal, el Barcelona y el Espanyol.

Con el Barça disputó 201 partidos y maco 13 goles. Ganó 3 campeonatos de Cataluña y la primera Copa del Rey del club azulgrana en 1910. Con el Espanyol consiguió dos campeonatos de Cataluña. En una tercera etapa en el Barcelona logro un nuevo campeonato de Cataluña. También formó parte de la Selección catalana entre 1904 y 1915.

Después de su retirada en 1916, Bru se reinventó como árbitro.

En 1920 fue el primer seleccionador nacional de España, participó en los Juegos Olímpicos de 1920 en Amberes, donde consiguió la medalla de plata. Posteriormente entrenó a diversos equipos españoles como Español, Madrid, Girona o Granada. 

Además recibió el encargo de la administración cubana para sentar las bases del fútbol en Cuba y que lograra la adhesión de la federación en la FIFA. Allí también entrenó al Club Juventud Asturiana. En fin, Bru dirigió hasta a la Selección de Perú durante la Copa Mundial de fútbol de 1930.

Falleció en Málaga en 1962, a los 77 años, orgulloso siempre de haber apostado por el fútbol femenino a pesar de la incomprensión y el desprecio de los hombres. La Primera Guerra Mundial truncó la prometedora trayectoria de aquellas mujeres avanzadas a su tiempo que, como las de hoy, lucharon contra los prejuicios y el machismo sin darse nunca por vencidas.