ABRO HILO

Como si Rubiales hubiera marcado el gol contra Inglaterra

El machismo en el fútbol, los últimos fichajes y los ‘influencers’ gastronómicos protagonizan la semana en las redes

Luis Rubiales besa a Aitana Bonmatí tras la final del Mundial.

Luis Rubiales besa a Aitana Bonmatí tras la final del Mundial. / Chris Putnam / ZUMA Press Wire / EUROPA PRESS

Daniel G. Sastre

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"Se creen que son sus niñas"

Es imposible recordar un asunto que haya despertado más pasión en las redes que la actuación de Luis Rubiales y su círculo tras la victoria de España en el Mundial de fútbol femenino. El circo continúa dos semanas después, y el grotesco culebrón ya se enfila por subtramas lisérgicas: la breve huelga de hambre de la madre de Rubiales, las explosivas declaraciones de su tío acerca de una orgía con prostitutas…

A dos semanas vista, la conclusión es que, excepto nuestros bufones habituales y algún desubicado, todo el mundo –y esta vez es literal: ha intervenido la FIFA y el caso ha suscitado un gran interés internacional- entiende que Rubiales es un machista redomado que como mínimo debe desaparecer de cualquier puesto de representación. Ya no es solo el beso y los debates absurdos acerca del consentimiento; es que la actitud de Rubiales, jefe de las futbolistas solo en un sentido orgánico, fue desde el principio de un paternalismo y una condescendencia insoportables. Como si él, un jugador de medio pelo en su época y un dirigente que solo ha destacado por sus escándalos, reclamara un papel protagonista en la hazaña de Aitana Bonmatí, Olga Carmona o Salma Paralluelo. La imagen del presidente de la Federación agarrándose el paquete en el palco, y después comportándose como un troglodita en la entrega de trofeos y en la celebración sobre el césped, es ya un capítulo negro de la historia de España. "Se creen que son sus niñas", decía por ejemplo el 'youtuber' Víctor Palacios sobre Rubiales y el todavía seleccionador Jorge Vilda.

Aún está por ver hasta dónde llega en las redes la onda expansiva del caso, cuántos Rubiales acaban saliendo en otros ámbitos de la sociedad española. Pero están claras algunas cosas. Por ejemplo, que ya no sale gratis empañar e intentar apropiarse de un éxito deportivo colosal, que ha propulsado el fútbol femenino.

Luis Rubiales y Jorge Vilda se ríen tras la consecución del Mundial.

Luis Rubiales y Jorge Vilda se ríen tras la consecución del Mundial. /

El día grande del 'mercato'

Aunque el caso Rubiales lleva opacando el resto de la información deportiva -por no decir la información a secas- desde su impresentable comportamiento en Sídney, esta semana por fin otro asunto se ha hecho hueco en el interés de los usuarios de redes sociales. Sucedió el viernes, cuando tuvo lugar uno de los días grandes del año para un espécimen muy concreto de 'streamers', 'youtubers' o tuiteros, que tendrán que buscarse un nuevo nombre después de que Elon Musk haya cambiado la marca de su plataforma por la de X. Estamos hablando de los periodistas especializados en el mercado de fichajes, el 'mercato'.

Para ellos, y para muchos consumidores de información deportiva, las compras y ventas de jugadores son mucho más interesantes que los partidos. Y el día del cierre del mercado, en el que se decide en qué equipo jugará en los próximos meses tal o cual jugador que cambia de colores, es uno de los más apasionantes. Por eso el viernes las redes se llenaron de noticias, de falsos rumores y de memes relacionados con ese baile de nombres: Ansu Fati al Brighton, Joao Félix y Cancelo al Barça, Amrabat al United, Abde al Betis... Es el paraíso de la adrenalina, y por eso los abundantes errores se perdonan más que en otras disciplinas más o menos periodísticas.

Pero eso no quiere decir que no se hagan bromas al respecto. El televisivo François Gallardo llevaba semanas prometiendo, con gran vehemencia y contra toda evidencia, que el fichaje de Kilian Mbappé por el Real Madrid estaba por fin hecho. "¿Qué vas a hacer cuando no pase? ¿Borrarás la cuenta o nos bloquearás a todos?", le preguntaba por ejemplo @andresmoros. Otros hacían bromas con la ubicuidad del periodista de la Cope Víctor Navarro. "Lo que ve Joao Cancelo cada vez que abre la tapa del váter del baño del aeropuerto", publicaba @GxlDePaulinho, junto a una foto de Navarro.

Así ha anunciado el Brighton la cesión de Ansu Fati, procedente del Barça.

Así ha anunciado el Brighton la cesión de Ansu Fati, procedente del Barça. / @OfficialBHAFC

Una dieta con torreznos

El de los especialistas en el 'mercato' futbolístico no es el único subgénero de 'influencer' que ha acaparado el interés de las redes en las últimas semanas. Otro, mucho más presente durante todo el año pero especialmente aborrecible en verano -al menos cuando tú ya has terminado tus vacaciones y has vuelto al tajo- es el de quienes exhiben los magníficos manjares que se meten entre pecho y espalda en chiringuitos de todo el mundo, o en fastuosos yates, o en caros restaurantes.

Pero no todos los creadores de contenidos cuyo material de trabajo es la comida son así. Hay otros, como la usuaria de TikTok Andrea Colás (@andreacolaschannel) que lo que hace es documentar con espíritu casi científico todo lo que ingiere. El objetivo de su cuenta, que ya lleva más de 150 días consignados, es ayudarla a bajar de peso. Pero en los vídeos que dan cuenta de lo que ella llama "dieta de recorte" hay espacio para los torreznos, las pizzas, los platos rebosantes de salsa, los bocadillos que incluyen las patatas fritas entre sus ingredientes... El despliegue es hipnótico, y poco a poco ha ido creando una legión de seguidores. Aunque algunos no entiendan su poco ortodoxo método, ella se lo toma con humor. Y además está perdiendo kilos.

No es raro que genere comentarios: ya se sabe que la apropiación gastronómica es una de las vías más rápidas para crear polémica en las redes. Hubo una época en la que los usuarios buscaban las atrocidades más llamativas cometidas contra el arroz para pasar las imágenes a sus amigos valencianos y así escandalizarlos. En los últimos días, la 'tiktoker' norteamericana @alixtraeger se ha atrevido con una versión del 'pa amb tomàquet'. Pero en vez de untarlo, lo ralla, y además después le pone algo parecido a unas lonchas de fiambre por encima. Los puristas no lo han aceptado. "Tiene muy buena pinta", contestan otros.

Andrea Colas

Andrea Colas / Tiktok

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