Adiós a la hegemonía de Estados Unidos: caen eliminadas ante Suecia en una tanda de penaltis agónica

Se acabó una era. La todopoderosa Estados Unidos, campeona de cuatro Mundiales, cayó ante Suecia en una tanda de penaltis histórica que ha necesitado del VAR en el tiro decisivo. Finaliza así la hegemonía de la selección nortamericana, que no tuvo rival en las pasadas dos décadas y que ahora ve como, con el crecimiento del fútbol femenino a nivel mundial, se ha quedado atrás. Por primera vez en su historia, la selección que ha ganado los tres últimos Mundiales, cae en octavos de final de la mayor cita futbolística.

Tras un partido en el que las dos selecciones no arriesgaron, los lanzamientos desde los once metros sentenciaron a Estados Unidos. Las norteamericanas fueron de menos a más en el encuentro, mientras que las suecas no dieron su brazo a torcer, reteniendo los ataques del conjunto dirigido por Vlatko Andonovski. En la prórroga re rigió por un pacto de no agresión, donde os dos equipos tenían más miedo a perder que ganas de ganar y llevarse el pase a los cuartos de final. El miedo penalizó a ambas selecciones que, con el 0-0 en el marcador, se fueron a los penaltis.

La tanda fue de infarto. Empezó marcando Sulllivan para las norteamericanas antes de que la azulgrana Fridolina Rolfö pusiera el 1-1. La siguiente pareja de lanzadoras tampoco defraudó y con el 2-2 mantenía la igualdad. Llegó el turno para Mewis, que superó por poco a Naeher, y aquí se rompió la igualdad cuando Bjorn no hizo lo propio. Por delante en el marcador, Estados Unidos tenía la oportunidad de mantener la ventaja, pero Megan Rapinoe, estrella mundial, no consiguó anotar su tanto. Se ponía las manos a la cabeza con cara de incredulidad, se acercaba demasiado a una despedida amarga de su carrera.

Penalti surrealista

Pero aún quedaba tiempo para mucho. Tras el error de Rapinoe, la tanda de penaltis fue una constante de desbarajustes. Tanto Blomqvist para Suecia como Smith para EEUU erraron sus tiros, justo antes de que Bennison volviera a poner la igualdad en el marcador. Así se llegó a la muerte súbita donde, tras el error de Kelly O'Hara, Hurting cogió el balón con mimo mientras se acercaba al punto de penal.

Miró al cielo, a la portería y al balón. Cogió aire y, tras dar cuatro pasos hacia atrás, arrancó para golpear el balón y enviarlo cerca del palo izquierdo de la portería donde Naeher la esperaba. Pero pese a la interceptación de la guardameta, el balón salió despedido hacia arriba, superándola sin piedad. La plantilla de la selección sueca enloqueció y arrancó hacia su lanzadora para celebrar el pase, pero la colegiada pidió calma.

A su parecer no había entrado, pero faltaba que el VAR revisara la acción. Unos segundos de tensión después, el videoarbitraje mostró la imagen que terminaba con el reinado de Estados Unidos: el balón había superado unos pocos milímetros la línea de gol y quedaban eliminadas.

La alegría desatada de las suecas contrastaba, a pocos metros, con la desesperación y tristeza de las norteamericanas. Por primera vez en su historia, Estados Unidos se marcha del Mundial sin una medalla. Se acababa contra Suecia su gesta de la forma más cruel posible.

Además de por la dura eliminación en octavos, este Mundial será recordado en Estados Unidos como el del golpe de realidad. Tras dominar sin que nadie le soplara durante más de dos décadas, esta edición ha mostrado la cara más pobre de una selección que nunca se ha mostrado débil. En pleno cambio generacional en el vestuario y con pocas soluciones sobre el césped, las norteamericanas estuvieron a punto de no llegar a octavos, tras una fase de grupos donde pidieron la hora ante Portugal en el último partido. Contra Suecia no han podido superar el reto y se vuelven ya a casa tras un Mundial para olvidar.

El peor final para Rapinoe y Morgan

Este era el peor final para las grandes estrellas Megan Rapinoe y Alex Morgan, que disputaban en esta edición su último Mundial. Las dos futbolistas, emblemas de su selección y referentes del fútbol femenino a nivel mundial, han sido dos de las caras visibles de este deporte en sus años de crecimiento.

Pese a tener carreras distintas y haber militado en equipos diferentes, las dos se han erigido como líderes en los cambios que ha experimentado el fútbol femenino en los últimos años. Llega así su agrio final con la selección en los mundiales, terreno predilecto de Estados Unidos para demostrar su superioridad en todo el globo. Con su eliminación, el Mundial tendrá nueva reina, un hecho que no sucedía desde 2011.