Taty Castellanos mete cuatro goles al Madrid y certifica la salvación del Girona (4-2)

El Girona, puesto en manos (o en pies y cabeza) de un Taty Castellanos que convirtió en oro todo aquello que tocó, celebró, y de qué manera, una permanencia en Primera como menos, ya, virtual. El póker histórico del delantero argentino premió la valentía de los de Míchel, que pese a verse en diferentes momentos sin balón, supo leer el partido y aprovechar las ocasiones. El Girona, con 41 puntos, lo tiene hecho, o casi. Desde Manchester, Pep Guardiola pudo tomar buena nota de cómo derrotar a los de Ancelotti en las semifinales de Champions gracias a la clase de su colega Míchel. Todo queda en el grupo City.

Podía parecer que el Real Madrid había venido a Girona de paseo, que sus sentidos deben estar puestos en la eliminatoria europea y en la final de Copa contra el Osasuna. Ancelotti no contó con Benzema ni Courtois, los blancos viajaron el mismo día del partido, pero no se había jugado el primer minuto cuando ya había forzado un córner en una acción aparentemente sin peligro que Rodrygo a punto estuvo de convertir en gol. No se puede fiar uno de equipos como el Madrid, con plantillas tan supersónicas que incluso cuando parece que es tiempo de rotaciones son capaces de armarte un belén.

Los blancos salieron como en Cádiz o ante el Celta, buscando protagonismo y el balón. El Girona, impulsado por el Montilivi de las grandes ocasiones, tuvo que esperar pacientemente y bien ordenado atrás. Así las cosas, la primera ocasión del Girona terminó en gol, para delirio de la grada: apareció Miguel para centrar por la banda izquierda y encontrar el remate de cabeza de Castellanos. No se había llegado al cuarto de hora y los rojiblancos mandaban en el marcador ante el primer despiste de una defensa blanca de cristal.

Una contra letal

El 1-0 no varió mucho el guion. La posesión seguía abrumadora para el Madrid, con un correoso Vinicius pidiendo protagonismo desde el flanco izquierdo. Mientras, el Girona seguía a lo suyo, y en una contra letal a los 24 minutos hincó de nuevo el diente a los blancos. Castellanos, esta vez, se fue como una bala solo hacia la portería de Lunin, ganó la carrera a Militao, fallón todo el partido, y puso el 2-0.

Ni la lluvia que empezó a caer con fuerza en Montilivi frenó el empuje de la grada, que sonaba con otra 'diada' como la de Sant Narcís de 2017 poco después del Sant Jordi 2023. Hubiera sido ideal llegar al descanso con ese marcador, pero el Madrid recortó distancia con un cabezazo de Vinicius después de una buena asistencia de Asensio al segundo palo. Sin aliento terminó la primera mitad, en el césped y en la grada, con el partido loco, eléctrico, de un área a otra y claras ocasiones para meter el tercero de los locales en acciones de Castellanos y Riquelme.

No había pasado ni un minuto de la reanudación cuando volvió a aparecer Castellanos para enviar al fondo de la red un preciso centro de Yan Couto. Era el 3-1 y volvía el delirio a la grada de Montilivi. Ni un nuevo chubasco freno la celebración de los aficionados, mientras en el césped los blancos acusaban el golpe. El partido era del Girona, que lo bordaba, el rival estaba desaparecido aún con media hora por jugar. Y acabó de desaparecer con el póker de goles de Castellanos, que volvió a batir a Lunin poco después de la hora de juego.

Montilivi era una locura. El último jugador que marcó cuatro goles en la Liga fue Yeremy Pino el 27 de febrero de 2022 en un Villarreal-Espanyol (5-1). Y hay que remontarse a 1947 para encontrar a un futbolista que le hubiera marcado cuatro al Madrid en Liga: Esteban Echevarría, del Oviedo. Castellanos salió en hombros del césped a los 73 minutos, sustituido por Stuani. Por entonces los blancos ya habían tirado la toalla. El gol de Lucas Vázquez sirvió sólo para maquillar el marcador. La victoria era blanquirroja. Y la salvación también.