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El estreno de la Liga

Triste empate del Barça con Ter Stegen como salvador

El equipo azulgrana se atasca ante un Rayo que estuvo cerca de causar el caos en el Camp Nou. El meta alemán lo evitó (0-0).

barça

barça / Jordi Cotrina

Marcos López

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Con ilusión no se ganan partidos. Ni tampoco con una serie de fichajes ilusionantes que provocaron, eso sí, el retorno masivo del culé al Camp Nou. Ni firmando 21 remates, seis de ellos a puerta, incluyendo dos goles bien anulados (a Lewandowski y luego a Kessié), prueba de que el Barça de Xavi está en período de incubación, sometido como quedó por el Rayo que gobernó la noche en la primera mitad y luego resistió en un encomiable ejercicio defensivo, ayudado, además, por la poca contundencia ofensiva azulgrana.

No jugó bien el Barça. Muchas ocasiones, poca puntería. Demasiada velocidad, escaso fútbol, más allá del arreón final que protagonizó cuando Xavi intervino con un triple cambio, que agitó un poco a su equipo, pero sin eficacia alguna. Además, terminó con 10 siendo expulsado Busquets por dos tarjetas amarillas agradeciendo a Ter Stegen su bendita mano derecha porque evitó el triunfo rayista en el tiempo añadido.

La presión del Rayo

Triste empate para empezar y ya se intuía. Llegada la primera pausa de la hidratación, Xavi intentó corregir las cosas que no le habían gustado de la primera media hora del partido. El Barça, eléctrico y vertical que anda construyendo el técnico, quedó cortocircuitado por la presión del Rayo.

Valiente y atrevido estuvo el conjunto madrileño, capaz de poner en muchas dificultades la estructura azulgrana. No se sintió cómodo en ningún momento. Necesitó incluso cinco minutos para asomarse con cierta intención al área de Dimitrievski gracias a la conexión de los extremos.

Anclado como rampa de salida en la izquierda Dembélé. Instalado Raphinha en el flanco derecho. Pero no aparecían con la frecuencia e inteligencia que necesita el juego del Barça los interiores como Pedri o Gavi. El partido transitaba a gran velocidad, lleno de intensidad, con un excelente Rayo imponiendo su ley. Y eso a Xavi, claro, no le gustaba. Es lógico. Su equipo no tenía la alegría que había proyectado en la ilusionante pretemporada. Ni tampoco contundencia.

Despiste de Alba

Al menos, atrás no parecía sufrir. En una defensa donde no había lateral derecho puro, Xavi usó a tres centrales (Araujo, pegado a la cal, Christensen y Eric Garcia gobernando en el eje) junto a Jordi Alba, el único que no tiene competencia en la izquierda. Y fue él, precisamente, quien se despistó en el último suspiro de la primera mitad provocando que el Barça comenzara a temblar.

Ya en el tiempo añadido, Álvaro García se merendó, perdón se cenó a Araujo, antes de quedarse solo delante de Ter Stegen. Era gol o gol. Pero el meta alemán no solo acortó el espacio al futbolista del Rayo sino que después sacó, en un alarde de reflejos y velocidad mental, su mano derecha para evitar el 0-1. Una monumental parada para librar al Barça de un susto. Una parada monumental que, en realidad, retrataba los primeros 45 minutos, que fueron 50. El partido se jugó a lo qué quiso el Rayo.

¿Y Piqué?

La defensa, que no había sufrido nada, entró en pánico en los instantes finales de la primera mitad. ¿Y Piqué? ¿Dónde andaba? Pues, sentado en el banquillo. Como todo el verano. Ya se ha decretado, y de forma oficial, su condición de suplente. Falta saber si uno de los capitanes del Barça podrá revertir esa situación, pero se enfrenta a algo que no había conocido antes. La defensa era Piqué y tres más. Ahora son cuatro y sin rastro de él, con Araujo sufriendo en ese impostado rol de lateral. Puede ser un recurso, pero no una solución definitiva.

Al Barça, además, le faltaba fútbol. No tenía el control auténtico de la noche que reunió a 81.104 espectadores ¡en el templo azulgrana. Era tan vertical como impreciso. Tan rápido como extrañamente irregular en la construcción del juego. Demasiado veloz como sus extremos. Poco paciente como reclama Pedri, sobre todo, y Gavi para encender la luz.

La noticia es que el culé, aunque sea a mediados de agosto, ha vuelto a su casa entusiasmado por lo que intuye que puede ser, aunque todavía no es. Y el equipo, como era de esperar, tras esa colección de cromos reunida en un verano a golpe de palanca tras palanca, necesita un imprescindible tiempo de cocción.

Triple cambio

Xavi, incómodo con lo que ocurrió, debía intervenir. El inicio de la segunda mitad emitía las mismas señales preocupantes para el Barça. Nada más ponerse el balón en marcha ordenó el técnico a Frenkie de Jong, Sergi Roberto y Ansu Fati que salieran a calentar. Síntoma de que nada había salido como el entrenador azulgrana dibujó en la pizarra. Y Camello, con otra gran ocasión, demostró que el Rayo tenía la lección bien aprendida.

Suerte tuvo el Barcelona de que Eric estuvo rápido en la presión y más suerte aún de que Christensen ejerció de central solvente evitando el 0-1. Ni una hora de partido y las dos mejores ocasiones para el equipo de Iraola. Intervino Xavi y de forma profunda con un triple cambio: Frenkie de Jong, ovacionado por el Camp Nou, suplió a Gavi, Ansu Fati entró por Raphinha y Sergi Roberto sustituyó a Christensen. Media hora para cambiar una noche que dominaba el Rayo, reubicado, de nuevo, Araujo como central.

Despertó entonces el equipo de Xavi a través de un par de venenosos disparos exteriores: Ansu y Busquets. Ambos repelidos por Dimitrievski. Tuvo, además, mucho más peso Frenkie en apenas media hora que los dos interiores titulares, mientras Xavi acumulaba delanteros. Entró Auba para completar un ataque con Auba (izquierda), Dembélé (derecha), Lewandowski (nueve) y cerrando Xavi con solo tres defensas. Y el Rayo sobreviviendo a la tormenta final del Barça encerrado en su hogar. Lo frustró de tal manera que le dejó seco e indefenso. Primera noche, primer pinchazo.

Ficha técnica:

Barça: Ter Stegen (8), Araujo (4), Christensen (6), Eric García (5), Jordi Alba (4), Pedri (5), Busquets (5), Gavi (4), Raphinha (4), Lewandowski (5 ) y Dembélé (5). Cambios: Frenkie de Jong (7) por Gavi (m. 60), Sergi Roberto ( ) por Christensen (m. 60); Ansu Fati (5) por Raphinha (m. 60); Kessié (5) por Pedri (m. 72); Aubameyang (5) por Jordi Alba (m. 82). Entrenador: Xavi (4)

Rayo Vallecano: Dimitrievski (7), Balliu (5), Lejeune (5), Catena (6), Fran García (6), Pathé Ciss (6), Unai López (5), Isi (6), Óscar Trejo (6), Álvaro (7) y Camello (6). Cambios: Falcao (5) por Camello (m. 62); Óscar Valentín (5) por Unai López (m. 62); Salvi Sánchez (s.c.) por Isi (m. 79); Pozo (s.c.) por Trejo (m. 84). Entrenador: A. Iraola (7)

Árbitro: Hernández Hernández, canario (6)

Tarjetas amarillas: Dembélé (m. 14); Óscar Trejo (m. 45); Catena (m. 45+4); Lejeune (m. 55); Falcao (m. 69); Busquets (m. 74 y m. 90 +3); Pathé Ciss (m. 86); Dimietrievski (m. 89)

Tarjeta roja; Busquets (m. 90 + 3)

Estadio: Camp Nou

Espectadores: 81.104

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