Hektor Mass: el DJ de los futbolistas

Soñaba con ser futbolista y acabó siendo el DJ de los futbolistas. Empezó a pinchar como 'hobby' y terminó cambiando la portería y los guantes por la cabina y los platos. Igual que Mendieta, Pinto, Álvaro Benito y hasta Julio Iglesias, tras dejar el fútbol se centró en la música. Si Héctor Massanet había pasado por la escuela del Barça, el Villlareal, Europa, Cornellà y L'Hospitalet, como Hektor Mass ha actuado en festivales como Tomorrowland y discotecas de medio mundo, además de en la boda de Víctor Valdés y algunas fiestas de aniversario de jugadores del Barça. Ahora, tras el éxito de su tema 'Shake That Bottle' (incluido en la banda sonora de 'Lucifer', exitosa serie de Netflix), acaba de sacar su nuevo 'single', 'Bloom' a la espera de que el covid le permita actuar de nuevo.

Entrevista con Hektor Mass, exfutbolista y DJ

Empezó con los platos a los 12 años, pero todo cambió cuando decidió celebrar sus 18 años haciendo una fiesta en una sala privada de Sotavento, en el Port Olímpic. El responsable de la discoteca le vio pinchar y le fichó. Lo que hasta entonces era solo 'hobby' empezó a esbozarse como carrera profesional hasta que en el 2016 la música ganó el pulso. "Mentalmente llegó un punto que no acababa de disfrutar al 100% en la portería. El último año fue complicado porque había algunas actuaciones que si coincidía con el día antes de partido tenías pocas horas para dormir y era un poco más complicado. Allí hice el click para decir que me tenia de decantar por una de las dos cosas. El mundo de la noche con el fútbol es difícil compatibilizar y decidí apostar por la música. Fue el inicio de mi carrera", explica Hektor, que tras haber llegado a jugar en Segunda B con L'Hospitalet se despidió a los 23 en el Masnou de Walter Pandiani. "De Masnou me fui a Los Angeles una temporada y allí empezó todo un poco más en serio". Ese año sacó su primer single, 'My life', que fue número uno en México y empezó a sonar en radios nacionales e internacionales.

Al año siguiente actuaría en la boda de Víctor Valdés, uno de sus ídolos. "Fue un orgullo porque es uno de los mejores de la historia", comenta. "Tengo muy buena relación con Rafinha, con el que jugábamos cada año, con Patric Gabarron, de la Lazio, que jugó conmigo en el Villarreal. A veces me vienen a ver a actuar. Con Neymar también hemos coincidido en alguna actuación. Tengo suerte de poder conocer a cantidad de futbolistas. En líneas generales les gusta bastante la música que pongo y a veces me piden alguna canción". Coincidió con Messi, Alba y Xavi en un anuncio de G. "Con Messi tengo más relación porque uno de mis mejores amigos es el cuñado de Luis Suárez. Antes del anuncio no lo conocía tanto y me sorprendió la calidad futbolística, porque en primera persona es más sorprendente aún".

La pandemia ha provocado que desde marzo del año pasado solo pudiera tener una actuación, lo que le ha hecho volcarse en la producción, aunque no pueda presentar los temas en directo. "Cuando terminas una canción, antes del lanzamiento la pinchas directo para ver cómo reacciona la gente para ver si tienes que hacer un cambio o no. Ahora no puedes". Las presentaciones de sus nuevos 'singles' se habían convertidos en fiestones de 'influencers' como él, que ha encontrado también en las redes sociales una inyección económica mientras reabren los clubs. "Hay marcas que ven que puedo dar el perfil acciones de Instagram o de publicidad. Es otra fuente de ingresos que va bien, igual que la canción que sale en la serie 'Lucifer' de Netflix. Pero la fuente principal son las actuaciones, que es más complicado". Si antes muchos niños soñaban con ser futbolistas ahora muchos quieren ser 'influencers'. Él, que ha probado ambos mundos, señala que ambas "requieren su propia disciplina" y que la clave está en "trabajar en lo que uno le gusta y que lo disfrute". En la misma línea reflexiona que se vive bajo presión tanto en una cabina como bajo unos palos, aunque también sea distinta. "En el fútbol un pequeño fallo te puede condicionar todo el partido, mandarte al banquillo y ya no jugar en toda la temporada. En el futbol cualquier fallo implica no solo a ti sino al colectivo y un fallo en una cabina es algo más personal".

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