LA LUCHA PERICA

Abelardo alienta el "sí se puede" del Espanyol

El Espanyol más eficaz de la temporada se coloca a dos puntos de la salvación, la menor distancia desde octubre

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Raúl Paniagua

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Con un fútbol simple y eficaz, aderezado con una fe inquebrantable y el apoyo de una afición magnífica, el Espanyol vive su mejor momento del curso. No era difícil progresar tras la penosa primera vuelta de Liga, pero no siempre es fácil levantarse de la lona cuando las cosas apuntan hacia el desastre.

Hacía falta un revulsivo, un hombre con carácter y oficio que supiera entender este tipo de situaciones. Abelardo fue el escogido en un contexto dramático. El Pitu ha cambiado la mentalidad de un vestuario frágil. Solo faltaba acabar con la última barrera, la del desastre en casa. La victoria lograda ante el Mallorca, repleta de emoción y sufrimiento, supuso ese esperado giro de tuerca. 

Un parto eterno

Resulta complicado explicar cómo puede caer en una dinámica tan negativa un equipo que el año pasado llegó a la Europa League tras 12 años de ausencia. Como si de un parto se tratase, el Espanyol encontró la luz a la salida del túnel después de nueve meses. «Nos quitamos un peso de encima. Hay que llegar a los 40 puntos y queda mucho», dijo el Pitu tras la batalla. «Estoy muy cansado, parece que he jugado yo. Me habría encantado estar sobre el césped en un partido así», agregó antes de irse a comer con su mujer y unos amigos con el placer del deber cumplido. 

De la invasión de campo en Cornellà ante la Real a la dramática victoria contra el Mallorca pasaron 267 días y cuatro entrenadores por el banquillo blanquiazul. Rubi se fugó al Betis, David Gallego sumó 5 puntos de 24 en un triste comienzo, Pablo Machín aportó otros 5 de 30 en una lamentable continuación y Abelardo ya aglutina 8 de 15.

Examen en el Pizjuán

Con el asturiano al mando, el Espanyol ha sumado más de la mitad de los puntos en juego, lo que supone todo un éxito teniendo en cuenta la dureza de adversarios como el Barça, el rival de su estreno el pasado 4 de enero. Cuando firmó, hace mes y medio, el cuadro perico iba último, a cinco puntos de la salvación.

De la invasión de campo ante la Real a la dramática victoria contra el Mallorca pasaron 267 días y cuatro entrenadores

Ahora sigue cerrando la tabla a dos puntos del objetivo (la menor distancia desde octubre) en un triple empate a 18 con Leganés Mallorca que también atrapaba al Celta hasta que Pione Sisto tumbó al Sevilla en el minuto 90. Los vigueses suman 20, pero visitan el Bernabéu la próxima jornada. A los pericos también les espera una dura prueba en el Sánchez Pizjuán.

El factor Abelardo ha alentado el «sí se puede» que retumba en cada encuentro en Cornellà como símbolo de la resistencia perica al descenso. El 2-2 logrado por Wu Lei en el derbi fue, quizá, el momento de mayor éxtasis de una afición que vivirá muchas finales en las próximas semanas. 

La salvación pasa por casa

Las cuentas empiezan a cuadrar en el conjunto blanquiazul, que tendrá que firmar una segunda vuelta notable si no quiere acabar en Segunda por primera vez en 26 años. Su supervivencia pasa, básicamente, por Cornellà, donde le quedan siete encuentros. Dos de ellos serán ante el Atlético y el Real Madrid, pero los otros cinco son mucho más asequibles: Alavés, Levante, Leganés, Eibar y el Celta en la última jornada. Esos enfrentamientos directos marcan muchas de las opciones de salvación. 

El Pitu comanda el subidón de un conjunto que agradece su cercanía y sencillez, empezando por su 4-4-2, que enterró el 3-4-2-1 de Machín. Los 40 millones gastados por Chen Yansheng en fichajes de rendimiento inmediato también han ayudado: Raúl de Tomás está siendo decisivo con cinco goles en cinco partidos, Embarba ya ha dejado detalles de su empuje y calidad en ambas bandas y Cabrera es el líder que necesitaba la zaga.