El Betis ahonda la crisis del Espanyol

El Espanyol estuvo este domingo a cinco minutos de acabar con su pésima racha de derrotas, pero acabó recibiendo otro revolcón que ahonda una crisis a la que no se ve el final. El Betis desarboló en Cornellà al equipo de Rubi (1-3), que comenzó el duelo con el viento de cara (penalti parado por Diego López antes de adelantarse en el marcador), pero que acabó siendo claramente superado. Ni rastro del equipo valiente que deslumbró en el primer tramo de la temporada y que le valió merecidos elogios al técnico de Vilassar. Con 0 puntos de 15 y la visita al Wanda el próximo sábado para cerrar el año, la Navidad no se presenta apacible.

El Espanyol está en caída libre. Con su quinta derrota consecutiva, el equipo igualó su peor racha en 15 años (Pochettino se vio en una igual en la 2010-11). No solo perdió, sino que pareció muy lejos de "volver a coger el hilo" y recuperar "la idea de juego" inicial, como pedía Rubi en la previa. Ante el Barça se traicionó esa idea, pero la situación y el tamaño del rival lo hacían comprensible. Contra el Betis, con Darder relegado al banquillo, resultó más preocupante.

Volvía a medirse el Espanyol a un equipo que quiere el balón (Quique Setién volvió a mostrarse como un fundamentalista de la posesión) y los blanquiazules parecieron asumir desde el principio que perseguir el esférico iba a ser inevitable. Fruto de ese dominio, el Betis se encontró un penalti en un derribo de Rosales, que llegó tarde, sobre Junior. El lateral aspiraba a jugar por la izquierda ante la baja de Aarón, pero Rubi confió ahí en Pedrosa. Y el canterano fue mejor que el jugador venezolano.

Penalti parado

Emergió entonces Diego López, que detuvo el lanzamiento de Lo Celso y estuvo rapidísimo para levantarse y repeler el disparo de Loren en el rechace (m. 17). Diego parecía destinado a ser el héroe ante el otro López, Pau, silbado desde el calentamiento por su polémica salida del club. Lo acusó el portero bético, muy nervioso para sacar el balón, si bien es cierto que el empeño de Setién por no rifar ni una bola conduce a ello.

Pese al dominio, el Betis encajó el primer gol. David López dio un pase profundo a Baptistao y el brasileño llegó hasta la línea de fondo para asistir a Sergio García, que batió al primer toque a un Pau que vio el balón colarse entre su pie y su mano. Quizá pudo hacer más.

Creció entonces el Espanyol, que empezó a presionar muy arriba poniendo en muchas dificultades la salida de balón rival. Pero el Betis le devolvió el golpe y cuando peor lo estaba pasando empató. Canales recibió un saque de banda en campo propio y arrancó en una galopada que recordó mucho a la carerra que Bale le ganó a Bartra en la final de Copa del 2014. El cántabro dejó atrás a Marc Roca y en lugar de disparar cedió patra la llegada de Lo Celso, que fusiló a Diego López al filo del descanso.

"Pau, muérete"

En la segunda mitad, el Betis se hizo cada vez más dueño del balón. Carvalho, Lo Celso y Canales, más Francis y Tello (que entró por el lesionado Junior) por las bandas, tejían una red inhóspita para un Espanyol que confiaba en cazar otro contragolpe. Mandi le sacó la pelota de los pies a Borja cuando iba a macar y Sergio García y Pedrosa tuvieron ocasiones. Pero el duelo era cada vez más verdiblanco.

Mandi, solo en el segundo en un córner, dio el aviso poco antes de que Tello ejecutó un violento libre directo que apenas cogió la altura necesaria para superar la barrera y caer a peso en la red (m. 85). El extremo, que jugó en el Espanyol B,  pidió perdón a la grada mientras Pau se encaraba con el fondo, que coreó "Pau muérete". En autogol de Duarte en el añadido para mantener la media de tres goles encajado por partido culminó el desastre.