EL MARATÓN DE BARCELONA

Ricardo Abad: "No estoy loco, soy distinto"

El maratón de Barcelona son 20.000 maratones distintos, uno por cada participante y su propia motivación para encarar el monumental reto. Hemos elegido cuatro ejemplos de personas que no corren para vivir, pero que no podrían vivir sin correr. Cuatro casos de motivaciones extremas, a flor de piel. Pero hay 20.000 más, sin duda.

Este atleta popular navarro de 45 años, hace parada en Barcelona tras completar 100 Ironman en un año y antes de afrontar un maratón nadando en una piscina de 25 metros

Ricardo Abad, corriendo en uno de sus interminables rodajes.

Ricardo Abad, corriendo en uno de sus interminables rodajes. / periodico

JOAN CARLES ARMENGOL / BARCELONA

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Es un personaje inclasificable. Dice que le han llamado de todo. «No estoy loco, soy distinto», aclara. Ricardo Abad (Tafalla, 1971) es, sobre todo, un «apasionado del deporte y de los retos deportivos».

Sus hazañas, a pesar de ser un deportista popular, parecen increíbles. En el 2009 dio la vuelta a la península corriendo y completó 150 maratones en 150 días. No contento con eso, entre el 2010 y el 2012 encadenó 607 maratones en 607 días, un récord Guinness absoluto que pulverizó el del belga Stefaan Engels de 365 (un modesto año entero). Pero los maratones se le hicieron cortos y Ricardo hizo en las 52 semanas del 2013 un total de 52 Ironman (3,8 kilómetros nadando, 180 en bicicleta y un maratón corriendo) y, el pasado mes de enero, completó otra increíble tanda de 100 Ironman en un año: total, 22.600 kilómetros en 1.247 horas y media de sudor.

Para este navarro de Tafalla esos esfuerzos suponen sudor, pero no lágrimas, porque su vida gira alrededor de estos inacabables retos que, a veces, se le quedan cortos. «Tengo muchos proyectos chulos que no podré sacar adelante», asegura. Y es que Ricardo Abad los compagina con su trabajo de ocho horas en una fundición en Tafalla del Grupo Mondragón, una sociedad cooperativa de la que es jefe de producción.

«Gestiono mis horarios para acumular días y poder hacer todo esto», explica. A Barcelona viajará este sábado, tras cumplir con su semana laboral, para estar en la feria Exposport y correr al día siguiente. Lo ha hecho muchas veces. «Casi todos los años desde el 2006, y durante mi reto mi pilló un par de veces el maratón de Barcelona», dice Abad, que la ha visto crecer en la última década hasta alcanzar estos increíbles 20.000 participantes. «Esto del deporte popular es un fenómeno social», explica. «Ves gente que no habrías sospechado nunca que podría correr. Y es que correr es muy agradecido y muy económico. Los progresos son rápidos y la gente se engancha porque te encuentras bien contigo mismo y luego afrontas el trabajo con otro optimismo».

RETOS SALVAJES

Ricardo Abad sabe de lo que habla, sin duda. «Me gusta ponerme a prueba a nivel físico y psicológico. Trabajo más la capacidad mental que la física porque para afrontar retos tan salvajes y las horas de soledad hay que estar muy bien. No busco ser más ni mejor que nadie, me miro a mí mismo. Cada uno tiene que saber sus límites y lo que se puede plantear, siendo realista y sin sumarse a las modas porqué sí», afirma este navarro de hierro forjado, propuesto para el premio Príncipe de Asturias en el 2009 y 2012.

Tras intentar bajar de las 3 horas en Barcelona, le espera, el día 19, un maratón nadando entre 14 y 16 horas en una piscina de 25 metros de Pamplona: 1.688 largos.

Ricardo Abad tampoco falló en Barcelona, y acabó el maratón en solo 3 horas, 6 minutos y 15 segundos, en la posición 1.182.