Triatletas de hierro

El campeonísimo Marcel Zamora y el joven Albert Moreno reflexionan sobre el mundo del Ironman antes del debut del segundo en la prueba de Calella

Marcel Zamora y Albert Moreno, este viernes en el Port del Fórum.

Marcel Zamora y Albert Moreno, este viernes en el Port del Fórum. / periodico

DAVID TORRAS / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Son tipos de hierro de la cabeza a los pies. Pero nadie lo diría. No van de Supermanes ni andan pregonando los cientos y cientos de kilómetros que engullen día sí día también, sin apenas respiro, en medio de horas y horas de un silencioso sacrificio. Por tierra, mar y aire, porque hay momentos en que sus piernas vuelan y su corazón anda por las nubes, empujándoles a no desfallecer por más que ya no les queden fuerzas.

Son triatletas que han ido buscando sus límites hasta romperlos y acabar enfrentándose a un reto descomunal. Una prueba con tres desafíos que al ponerlos por escrito ya dejan sin respiración: 4.000 metros nadando a mar abierto, 180 kilómetros en bicicleta y, para rematarlo, por si no han tenido suficiente, 42,2 kilómetros corriendo. Es el Ironman.

En este mundo de superatletas, Marcel Zamora es el rey. Un campeón lleno de humildad pese a su imponente palmarés a quien todos veneran. Y Albert Moreno más que nadie. Una joven promesa al que Zamora, con el que comparte entrenamientos y la tutela y la amistad de Cristian Llorens, pendiente de todos los detalles, le ha investido como su heredero y no deja de velar por él.Moreno debutará mañana en el Ironman Barcelona, que se celebrará en Calella. Zamora no estará a su lado porque participa en otra prueba en Francia, pero sus consejos le acompañarán de principio a fin. Ayer, antes de separarse en este intenso fin de semana, los dos conversaron sobre el boom del triatlón y las pruebas de larga distancia.

­—MARCEL ZAMORA. Cuando comencé, en el 95, el triatlón era prácticamente inexistente. Mi hermano mayor empezó a hacer atletismo, y yo le seguí con 9 años. En el pueblo siempre íbamos en bici, se me daban bien las dos cosas y en el instituto coincidí con unos chicos que hacían triatlón. Yo quería hacer duatlón porque tenia clarísimo que del agua ni hablar, no me gustaba nada. Pero al empezar con el equipo el entrenador me dijo: 'Va, hombre, tírate al agua'. Y me tiré, y cuando empiezas a entrenar y a competir te engancha. Y la sensación de deslizarte y mucho más en aguas abiertas o en Banyoles es muy guapa. La aventura de los tres deportes lo hace muy atractivo.

-ALBERT MORENO. Yo empecé jugando a fútbol, pero se me cruzaron un poco los cables (risas). No me recompensaba el esfuerzo porque cuando veía a alguien que no corría me ponía nervioso. Y me dije: haz una cosa que te llene y que no dependa de nadie. Al principio también me costaba tirarme al agua, pero después cada vez te gusta más.

-M.C. Y luego poco a poco quieres algo más. Cuando probé los primeros medios Ironman enseguida supe que era lo que me gustaba. Para mí son deportes diferentes. Las mismas disciplinas, pero la filosofía, la manera de entrenar es diferente. No dependes tanto de los demás, es más individual, y luego el factor mental es casi más importante que el físico.

-A.M. A mí lo que me gusta es entrenar, entrenar, entrenar y la larga distancia era un mundo que me llamaba la atención. A mí no me gusta perder el tiempo. Estuve en el centro de alto rendimiento de Madrid y vi que nadando no estaría nunca al nivel de algunos compañeros. Empecé con la media distancia y creo que hemos ido haciendo bien las etapas. Y ahora mi cuerpo ya está preparado para un Ironman. Habrá gente que dirá que estoy medio loco, que soy muy joven, pero no creo que la edad sea una factor decisivo, sino el trabajo que llevas encima. Bueno, mañana debuto, a ver si toda esta teoría es buena... (risas)

-M.Z. Ya hemos hablado mucho de esta primera vez, pero es normal que en el ultimo momento te surjan dudas. Sobre todo es un tema de cabeza. Tú te conoces bien, estás preparado para hacerlo bien y tienes opciones de ganar o estar en el podio. Lo que pasa es que habrá factores nuevos que hasta que no los vives no puedes saber cómo te van a afectar. Tienes que frenar lo que te impulsa por ser joven, aprovechar tu experiencia en la media distancia. Tienes que regularte más. La sorpresa del Ironman empieza a partir del medio maratón, cuando ya llevas siete horas y pico y el cuerpo no está tan adaptado y hay cosas que te pueden pasar factura: haber ido muy deprisa, la comida... Es un aprendizaje que has de hacer. Debutas en casa, la gente te apoyará, eso te ayudará. Tampoco has de ganar el primer día. Pero todo esta a favor tuyo.

-A.B. Las sensaciones hoy son buenas, ya veremos mañana. Lo que me da más respeto es el hecho de estar ocho horas seguidas compitiendo y sobre todo correr el maratón. Este año quería correr el de Barcelona para probarme, pero no pude porque estaba lesionado. Así que este será el primero. No está mal para debutar (risas). Cuando analizas cada sector, y te pones a pensar: 4.000 metros nadando, 180 kilómetros en bici, 42 corriendo, dices: 'Ostiaaaa'....

-M.Z. Pero has de pensar que hay entrenos que son más duros que el Ironman. En el Ironman, cuando te notas más fotut es en los 10 km finales, porque notas que pierdes un poco la percepción de las cosas y tira más la cabeza que las piernas. Te notas más patoso, no corres igual, en un avituallamiento a lo mejor quieres coger un vaso y coges otro. Son síntomas de fatiga, pierdes un poco la coordinación. Y, claro, cuando ya te ha pasado unas cuantas veces, lo controlas mejor.

-A.M. Yo al coco le doy muchísima importancia. Antes era muy impulsivo, ahora intento ir con mas calma. Me digo: 'No te pongas nervioso, ve a gas, pero sin morir'. El coco te ayuda a no hacer según qué locuras, y más a mi edad.

-M.Z. El Ironman es un deporte de veteranía. Nuestra diferencia de edad afecta a que yo no tengo tu calidad y tu energía, pero lo compenso con la experiencia. Regular más, conocer mejor la carrera, jugar mejor tus cartas, la estrategia. Tú irás más por impulso, siguiendo un poco lo que te pide el corazón, la cabeza... Los años te dan ese plus.

-A.M. Sé que voy a sufrir, pero me siento muy bien.

-M.Z. ¿El boom del Ironman? Lo veo como un efecto de la superación personal. La gente hoy necesita retos muy grandes, no solo por autoestima, que evidentemente te la da, sino por un poco el momento que vive la sociedad. El Ironman es más de superación personal porque no es fácil sacar el tiempo para entrenar un reto como este, y luego en la prueba van a estar entre 12 y 15 horas... También hay mucha gente que a través de este deporte ha descubierto nuevos amigos y otro tipo de vida, que también es algo que se lleva ahora. Vida sana. Si te involucras mucho, el triatlón acaba siendo una filosofía de vida. No sales tanto, comes de una manera, cuidas el cuerpo, y cuanta más pasión tienes y más disfrutas, entras en un círculo más cerrado porque la gente que hace lo mismo que tú te entiende y, en cambio, otros te ven como un loco.

-A.B. Sí, yo también he notado ese cambio. Cuando iba al colegio y decía que hacía triatlón, la gente no sabía lo que era. Y ahora te dicen: 'Osti, que guapo'. Y lo que te preguntan es: '¿De los largos o de los cortos?'. El boom es chulo pero no hay que perder el respeto de lo que es un triatlón.

-M.Z. Creo que las redes sociales han hecho mucho daño. Para algunos hay el punto aquel de querer demostrar públicamente a los demás que eres capaz de hacer esto. No solo es un tema de superación personal sino de exhibición. Te pones a hablar de triatlón y enseguida ya hay alguien que pregunta: '¿Pero ya has hecho un Ironman?' Y los hay que con un par de triatlones ya dicen: 'El año que viene me apunto al Ironman'. Parece que si haces esto es como si te graduaras. Es verdad que la marca ha hecho mucho, porque ha creado un sello y es una tendencia.

-A.M. Hay gente amateur que o hace un Ironman o considera que no está realizada, y siempre digo que hacer un Ironman es una cosa muy seria.

-M.Z. Gómez Noya decía en una entrevista que ahora parece que se valoran más las largas distancias que, por ejemplo, hacer 28 minutos en 10.000 metros en un triatlón. ¿Cuánta gente puede hacer un Ironman y cuánta 28 minutos? Falta educación. Y los entrenos igual. Podrías estar entrenando desde que sale el sol hasta que se va, pero no tiene sentido. Eso sí, entreno los siete días. Y en cuanto a volumen, unos 60 kilómetros corriendo, de 300 a 700 en bici, y en natación 10.000-12.000 metros a la semana.

-A.M. Para preparar el Ironman he hecho 80 y 90 kilómetros a la semana corriendo cuatro días, 450-600 en bici y 15.000-16.000 metros nadando.