Esperando la sorpresa

Nunca antes había ocurrido que dos equipos de la entidad del Barça y el Madrid se enfrentasen una semana antes, el pasado sábado en el Palau, de una gran cita como la final four. De ahí que todos hayamos estado buscando pistas en el desenlace de ese encuentro que nos ayuden a prever cuál puede ser el resultado de la importante semifinal que se disputará esta noche. Lo único claro hasta ahora es que el buen juego exhibido por los azulgranas, ante el relajado planteamiento de los de Laso, ha despertado fundadas ilusiones.

Muchos somos los que ahora nos preguntamos esperanzados si será verdad que este Barça que está a punto de estrenarse en su tercera final four consecutiva es diferente del que lleva acumuladas ya siete derrotas en la Liga ACB. O si será verdad que, como se vio en la final de Copa, la diferencia que separa a ambos equipos es mucho más escasa de lo que pudiera parecer.

La confianza de Pascual

Es más, si hago caso a Xavi Pascual no debería tener dudas. El entrenador culé se muestra muy confiado y no se corta al afirmar que el Barça ya no es el equipo frágil e irregular de principio de temporada. Pero las declaraciones del técnico de Gavá son lógicas teniendo en cuenta que confianza es algo que, sin duda, van a necesitar a raudales los azulgranas ya que esta semifinal de Euroliga no podía llegar en un momento más importante para ambos equipos. Más allá del ansiado pase a la final, todos los jugadores saben que este viernes sus respectivos conjuntos se juegan su reputación en muchos sentidos.

Si el Barça gana, se sacará de encima buena parte de las miserias que ha ido mostrando en algún que otro momento de la fase regular de la ACB y, lo que es más importante, asestará un golpe psicológico tremendo a un rival que comienza a perderle el respeto de manera acelerada. En cambio, si gana el Madrid, la euforia sería ya casi imparable. Pero estoy seguro de que Marcelinho, Tomic, Papanikolau y compañía son capaces de frenar la gran capacidad ofensiva de su rival. Como también creo que sabrán ser duros para controlar su potente rebote ofensivo.

El Barça es muy capaz de mostrar seriedad en su juego y también de hacer una defensa que roce la perfección. Por contra, demasiadas veces tiene problemas a la hora de que jugadores claves anoten. Precisamente por eso, cobra mucha importancia el hecho de que Navarro solo haya disputado unos intrascendentes nueve minutos en casi un mes de competición. Ojalá esté bien. Estoy seguro de que él es el primero que quiere sacarse la espina de la Copa.