La Euroliga de baloncesto

Asomándose al futuro

Ilusionado 8Hezonja posa en el Palau Blaugrana, antes del entrenamiento del Barça del pasado miércoles.

Ilusionado 8Hezonja posa en el Palau Blaugrana, antes del entrenamiento del Barça del pasado miércoles.

LUIS MENDIOLA
BARCELONA

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Será difícil quitarle los ojos de encima a Mario Hezonja de aquí a final de temporada. La exhibición de talento que ofreció el domingo en el Palau (26 puntos y 29 de valoración), exprimiendo al máximo los 21 minutos que le dio Xavi Pascual, es un capítulo más que añadir a los informes que, desde hace años, corren por Europa sobre su valía.

Desde que debutó en la Liga croata con 12 años, en realidad Hezonja (Dubrovnik, 25 de febrero de 1995), hijo de un exwaterpolista, no ha parado de encandilar, y el fogonazo frente al Manresa es un episodio más de una carrera que hay que considerar ya como algo más que prometedora.

«Es un joven con mucho talento. Tiene una ambición muy grande. Cada día va creciendo, está más preparado, pero tenemos que ir despacio con él», razona Pascual, decidido, igual que todos los responsables de la sección, a proteger a Hezonja de cualquier influencia externa, así que aunque el aficionado lo espere hoy en el encuentro de Euroliga que jugará el Barça en la cancha del Unicaja, no sería de extrañar que el técnico lo aparte de los focos para que pase la euforia y siga su fase de aprendizaje.

El propio Hezonja asume con normalidad ese papel secundario que le toca jugar (ha disputado 14 de los 23 partidos de Liga con 11 minutos de media; 11 de los 20 partidos de Euroliga, con 4,27 minutos de media). «Eso son decisiones del entrenador. En lo único que depende de mí, es el trabajo que ponga», remarca Hezonja, más que satisfecho por cómo jugó el domingo. «Por un lado ese partido tiene mucho valor para mí, porque demuestra que trabajo duro. Pero, por otro, no significa nada. Es solo un partido. Es un momento clave de la temporada. Y mi cabeza solo está en el partido de Málaga».Desde el propio club admiten que Hezonja lo tiene todo a su favor para que el futuro le sonría. «Estamos contentos de su actitud, de la intensidad y del trabajo que hace. Pero no hemos de olvidar que tiene 19 años y que ha de seguir sus pasos», analiza el director deportivo Joan Creus.

También el vestuario azulgrana mima a Hezonja, que se ha ganado a todos con su desparpajo. Lo acogió Mickeal bajo su ala la pasada temporada - «era como un segundo padre para mí», cuenta- y ahora Tomic, Nachbar y Lorbek, con quienes comparte lengua. «Ellos me cuidan, pero también intento aprender lo máximo de Navarro, Sada o Marcelinho, que son mis referencias».La irrupción internacional de Hezonja se produjo en el Europeo sub-16 disputado el 2011 en la República Checa, donde fue elegido el MVP del torneo. Apasionado del Barça desde pequeño

-«desde la época de Rijkaard y Kluivert»-, la familia Hezonja no dudó en aceptar la oferta del Barça, que lo fichó tras pagar al KK Zagreb unos 150.000 dólares (108.800 euros) y le firmó un contrato por siete temporadas, para foguearlo la pasada temporada en el Barça B, antes de dar el salto este año al primer equipo.

Gen competitivo

Lo que mejor define a Hezonja es su carácter, ese gen competitivo que transmitía una leyenda croata como Drazen Petrovic, con quien lo compararon en sus inicios, lo que le enorgullece. «Siempre que salgo a la pista intento ser el mejor. Quiero hacer cosas que nadie hace. Dar más asistencias que Marcelinho. Coger más rebotes que Tomic. Esa es mi mentalidad. Siempre quiero hacer a mi equipo mejor», cuenta Hezonja, entregado a la causa azulgrana. «¿La NBA? Ahora solo pienso en el Barcelona. En jugar aquí y ganar títulos, darlo todo por mi equipo y mis entrenadores. No pienso en nada más».