La jueza obliga a Etoo a depositar 4,6 millones

La titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Barcelona, Maria Eugenia Canal, ha acordado que el exjugador del Barça Samuel Etoo, su antiguo representante legal, José María Mesalles, y el administrador de una sociedad deben depositar una fianza de 4,6 millones de euros para cubrir la eventual responsabilidad civil por el presunto fraude a Hacienda de 3,5 millones durante los ejercicios 2006, 2007, 2008 y 2009 en el impuesto sobre la renta (IRPF).La cantidad establecida por la magistrada es la suma de lo supuestamente defraudado y una parte proporcional que marca la ley.

La querella fue presentada por la Fiscalía de Barcelona en junio. Por diferentes circunstancias y, sobre todo, por los compromisos de los abogados, la declaración de Etoo y de los otros dos imputados, inicialmente prevista para el 25 de septiembre, se ha ido retrasando. La última fecha destinada para hacer los interrogatorios es el próximo 19 de diciembre, aunque, según fuentes judiciales, el fiscal del caso ha solicitado su suspensión porque le coincide con un juicio. Un día u otro, el futbolista camerunés deberá trasladarse a la capital catalana expresamente desde Rusia, donde continúa su carrera deportiva en el Anzhi, tras su paso por el Inter de Milán.

SALDAR LA DEUDA / A pesar de que se ha retrasado su declaración, la jueza ha adelantado la pieza de responsabilidad civil y ha acordado una fianza civil de 4,6 millones. En caso de condena, este dinero iría destinado a saldar la deuda con Hacienda.

El fiscal Ricardo Sanz-Garea presentó el pasado junio en Barcelona una querella criminal por cuatro presuntos delitos contra la Hacienda Pública contra Etoo, Mesalles y Manuel de Jesús Lastre, que era administrador de la sociedad húngara Tradesport and Marketing, cuya participación, según la acusación, «fue imprescindible para la comisión de los delitos».

DERECHOS DE IMAGEN / Entre el 2006 y el 2009, relata la querella, Etoo obtuvo importantes ingresos por la cesión de sus derechos de imagen de la marca deportiva Puma al Barcelona. Estas cantidades deberían haber tributado como rendimientos de capital mobiliario en sus declaración de la renta. Sin embargo, al entender de la fiscalía, el entonces delantero azulgrana «simuló» que tales derechos habían sido cedidos a dos sociedades de Hungría y España (Bulte 2.002), con la finalidad de «reducir fraudulentamente su tributación».

Con este mecanismo, las rentas derivadas hacia la sociedad de Hugría no han tributado en España, mientras que las que fueron a la empresa española sí que lo ha hecho, pero con un tipo impositivo más bajo (el correspondiente al impuesto de sociedades). Además, según la querella, las cantidades pagadas fueron menores porque se añadieron gastos de carácter personal.