GIRA HACIA ASIA Y LOS PETRODÓLARES

La nueva ruta de la seda

MIGUEL MARTÍNEZ

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«No es que en estos países esté el futuro de la F-1. Está el futuro. Y punto». La frase es de Gerard López, el acaudalado dueño del equipo Lotus, al hablar de los países emergentes, de los nuevos escenarios de la F-1, se diría que la nueva ruta de la seda. «Si coges a un país como España, Francia, Alemania... no puedes comparar su crecimiento con la India, China u otros. Está muy claro que el crecimiento de las empresas que están alrededor de la F-1 nos piden que vayamos a esos países», añade el luxemburgués de familia asturiana. «La F-1 es un índice de la economía, es normal que se abra a estos países». Entre las naciones que encabezan el ranking mundial por PIB se crea el calendario de los 20 grandes premios.

Las negociaciones de Bernie Ecclestone se encaminan a que también México (14º economía mundial) forme parte del Gran Circo como lo fue hasta los 70. Seguirán los pasos de Barhain, China, Abu Dhabi, Singapur e India, los últimos en llegar. Y Rusia (Sochi) lo hará en el 2014. Y hasta Francia (quinta potencia) trata de recuperar la carrera pérdida hace cinco temporadas.

La F-1 se va allí donde hay dinero, es el «F-20» de la economía mundial. «Tampoco se trata de que se pierdan todos los escenarios tradicionales e históricos en Europa, como Mónaco, Bélgica y dos o tres más. Creo que hay que buscar un equilibrio», asegura Gerard López.

A pesar de la fuerte crisis en Europa, marcas como Ferrari mejoran sus números de ventas. «Nunca antes habíamos vendido tantos coches como el pasado año», afirma Stefano Domenicali, director de la Scuderia, gracias a mercados emergentes como China, la India y Brasil. «Por eso es tan importante que volvamos a EEUU o que la F-1 llegue a Rusia».

Dinero llama a dinero

Obviamente, a Ecclestone, el gran patrón de la F-1, le gustan más las economías emergentes. Nada de duras negociaciones con Silverstone (GB) o Spa (Bélgica) para hacer medianamente rentables las carreras. Prefiere a los novatos. El octogenario inglés sabe cómo sacarles dinero con la construcción de circuitos (alrededor de 250 millones de euros por instalación) en manos de su amigo y socio, el arquitecto Herman Tilke, con contratos millonarios -entre 25 y 40 millones de euros de canon por evento-- a 10 años. «Al lado de estos países, Europa está muerta para la F-1», asegura Tiito Bernie.