Liga Endesa / Análisis

Assignia Manresa, una apuesta de riesgo

LUIS MENDIOLA

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ElAssignia Mnaresa intenta prolongar un año más el milagro que vive cada temporada manteniéndose en la élite de laLiga Endesa con el presupuesto más bajo de toda categoría. Pero en esta ocasión, tiene más mérito si cabe, porque la entidad que presideJosep Vives lo hará con una reducción de sus números del 30% (3,5 millones de euros la pasada temporada), a la que han aceptado amoldarse algunos jugadores, rebajándose el sueldo como el capitánRoman Montañez o el base Javi Rodríguez en su vuelta alNou Congost.

La apuesta porJaume Ponsarnau en el banquillo, en el inicio de su sexta temporada, es la única concesión al conservadurismo en un vestuario que ha vivido una auténtica revolución con siete novedades respecto al año anterior en un vestuario y unas cuantas despedidas de hombres del peso de Rodrigo San Miguel, Jordi Grimau, Alfons Alzamora, Larry Lewis, Milos Majstorovic y Uros Slokar.

Por un lado regresan al equipo el base Josh Asselin y Rodríguez. Y por otro se ha apostado por jugadores de perfil bajo, sin demasiada experiencia en ligas fuertes del continente: los aleros Micah Downs (estadounidense), Haukkur Palsson (finés), Adam Hanga (húngaro) y el pívot Kieron Achara (pasaporte escocés). La gran apuesta económica de laentidad manresana se ha hecho con Justin Doellman, tras un año de experiencia en laLiga Endesa e las filas del Lucentum Alicante.

“Las circunstancias nos han ayudado en el fichaje de Doellman. El mercado estaba parado y él necesitaba fichar y lo hemos aprovechado”, cuenta Ponsarnau. “Es en el jugador con el que hemos hecho una inversión económica importante”. Doellman considera que para él, la llegada aManresa es un paso adelante. “Es una ciudad y un equipo con gran tradición en el que me siento muy a gusto. El trabajo del grupo tendrá que servir para cubrir la bajas de dos jugadores como Downs y Gladyr, que son fundamentales para nosotros”.

Laslesiones de Downs (una fractura en un dedo por el que estará siete semanas de baja)y de Gladyr (tres semanas para su vuelta), desde luego, complican el panorama alequipo del Bages, que se ha visto a incorporar temporalmente a Marcus Landry, un alero de 25 años y 2,01, que ha hecho la pretemporada con el Gravelines.

“El año pasado logramos seguir en la elite por nuestro valor defensivo, no teníamos demasiado valor ofensivo y socialmente necesitábamos una pequeña revolución y arriesgar”, explica Ponsarnau para justificar la arriesgada apuesta por jugadores sin demasiado nombre y la inversión en otros, como Hanga (22 años, firmado por dos años con dos opciones como apuesta de futuro).

Como cada temporada, el primer objetivo delAssignia serán las 14 victorias que marcan la frontera de la salvación. Pero después,Ponsarnau no se marca límites. “Este año somos más incógnitas que nunca. Tenemos mucho que mejorar. Pero si nos salen las cosas, daremos muchas alegrías”, resumeel técnico de Tàrrega.