MIRADOR

El Barça destapa las miserias

DAVID TORRAS

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Corren malos tiempos para el periodismo deportivo. Por más que sea un hecho asumido que en este mundo reine la subjetividad y que la frontera entre la opinión y la información sea más débil, y que incluso los propios periodistas crucemos a menudo esa línea deliberadamente sin cargos de conciencia, la sensación es que algunos han ido ya demasiado lejos. Sin manías, sin escrúpulos, han cambiado el periodismo por el forofismo y lo que es peor por el clientelismo, al ser superior o a quien convenga, y en esa campaña se ha impuesto el todo vale.

Ahora de lo que se trata es de hacer ruido, la única manera de apagar el sonido del balón que, por desgracia, a muchos, entre ellos aMourinho, es el que menos les interesa porque llevan las de perder. Se habla de todo menos de fútbol, pero en esa imparable escalada del todo vale, bendecida con el discurso delRey Florentino, se les ha ido la mano.

Han cuestionado la honestidad de los rivales, han incentivado la violencia para parar aMessipor lo civil y lo criminal, han inventado elVillaratoy han apelado a un complot de quien confecciona el calendario que, por lo que parece, es el mismo que lo hacía en Italia con el Inter y en Inglaterra con el Chelsea. Es

Mouy su mentira. Todo para echar por tierra a un Barça que el resto del mundo mantiene en un pedestal, y todo bajo la silenciosa complicidad del Madrid.Mourinhohabla y el club otorga, como si el reyFlorentino hubiera abdicado en favor deMoupara que gobierne a placer el Bernabéu con la ley deMaquiavelo: el fin justifica los medios.

Pero la última insinuación, la última piedra lanzada por la misma mano que ha lanzado otras muchas y que siempre se esconde, ha ido demasiado lejos. Que la información sobre el dopaje sale del Madrid está fuera de toda duda y cuadra con una estrategia iniciada por un diario deportivo. Otra cosa es que sea discutible cómo se administra y que entre en el terreno de la irresponsabilidad, o de esa responsabilidad consentida que ha llevado a según que periodismo a seguir la pauta de los discursos del rey y a entregarse al monarca portugués que se ha adueñado del Madrid. El Barça está destapando muchas miserias.